martes, 23 de agosto de 2011

La maleta

A todos nos gusta tener razón. Lo que pasa es que, a veces, no nos viene bien. Por ejemplo, a mí ahora no me viene nada bien ¿por qué? Pues llevo unos cuatro años diciéndo en casa que necesitamos una maleta nueva de tamaño medio. Esto viene siendo una capacidad de unos 16-17kg de ropa, que es lo justo como para no pasarte en la facturación del aeropuerto y tener aún margen para traerte un par de cosillas de recuerdo a la vuelta. Siempre que esas cosillas no sean pedruscos, plomo o lingotes de oro, claro está.

Después de cuatro años, mi madre me ha dado la razón y ha reconocido que el armazón de la unica maleta de tamaño medio de esta casa efectivamente estaba roto. Desde una hostiaca que se llevó en el aeropuerto de Budapest en 2007 no hago más que sacar trocitos de plástico cada vez que desempaco pero parece ser que eso no fue suficiente. Desde entonces, la maleta ha pasado por otros cinco viajes largos más y una apertura forzada, cortesía del personal de seguridad del aeropuerto de San Francisco. Ni que decir tiene que en esos cinco viajes seguí sacando trocitos de plástico roto.

El último viaje de la maleta fue al contenedor de basura pero no sabría decir con precisión cuándo, porque acabo de enterarme. Mira tú por dónde, al final tenía yo razón y la maleta estaba para tirar. Lo que pasa es que ahora no me viene bien tener razón, porque el sábado me voy de viaje, lo que significa que tengo hasta el viernes (día límite para hacer el equipaje) para encontrar una nueva. Vale, pues miremos lo que hay por casa.

Una característica fundamental de mi madre es que le gustan las cosas que ocupan poco, porque así las puede esconder fácilmente para dar el efecto que ella llama "ordenado" (es decir, se ve todo muy despejado, pero pobre de ti como abras un solo cajón). Traducido al universo de las maletas, significa que las maletas medianas o grandes que había en casa han sido sustituidas progresivamente por maletas pequeñas. Me parece muy bien este ahorro de espacio en una casa de 80 metros cuadrados que compartimos tres personas adultas, un sofá grande con chaise longe y catorce plantas, pero yo me voy dos semanas y, como no me ponga a pegar maletas pequeñas con loctite, lo veo crudo. Vale que no soy muy de hacer equipajes como los de la Piquer, pero una maleta de mano no me da para dos semanas, que encima viajo a un clima más frío.

En vista de la situación, tengo estas opciones:
  1. Pedir prestada una maleta. Problema: ¿a quién? Podría pedirle una a Gamab, que tiene muchas y ahora no está en Egipto, pero en cualquiera de ellas cabe un jugador de la NFL (equipación completa incluida) y tengo que llevarla yo sola en transporte público desde el aeropuerto de destino hasta el lugar donde voy a dormir. Y con transbordos.
  2. Comprar una maleta nueva. Esta opción es la más razonable, porque así ya habría maleta sustituta en casa, que aquí esas cosas son de uso compartido. El problema de esta opción es que no tengo fuente de ingresos por un tiempo indefinido y creo que mi padre se está vengando. ¿Recordais cuando erais pequeños y se os antojaba algo en una tienda, le decíais a vuestros padres que ya lo pagabais en casa y eso nunca ocurría? Pues creo se está vengando de eso. Y a lo grande. De momento, ya me debe unos 400 euros en concepto de "luego te lo pago". Se estará cobrando los intereses, porque ya de pequeña mis antojos eran de la sección de papelería y creo que nunca he llegado a tener 400 euros en rotuladores.
Si no soy capaz de encontrar una maleta, siempre tengo la opción de hacer el equipaje en modo "Camino de Santiago" (cuatro de cada y una pastilla de jabón de lavar a mano) o ponerle ruedas a la caja del iMac, que tiene asa y un buen tamaño.

6 comentarios:

  1. Niña, en el almacén de los chinos del barrio de mis padres me compré las maletas para venir aquí. Me compré una enorme (cabía yo dentro, literal, cuando la compré me metí y esperé en el salón hasta que pasara mi chico sólo para asustarle saliendo de la maleta de golpe, ¡con gran éxito!) otra mediana pero grande (del tipo de la que tú necesitas, me cupieron mis 23 kilos de ropa tranquilamente) y otra de estas "de mano". Me salieron las tres por menos de 70 euros. Creo que la que te vale eran unos 26 euros. A mi me rentó irme de Madrid a Torrejón a comprarlas porque es cierto que si no te arruinas, y creo que me van a aguantar el tipo bastante bien. Y tienen ruedicas y armazón y tal, y se "encogen" con una cremallera.
    ¿A dónde vas?

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  2. Siempre te puedes llevar una pequeña y que por mensajería te envíen otra pequeña a los x días... vale, creo que mejor te buscas una mediana XD

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  3. @La mujer del médico: me voy a Berlín, a hacer un curso intensivo de dos semanas y unas cuantas visitas y a desconectar. Pues me has dado una idea, porque en Fuenlabrada otra cosa no, pero macrotiendas chinas tienes todas las que quieras. Total, si te vas a alguna marca pija y las maletas también son "made in China" pero más caras.

    @Mr. Blogger: prefiero no dejar las cosas en manos del azar ni de mi madre, que la única vez que le he pedido que me enviara algo retuvieron el paquete en la aduana y luego lo devolvieron a casa porque puso mal la dirección (creo que no puso número y el código postal tenía cifras de más).

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  4. Ahora, para más coña, Privalia saca una promoción de maletas y artículos de viaje.

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  5. Yo tengo dos gigantescas en las que quepo yo entera, así que tú también. El problema es que no vamos a coincidir en el espacio-tiempo.

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  6. Al final he seguido el consejo de La mujer del médico y he ido a un chino. He salido de allí con una maleta mediana (que a mí me sigue pareciendo grande, pero de los tres tamaños que tenían era la del medio) y casi con una amiga, porque la chica que estaba en caja tenía ganas de conversación. Qué maja ella.

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