Si hay algo que me gustaría tener en casa (además de calefacción cuando llega el invierno) es una Puerta de la Luna. No sé muy bien cómo se puede instalar una en un tercer piso pero eso es lo de menos.
Hasta tengo una lista mental de gente a la que tiraría por mi hipotética Puerta de la Luna en caso de tenerla. Por ejemplo:
- La amiga pesada que siempre viene llorando a contarte la misma historia.
- Algún exjefe.
- Esa persona sin la que tu entorno laboral sería algo más agradable.
- La gente que no responde a los mensajes.
- La señora de edad indefinida que va a todas las clases del gimnasio porque le van bien de hora y luego se queja de la clase.
- Esa gente que te marea durante días, a veces incluso semanas, para quedar una tarde y siempre recula en el último momento.
- El vecino de los horarios imposibles que lo mismo despierta a medio bloque por la noche muy muy tarde que por la mañana muy muy temprano.
- Los que saturan los grupos de wasap.
- La taquillera del cercanías que nunca me hace ni puto caso y sólo me da a la primera lo que le he pedido una de cada cuatro veces.
- Según el día, a mí misma.
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