viernes, 3 de diciembre de 2010

Premios 2010

Tras un lunes y martes que no han sido como para contarlos por aquí (tanatorios y cementerios mediante), ayer volví a mis funciones de periodista y de persona. No voy a decir que volví a la rutina porque es mentira, ya que ayer, en vez de ir a trabajar por la mañana, tuve que ir a las 18:30 y a una entrega de premios organizada por el medio en el que trabajo. Además de los cuatro pringados que curramos aquí, los jefazos y los dos redactores nuevos (que ya me ha contado mi coordinadora algún chismorreo acontecido durante mi baja por motivos personales), políticos de la zona y de la Comunidad (también se nos coló un alcalde del Suroeste), gente de prensa y de los ayuntamientos y mucho empresario local.

Como hacía un frío considerable y los empleadillos teníamos que estar allí antes para preparar cosas, decidí vestirme por capas: la capa "bonita" para la fiesta y la capa "funcional" para la prefiesta. ¿Esto cómo se hace? Así:
  • Capa bonita: medias, vestido y, posteriormente, zapatos de tacón.
  • Capa funcional: chaqueta larga morada de lana, calcetines de lana de color burdeos por la rodilla, botas de invierno con suela de goma y forro.
La capa funcional cumplió su cometido estupendamente durante el momento de "vamos todos a doblar periódicos y meterlos en bolsas de tela para cuando lleguen los invitados mientras los dos nuevos que han entrado por mediación del nuevo jefe están vete a saber dónde y el nuevo jefe se hace fotos". Luego ya vinieron las azafatas, les cedimos amablemente los trabajos manuales y yo me fui a dejar mis trastos en el ropero y a quitarme la capa funcional para ponerme los tacones (creo que Hell's Tea sigue flipando).

La ceremonia de entrega de premios transcurrió sin ningún incidente (un globo gigante intentó atacarnos a mi jefa y a mí pero lo paramos a tiempo de evitar una catástrofe), excepto para el pobre perro del SAMER (premiaron a la unidad canina de rescate), un labrador muy salao con el que todo el mundo quería jugar y hacerse fotos. El pobre animalico era tan bueno y los de Protección Civil tan pacientes que se dejaron incordiar. Tras el momento vergonzante de "toda la plantilla al escenario para hacerse la foto de grupo", pegarme con señoras para poder conseguir un mísero vaso con algo que beber y que un camarero nos dijera a mi jefa directa (podemos llamarla "jefa maja" para distinguirla del jefe nuevo, que es su superior) y a mí de muy malos modos que ya no sacaban más bebida (conflicto que solucionamos llamando al editor del periódico, que es el que pagaba el sarao), se dio la fiesta por concluida y nos quedamos los más cercanos en la barra libre, de la que sólo pude sacar una copa (estaba de servicio, no era plan) y donde terminé de cháchara con una chica a la que sólo conocía por teléfono, otra por las ruedas de prensa y uno que andaba por allí.

Lo bueno dura poco y la barra libre también, así que subí con mi jefa maja, su consorte, dos amigas suyas y otros dos compis a tomar algo a la cafetería. Eso sí, no sin antes recoger todos mis trastos del ropero y recuperar un tercio de la capa funcional (calcetines y botas). En estas me di cuenta de que tenía un carrerón en la pata derecha de los pantis (claro, eso me pasa por usar medias del Dia) pero ya a esas horas me daba todo igual. ¿Todo? No. Alguien de la zona cumplía años y estaba con la mitad de los poderes fácticos del pueblo celebrándolo. A mi jefa maja se le ocurrió (y tenía razón) que por cortesía profesional había que ir a felicitarlo y allá que fuimos. Y sí, la mitad de los políticos de un pueblo de la sierra me vieron con vestido, calcetines por la rodilla, botas de invierno y un carrerón en una pata.

Y tras el relato, los premios míos propios de esta edición:
  • Premio a cosa chuli de la gala: a la diseñadora gráfica por el photocall.
  • Premio al más estoico: al compañero que, tras salir a las 6 de la mañana de la edición que entregábamos durante los premios, fue a trabajar por la mañana y a la fiesta por la tarde. Mención especial para el perro de Protección Civil.
  • Premio al tedio: a la señora que dio un discurso de diez minutos.
  • Premio paladar de corcho: a quien eligió los vinos del cóctel.
Enhorabuena a los premiados. Y yo me voy a dormir, que he llegado a casa hace un rato (pero eso ya es otra historia).

8 comentarios:

  1. Ya he cotilleado las foticos del fisbús y muy guapa ibas. Seguro que los calcetines funcionales-calentitos tampoco quedaban tan mal! :-P

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  2. Yo todavía estoy alucinando al ver las fotos en las que sales ¡con vestido, medias y tacón!

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  3. @María: la combinación de botazas hasta la mitad de la espinilla, calcetines por debajo de la rodilla, rodilla con carrerón de dos dedos de ancho y vestido era para verla, así contado pierde gracia.

    @Patri: si te sirve de consuelo, hasta yo me veo rara.

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  4. ¿Dónde están esas fotos????????

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  5. Joder con las fotos; están dando más que hablar que los controladores aéreos XD

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  6. Estoy con ruth, donde están esas fotos?
    Por lo demás, en fin, actos sociales... Me quedo con tus expresiones "Lo bueno dura poco y la barra libre también" y, sobre todo, con eso de "paladar de corcho". Maravilloso!

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  7. Las fotos, como comprenderás, no las voy enseñando por ahí (tampoco las tengo, son de una compi) pero María ha revelado en su comentario dónde se encuentran. Y gracias por reírme la gracia del paladar de corcho, empezaba a sentirme incomprendida.

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  8. Sí sí, si a partir del mensaje de María fui a ver las dichosas fotos pero no las encontré... Me habré vuelto tarumba pero no las veo... XD

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