miércoles, 25 de abril de 2012

Frase de la semana

"Por eso me gusta trabajar contigo, porque tienes cerebro"

El autor es mi compañero de al lado, que es un sol. La verdad es que es lo más bonito que me han dicho en el trabajo en mucho tiempo. Aún sigue sin batir la campaña "Laura indefinida" que inició  un compañero de mis tiempos de becaria (y que no prosperó, creo que no hace falta ni decirlo).

Y como bonus, esta lindeza que me dejaron la semana pasada (a la que aún no sé cómo sobreviví) en Twitter:


lunes, 23 de abril de 2012

Defensa Contra las Artes Oscuras

Está visto que en todas partes hay un puesto maldito, y la empresa en la que trabajo no iba a ser una excepción. Hoy ha llegado nuestro tercer "profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras" (paso de dar el nombre real del puesto, que no es de profesor pero algo sí que tiene que ver con las artes oscuras). Si en los siete libros que fue capaz de parir J.K. Rowling iban a profe por año, nosotros ya llevamos tres en poco más de medio año. La diferencia es que a nosotros, en vez en un curso, nos duran tres meses.

No sé qué pasa con el puesto, pero ya circula por la oficina el rumor de que es un puesto maldito. No sé si es el asiento, la naturaleza del puesto en sí o que da la casualidad de que la gente que ha pasado por ahí es más propensa a las desgracias, pero tiene una tasa de rotación muy muy alta comparada con el resto de las sillas, que no han cambiado de culo desde el primer día.

Alguien ha comentado que el nuevo tiene pinta de que va a durar más que los anteriores. Por si acaso esperaremos a que finalice el periodo de prueba, que estas cosas son muy traicioneras. Aunque yo, en su lugar, tendría cuidado con cosas básicas como mirar a los dos lados antes de cruzar o abrigarme bien al salir de casa, que nunca sabes cuándo te puedes llevar un disgusto, aunquen no sea laboral.

Si hay que elegir qué tipo de profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras es, de momento tiene más pinta de Gilderoy Lockhart, premio a la mejor sonrisa siete veces consecutivas por la revista 'Corazón de Bruja'. Como ya se ha encargado de recordarme una amiga, nos falta "un hombre lobo medio gay, un impostor, una bruja, un tipo muy sexi con pinta de malo y luego ya unos gemelos malvados".

martes, 17 de abril de 2012

Mal karma

Hay días que no... y no. Es lo que un compañero llama "mal karma". Y hoy ha sido un día con mal karma para dar y repartir: documentos públicos que no aparecen, cosas que se quedan olvidadas en casa, noticias que se pierden... y Cristina Fernández, la mujer recauchutada, liándola con YPF para disgusto de los periodistas que en ese momento estábamos trabajando.

Intenta manejar la oleada de teletipos mientras sigues el resto de las noticias sin que se te pase ninguna (por ejemplo, que manden a declarar a una exministra en un caso de corruptelas chungas) y ya de paso te haces una noticia ligerita para la edición de mañana. Lo mejor de todo es que la persona que se encarga de las noticias de energía y que lleva estas cosas al día está de crucero por el Caribe.

Si alguien tenía que darme una mala noticia y llevaba tiempo postponiéndolo, hoy hubiera sido un buen día, sobre todo cuando nos hemos enterado de que los señores ministros han decidido declarar a las 21.40. Para qué van a hacerlo a las 21.00, si han tenido cuatro días desde Cristinita, como la llama uno de mis jefes, dio el aviso. Ah, no, que si lo hacen a esa hora les pueden hacer una conexión en directo en el telediario.

Compañero - Joder, las 21.40, qué hora más rara.
Laura - No van a salir a esa hora [ante todo, realista]. Entre que van de un sitio a otro, se preparan y demás, a menos cuarto aún no habremos sabido nada.

Dicho y hecho: a menos cuarto aún no había empezado aquello.


Yo ya no pido que seamos puntuales. Sé que estamos en España y que hay una fuerza sobrenatural que nos empuja en el tiempo para que hagamos todo tarde. Sé por mis fuentes que esa fuerza existe en otros países de clima parecido, como Grecia, así que no soy quien para pedir a nadie que luche contra la naturaleza. Lo único que pido es un poco de consideración a la hora de convocar. O que, si convocas algo a las tantas, sea para decir algo, no para repetir lo mismo que dijo el ministro de tal hace unos días o el político de turno esta mañana. En estos momentos me acuerdo de mi antigua jefa maja y de una de sus grandes frases: "si supiéramos poner voces, podríamos hacer nosotros mismos las declaraciones de los políticos y no tendríamos que hablar con ellos para hacer las crónicas".

Descargada mi frustración contra el mal karma (para eso tengo blog), me voy a dormir.

domingo, 15 de abril de 2012

El club de los 27

Tengo un grupo de amiguetes, particularmente spammers, que este año están fundando su propio 'club de los 27' (es lo que tiene haber nacido en el 85). La diferencia con Jim Morrison y compañía (a parte de que siguen vivos y no tienen peligro de morir de sobredosis o de coma etílico) es que cada vez que entra un nuevo miembro se suman a las felicitaciones reflexiones de todo tipo sobre el paso del tiempo y sus consecuencias y lo que uno tendría que haber hecho o no a estas alturas de la vida.

Me quedan casi seis meses (menos siete días, concretamente) para ingresar en el club y tengo un propósito: llegar al 8 de octubre de 2012, día en que se conmemora mi llegada al mundo, con la menor cantidad posible de cosas pendientes. Vamos, que lo que no he hecho en los últimos años lo estoy haciendo ahora: visitas al dentista, liquidar todos los "ya lo haré otro día" acumulados, recuperar aficiones perdidas... La lista de trabajos pendientes va desde cambiar una lámpara que lleva años siendo provisional (objetivo conseguido hace dos días) hasta tomarme un poco en serio las visitas al gimnasio (con no saltarme ejercicios me doy por satisfecha).

De momento he terminado un libro que abandoné dos veces a medias, he cambiado los tiradores de los muebles de mi habitación, he vuelto a pintar (sí, sé pintar), me he comprado unas gafas de sol graduadas, voy a ponerme ortodoncia, he quitado de mi habitación todas las cosas que he considerado no aptas para alérgicos al polvo (lo que no significa que de pronto me haya vuelto ordenada, porque sigo viviendo en el caos. Más limpio, pero caos al fin y al cabo)... y así un largo etcétera de cosas no demasiado interesantes pero procrastinadas mil veces.

Aún me quedan un montón de cosas que hacer para poner la cuenta a cero de aquí al día señalado, aunque soy realista y sé que algunas no las voy a cumplir por falta de tiempo. En algo menos de seis meses (menos siete días, concretamente) veremos sí he sido constante y toda esta parafernalia ha dado resultado.