lunes, 27 de junio de 2011

Resumen del vuelo y traslado al hotel

Y aquí está la primera aventura del enviado especial. Llega con un poco de retraso, porque el texto es del viernes (lo sé, culpa de la dueña del blog). Pero bueno, ya sabéis lo que dicen: más vale tarde que nunca.

Avión 17:20 horas

De entrada, he salido una hora y veinte tarde. Congestión aérea según el piloto, y la verdad es que había varios aviones haciendo cola para poder despegar. Pero mejor volver al principio. Menos mal que me ha dado por entrar antes, ya que me he metido una caminata muy curiosa para llegar a la puerta de embarque. La terminal en la que estábamos era la T1, pero el avión salía de la T1 satélite, así que unos 20 minutos a pata.

El avión yo creo que lo inauguró Ramsés, lo reformaron en la época de Mahoma y aquí sigue. Todo un 737 (es del tamaño de los que hacen el Madrid-BCN y similares; vamos, algo pequeño) de los primeros, esos que tenían las alas “dobladas” al final. Cuando salga me fijo en la coletilla, pero para mí que ni tiene coletilla (señal de que es de primera serie). Lo primero, nada más embarcar, en la típica caja de cristal donde suelen ir un extintor, no había un extintor, había un Corán. ¡Toma ya! Espero que en caso de necesidad tengan pensando algo mejor que rezar a su amiguito imaginario. Si la gente se suele quejar del tamaño de los aviones, es que no han visto éste. El espacio para las piernas es el normal (se nota la reglamentación) pero el ancho... jooooder yo entro justo, así que cualquier persona un pelín más ancha que yo no cabe.

Pero no sólo eso, ha habido una pequeña confusión de asientos y al final me ha tocado rodeado de niños. Son más o menos buenos. Por lo menos de momento.

Mientras escribía el párrafo anterior, han pasado con un carrito. Yo pensaba que con bebidas, pero no, ha sido con periódicos. Había para elgir los siguientes: garabato-línea-rayajo-cosarrara (bueno eso es como yo llamo a toda letra árabe, ya que npi de lo que pone), el ABC, El mundo y... ¡La Gaceta! Así que me he cogido uno de La Gaceta. La verdad es que sólo con ver la portada a uno le entran ganas de coger un cuchillo secuestrar el avión y estamparlo contra la sede del PSOE por causar el fin del mundo, el cambio climático y, si te descuidas, la muerte de Manolete. Luego lo seguiré leyendo, que la verdad es que por Internet es menos divertido, ya que parecen artículos redactados por un becario, pero en papel es mucho mejor, parece bilis pura, un odio inconmensurable, me recuerda a Público en sus inicios, cuando todo lo que fuese de la derecha era maligno.

Ah, acaba de pasar la azafata con el carrito de las bebidas, y algo me dice que esta vez, nada de vino (grrrrr). Por lo que veo de lejos, zumitos, Meca-Cola. Sisí, la cosa esa en vez de Coca Cola. Coño, que la perroflauta es Laura no yo (ejem... ¬¬), ¡ yo quiero Coca Cola de verdad!). Total, que cuando pase por aquí y me termine de leer La Gaceta os cuento qué me he pedido.

Avión, 18:34

Pues justo cuando terminaba de escribir el último párrafo, han pasado con otro carro, esta vez con la “cena”. Bueno, intuyo que cena, aunque por hora más bien era merienda. Total, sin alcohol, como estaba previsto, pero la comida muy bien. Yo debo de ser de estomago fácil, pero hasta ahora siempre me ha gustado la comida de los aviones y esta vez no ha sido una excepción. Ensaladilla rusa con una cosa rara que parecía huevo cocido, pero creo que era más bien un dulce o similar t de segundo, a elegir entre carne o pescado. He elegido la carne, ternera en salsa (cerdo evidentemente no puede ser ;-) ), tenía patatas horneadas, que estaban de muerte, y zanahorias y guisantes. Las zanahorias eran hervidas normales, así que no muy allá, pero la salsa de la carne muy muy buena y mezclada con las patatas hacía que estuviese riquísimo. Aparte de eso, pues un trozo de bizcocho de postre, pan de centeno con mantequilla, un quesito y unos crackers. La verdad es que muy bien. Luego un café. Intuyo que ya no nos van a dar nada más en el vuelo, pero bueno, quién sabe. Yo esperaba merienda más cena y, al haber tenido cena, no sé si nos van a dar un piscolabis rápido antes de aterrizar (y con el retraso, mayor motivo), o nos quedamos así. Sea como sea, de momento bien.

Ahora llega lo bueno de la cena, atentos que esta es gorda: ¡¡¡CUBIERTOS METÁLICOS!!! Está claro que ya son demasiadas señales de que alguien va a secuestrar el avión. En todos los años que llevo volando, jamás se vio cubierto metálico alguno o similar. Yo creo que desde que mis padres fueron a Canarias con Iberia cuando Franco todavía era joven, eso no ha vuelto a suceder.

Por las pantallas que indican el recorrido, deduzco que hemos salido por Valencia, para ir por el Mediterráneo. Hemos vuelto a “tierra” para sobrevolar Túnez y algo de la costa libia. Se nota que en Libia las cosas están mas tranquilas, ya que apenas la bordeamos. Bueno, ya llevo dos horas de vuelo, por lo que voy por la mitad. Voy a hacer un poco el moñas con el ordena y, si hay novedades, sigo escribiendo, pero de todas formas, de momento ya va un tocho considerable.

Avión 20:30

11.282 metros de altura, 909 km/h y -44º fuera. Acaba de terminar la película de abordo (en inglés con subtítulos en árabe) y han vuelto a poner la pantalla con los datos del vuelo. Aparte de lo que os he copiado, hemos entrado en el espacio aéreo egipcio. Las pantallas dicen que quedan 41 minutos de vuelo. Hace unos 20 minutos, nos han dado el piscolabis que esperaba, por lo tanto del vuelo poca queja puedo tener, salvo lo pequeños que son los asientos de ancho y lo corto que es el respaldo (mi cabeza sobresale). Aparte de eso, de momento bien, los niños no han molestado demasiado, así que no hay queja. Ah, fuera es de noche, desde hace un buen rato, como estaba viendo series en el ordenador, no me he fijado cuándo se ha hecho de noche.

Ahora, salvo retraso al aterrizar, no escribiré más hasta mi llegada al hotel. Me queda lo mejor y más peligroso del viaje: el trayecto del aeropuerto al hotel. Va a ser la risión hacer 20 kilómetros de noche por El Cairo. Cuando llegue al hotel ya os cuento.

Hotel 23:30

Pues al final el tráfico es caótico y demás, pero vamos, que no hay amenaza de que la palme. El hotel cojonudo, luego haré unas fotos. Me han dado una habitación con vistas al Nilo y es muy muy chulo.

Ahora voy a bajar al restaurante a cenar algo, así que ya os contaré óomo funcionan aquí el tráfico y los controles de seguridad (te abren el maletero, lo inspeccionan, hay un arco de seguridad a la entrada del hotel, etc.).

2 comentarios:

  1. Hacía mucho que no pasaba por aquí (ni por el mío tampoco -lo que no significa que haya escrito) :(

    Intentaré seguir las aventuras cairotas porque, me temo, me voy a reír de lo lindo jajajajajaja.
    Y sí, el Conrad es muuuuy bueno. Lo malo, que cuando sales te das de bruces con la realidad...

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  2. Es lo que tiene no ir de turismo, que lo que ves es el mundo real. Entre los paseos que se ha dado por allí y las conversaciones que tiene con la gente con la que trabajan, te puedes hacer una idea de que lo que va a conocer no son precisamente cosas turísticas.

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