viernes, 14 de enero de 2011

Regalos, regalos, regalos (vol. II)

Y llegaron los Reyes Majos. Pero llegaron por entregas. La primera podría considerarse los regalitos que me trajeron La Vaga y Patri en sus respectivas visitas. La segunda, el propio día de reyes, que no es que estuvieran demasiado generosos: dos autorregalos (empiezo a pensar que es cierto eso de que es importante quererse a uno mismo) y un vestido monérrimo de Desigual. Es el segundo año que me cae un vestido de Desigual, con lo que empiezo a pensar que los Reyes Majos no saben muy bien cómo acertar conmigo.

El día 7 Gamab me regaló una colonia (un clásico de los regalos navideños) y el día 8 tocó reunión familiar, niños plastas incluídos. Esta vez no tuvimos instintos homicidas con ninguno pero descubrí que la más pequeña, que tendrá como unos 9 meses, ya es sádica. Lo supe por el brillo maléfico de sus ojos al clavarme, a la vez y con alevosía, las diez uñitas de sus maños en el brazo. Ésta se la guardo para cuando sea mayor.

En esa ocasión, además de mangarle tres pelis al marido de mi prima, descubrir que no me había devuelto Sweeney Todd (aunque el juraba y perjuraba que sí), jartarme a chocolate caliente y sufrir viendo cómo visten a mis primos pequeños con ropa que ya estaba pasada de moda en los tiempos de Cuéntame, recibí una chaqueta marrón muy mona. Lástima que tenga que ir a devolverla, porque es de las que pican. Y que nadie me venga con eso de que si pica es de lana buena, que sí es así prefiero la mala.

Luego, los Reyes (véase mi madre) se fueron de rebajas y trajeron más regalos: el tradicional pack de ropa interior (que no puede faltar en ninguna casa por estas fechas) y unas zapatillas de andar por casa de vampiros. Sí, mi madre me ha comprado unas zapatillas de vampiros. Concretamente, éstas:


Ayer, los Reyes Majos (de nuevo mi madre) volvieron a las rebajas y me trajeron un pijama, que es otra cosa que tampoco puede faltar por estas fechas.

Además hoy he ido a correos a recoger un regalo alcohólico de los señores Justerini & Brooks (más conocidos como J&B), que me obsequiaron con... vamos a abrirlo:






¡Un kit Manhattan! Esto hace que la colección de regalos alcohólicos ascienda a dos y la de trastos que llevarme cuando me independice se sumentres vasos de cóctel (ya tengo un tazón de vaca de Pizza Hut, las tazas y los posavasos de Forges, los vasos de Kukuxumusu y un juego de toallas azules). Además, dentro del pack venía un cedé muy animadillo.

4 comentarios:

  1. Por mucho que prometan la chaqueta que pica, el pack de ropa interior y el pijama... coincidirás conmigo en que JB se ha portado muy bien.

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  2. No me esperaba menos de ti, ya que eres precursora de los regalos alcohólicos ;)

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  3. ¿Tan malo será 2011 que solo te regalan alcohol en el cual ahogarlo?

    (Bueno, también puede ser que será tan bueno que tendrás muchas ocasiones para celebrarlo. Me gsuta más esto último :))

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