Entramos en el Ayuntamiento, subimos la escalera y buscamos un lugar donde posicionarnos en la sala donde se celebraba la ceremonia. Como ya ha indicado Hell's Tea, no hubo ningún incidente que contar y creo que no hace falta explicarle a nadie qué es una ceremonia civil. Eso sí, a la salida me dieron un pompero muy salao al que le saqué bastante partido a lo largo del día, sobre todo mientras los novios se hacían fotos y saludaban, cual familia real, en el balcón del Ayuntamiento, bajo la atenta mirada de turistas y gente que necesitaba urgentemente dormir la mona, y mientras los demás esperábamos a que bajaran para tirarles arroz, pétalos y pompitas.
Después fuimos al cóctel, donde tampoco ocurrió nada reseñable, hasta que nos indicaron que fuéramos pasando al comedor. Fuimos los primeros en llegar a la mesa, así que pude elegir asiento: de frente a la mesa presidencial, así no me pierdo la boda. Después empezaron a llegar amigas de Hell's Tea a las que conozco por las redes sociales y por historias que me ha contado ella. Está bien, así puedo ponerle cara a la gente.
Amiga 1 - ¿Eres Laura?
Laura - Sí.
Amiga 1 - Hay una chica rubia que pregunta por ti.
Esta conversación se repitió un par de veces más, con lo cual pasé el banquete con la intriga de quién sería la chica rubia y por qué me buscaba por toda la boda.
La gente de mi mesa me cayó genial. Hell's Tea ya me había amenazado antes con ponerme en alguna mesa chunga, como "la mesa coñazo", pero yo sé que en realidad no me desea el mal, por eso me puso con sus amigas. Mientras esperábamos a que nos trajeran la comida, fuimos practicando la flashmob. Si aplicamos la estadística y asumimos que en todas las mesas había el mismo porcentaje de preparación que en la nuestra, bastante bien salió.
La comida pasó rápido, casi sin enterarnos, nos trajeron las florecillas con alfiler de rigor y repartieron los regalitos. Para disgusto de Gamab, no hubo puros pero le regalaron una licorera (lo que viene siendo una petaca grande) con dos vasos de chupito. Las chicas no tuvimos tanta suerte y salimos de allí unas balletas ecológicas en una cestita pero nos engañaron diciendo que eran toallas pequeñas. Por lo menos me dejaron elegir color.
Después vino un momento algo confuso, en el que no sabíamos si había que salir a bailar o no ni por qué había tanta gente de pie. Hell's Tea se levantó con cara de "voy a hacer un speech" pero lo que siguió no fue un discurso precisamente...
Hell's Tea - Bueno, a ver. ¿Veis a esa chica de azul que está en esa mesa de ahí?
Oh, mierda, me ha señalado.
Hell's Tea - Pues es su cumpleaños.
Oh, mierda, mierda, mierda.
Gamab (por lo bajo) - Levántate.
Hell's Tea - Así que vamos a cantarle todos el cumpleaños feliz.
Gamab (por lo bajo) - Levántate.
Venga, vale, me levanto.
Todos - Cumpleeeeaaaaañoos feeeeliz... etcétera, etcétera, etcétera
De pronto, sin saber cómo ni por qué, me encontré a dos fotógrafos apuntándome despiadadamente con sus réflex.
Fotógrafo 1 - A ver, ponte.
Pues vale, vamos a posar en plan guay. ¿Quién sabe cuándo volveré a tener mi minuto de gloria?
Fotógrafo - Espera, ahora con los novios... vale, otra vez.
Qué pesadez, no quiero saber cómo habrá sido la sesión oficial de fotos post-ceremonia.
Después llegó el momento más ansiado de la noche: el baile. Una de mis compañeras de mesa salió al frente y empezó a tocar un vals con el violín, tras el cual empezó la canción elegida; ésta, concretamente. La verdad es que yo no me enteré muy bien de lo que pasó hasta que comenzó el momento del baile en grupo, pero estaba claro que las cosas no seguían su cauce normal: el novio y la violinista no parecían estar en el mismo plano temporal y la novia miraba a alguien con furia asesina. Por suerte todo pareció solucionarse e hicimos el numerito dignamente. Aún habrá que esperar para ver los resultados, porque no me consta que haya ningún vídeo del momentazo.
En general, la música del baile estuvo muy bien para lo que suelen ser las bodas, con algún temazo como éste, pero también con alguna jugarreta de los invitados como un popurrí con versiones lolailo de canciones tan "molonas" como Me va. Curiosamente, mi estómago decidió que me perdiera Stayin' Alive pero acabé encontrando a la chica que preguntaba por mí y bailando un pasodoble con ella. También salí de allí sin odiar a todos los niños del mundo, ahora odio a todos menos a dos: una niña que tenían unos amigos de un compañero de la EOI en mi último viaje a Berlín y un niño que estaba en la boda y que se sentía especialmente atraído por las pompitas de jabón.
Hell's Tea - A partir de ahora vas a ser "la tía Laura, la de las pompas".
Cuando se disolvió el baile quedamos en salir un rato por ahí. Me deshice el peinado y me lavé el pelo para quitar los miles de productos fijadores que tuve que utilizar, me cambié de vestido, de medias y de zapatos y salí a la fría noche de [insertar nombre de la ciudad]. Lo único curioso de aquel rato fue la sesión gratuita de orientación laboral que recibió Gamab por parte de una de nuestras compañeras de mesa y la repetición de la coreografía de la flashmob en un bar de copas bastante concurrido.
La fiesta duró poco para Gamab y para mí, en parte por el madrugón de ese mismo día y en parte por el viaje del día anterior para poder volver de El Cairo a Madrid, pero mereció la pena la palicilla.
Como ya he dicho, sólo me falta otra boda para terminar de amortizar el vestido azul. También sé que por aquí hay gente muy aficionada a comentar mis estilismos en ocasiones señaladas, como bodas y entregas de premios. Y qué mejor para poder hacer las dos cosas que otro evento. ¿Alguna voluntaria?
La chica rubia sigue pensando que la tomaste por loca. Algún día te obligaré a venir a una partida con mis amigos frikis (la mitad de la mesa situada a tuuu... derecha, creo) para que aclares tu posición al respecto.
ResponderEliminarQue esté tranquila, sólo con preguntar por mí no tomo a alguien por loco.
ResponderEliminarPues si alguien pregunta por mí usando nombre y dos apellidos porque ha visto que comento en el muro de FB de otra persona, me asustaría.
ResponderEliminar