La procrastinación podría ser una excusa válida para no haber publicado ni un solo post en más de una semana. Pero no, no es éste el caso. Es cierto que me han ocurrido cosas en este tiempo pero decidí que no era el momento ni el lugar para contarlas aunque, en breve, haré un recopilatorio con algunas historias que tienen un denominador común.
Vayamos de una vez al tema que nos ocupa. Según la señora Wikipedia, "la procrastinación (del latín: pro, adelante, y crastinus, referente al futuro) o posposición es la acción o hábito de postergar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes y agradables". Es decir, eso tan español de "ya lo haré luego, ahora me bajo al bar a tomar una cañita".
Mi caso es totalmente distinto. Yo me propongo hacer las cosas y las hago pero la lista de tareas se ve considerablemente reducida por un ligero cambio en mis hábitos de vida y sueño. Si tengo curso por la tarde, no le veo utilidad al despertador, me levanto tarde y por la noche no tengo sueño, por lo que me duermo a vete tú a saber qué hora y vuelvo a despertarme tarde, iniciando de nuevo el ciclo. Sí, es cierto que nunca he servido para madrugar y que mis últimos trabajos no contribuían a ello porque entraba, como muy pronto, a las 16:00. Se podría decir que tengo "procrastinación mañanera".
Esta es una de las razones de que esté buscando los datos del ejercicio fiscal 2006 (no preguntéis, no sabría cómo explicarlo) en vez de ir a mi querido SOPP a pedirles mi anexo de prácticas. Los viernes, los asuntos administrativos cierran pronto y, ante la perspectiva de ir a la universidad para nada (y que también tengo que ir el lunes, todo sea dicho), he decidido recopilar la información que necesito por otras vías. También he decidido que los reyes le van a traer a mi padre una carpeta clasificadora, porque no es normal que los datos fiscales de su hija estén mezclados con el siniestro del AX y con los folletos turísticos de unas vacaciones en 2003 en Tenerife.
Hale, ya he actualizado.
Procrastinar, qué gran verbo. Debe de ser el lema oficial de mi máster, y yo sin enterarme. Pues nada, a partir de mañana procrastinaré constantemente. O mejor a partir del lunes.
ResponderEliminarYa conoces el refrán: no procrastines mañana lo que puedas procrastinar hoy.
ResponderEliminarYo vivo siempre procrastinando y yo sin saberlo. Mi estado de facebook de estos días iba a ser: "si duermo 10 horas y trabajo 8... ¿dónde están las seis que me faltan?" Porque últimamente no le encuentro utilidad al despertador y proponerme levantarme como una persona normal ¡a las 9 de la mañana! es una misión imposible. Menos mal que no soy la única persona en la Tierra a la que le pasa...
ResponderEliminarprocrastinar es lo único en lo que el jefe siempre trabaja más que los subalternos...
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