Yo no sé qué le pasa al mercado laboral. Lo mismo soy yo, que estoy gafada y sólo encuentro ofertas chungas. Vale, yo ya sabía que lo iba a tener complicado cuando decidí estudiar (y además a la vez) dos de las carreras más inútiles del catálogo de titulaciones. Pero bueno, yo tengo mucha moral, un curriculum muy largo y la esperanza de que las dos cosas juntas sirvan para algo.
Claro, que si echas un vistazo por ahí, tampoco es muy diferente. Para empezar, están los que se dejan asignaturas de la carrera para seguir siendo becarios. Ya bastante me jode tener que entrar en el juego de las becas de prácticas (que son mentira, porque muchas veces te piden que vengas aprendido ya de casa), así que no opinaré sobre lo de terminar la carrera más tarde para seguir siendo mano de obra barata y sustituto de trabajadores indefinidos de vacaciones. Supongo que lo harán con toda su buena intención, para no tener que escuchar aquello de "queremos renovarte pero como te has licenciado te echamos a la puta calle" (todavía recuerdo el día en que me lo dijeron).
También tienes la opción de ir en transporte público y simplemente escuchar. Antesdeayer, sin ir más lejos, en el Metrosur:
- Ey, tío ¿qué tal?
- Bien ¿y tú?
- ¿De dónde vienes?
- De currar. Me han contratado para tres meses en [caja de ahorros].
- Ah, pues guay. Yo sigo buscando.
- ¿Qué dices? Si después de los tres meses me echan a la calle.
Claro, que, de vez en cuando, das con alguno que lo ha conseguido.
- ¿Sí?
...
- No, lo siento, ya he encontrado otro trabajo.
...
- Gracias. Adiós