martes, 15 de febrero de 2011

En forma

Después de años sufriendo problemas de espalda, he tomado una decisión drástica: apuntarme al gimnasio. He de decir que, por el momento, estoy cumpliendo, aunque no descarto que en el futuro haya algún día en que el calorcito del edredón nórdico me retenga y prefiera quedarme remoloneando en la cama a hacer dos series de algún estúpido ejercicio, como el pájaro.

Para apuntarse a un gimnasio hay que tener en cuenta distintas variables. Fundamentalmente, tiempo, presupuesto y fuerza de voluntad. Sobre todo fuerza de voluntad. Está muy bien saber lo quieres/debes hacer pero otra cosa es tener ganas para ir con asiduidad a escuchar la Máxima FM y los jadeos de los 'mazaos' cuando levantan tres veces tu peso.

El siguiente paso es elegir gimnasio. Por lo que he podido apreciar, los hay de dos tipos: el gimnasio 'cool' (también llamado gym) y el gimnasio de barrio. Los primeros tienen nombres superestupendos que transmiten la sensación de que, si vas, serás guay. Ejemplo claro: O2 Centro Wellness. Es un gimnasio monísimo y modernísimo por el que paso todos los días con el autobús que me lleva de Moncloa al trabajo y del trabajo a Moncloa (el resto del viaje desde Fuenlabrada ya es otra historia, por lo general mucho más larga). Este tipo de gimnasios también pueden incluir en su nombre cosas como "sport", "place" o "gym" pero por mucho que se esfuercen, no hay palabra tan descriptiva del espíritu de estos lugares como "wellness". Y si ya incluyen servicios como "coaching" y algo que lleve la palabra "balance" (léase "bálans"), ya es la rehostia.

Luego están los gimnasios de barrio, esos por los que llevas pasando toda la vida sin apenas fijarte. Extrañanamente, suelen tirar más por nombres orientales, como si pretendieran darte una sensación de paz interior desde el momento previo a cruzar la puerta. Bueno, la verdad es que la Máxima FM y la fauna que frecuenta ciertos barrios (sobre todo si tu barrio está en Fuenlabrada, zona indiscutible de dominación pokera), no incita precisamente a la paz interior, sino todo lo contario. Aunque no prometen "wellness", al menos son asequibles y seguro que hay alguno cerca, lo que para mí ya es suficiente. Con llevar el iPod cargado ya es suficiente para sobrevivir a la Máxima. Lo de la paz interior puede esperar a otro momento.

Una vez eliges gimnasio, tienes que ir a apuntarte. La gente que se dedica a cosas relacionadas con el aspecto físico tiene la cualidad de ser ofensiva sin proponérselo. Si las esteticistas tienen la cualidad de hacerte sentir como un ser peludo con la piel más cuarteada que el sofá de tu abuelo, los monitores de gimnasio saben cómo hacer que una persona se sienta gorda, flácida y débil, aunque lleves toda la vida haciendo deporte regularmente. Yo entiendo que viven de los complejos de los demás pero ¿de verdad es necesario? Por suerte siempre hay alguien que te levanta la moral: la chica regordeta con la que tantas veces te has cruzado por la calle o en el cole y que a los 10 minutos en la elíptica ya está con la lengua fuera. Todos necesitamos a alguien a quien admirar pero también a alguien a quien mirar por encima del hombro para sentirnos realizados. Y no lo digo yo, lo dice Christopher Moore.

A las horas que yo voy al gimnasio, quitando amas de casa aburridas, señoras, jubilados y un par de chicas desesperadas por quemar calorías, sólo está la mujer a la que a partir de ahora llamaremos Madonna (algo así pero sin las gafas de sol), su hija (que sólo se parece en que usan el mismo Pantone de pelo) y los mazaos que hay en cualquier gimnasio a cualquier hora cogiendo peso como mulas. Ahora parece ser que Madonna ha tomado el control y lidera a las chicas desesperadas por quemar calorías (posiblemente antes de una boda o después de un parto) y su hija y les da instrucciones sobre qué ejercicios hacer y cómo. Al ritmo que llevan, calculo que necesitarán unas tres vidas de ejercicio regular (mes arriba, mes abajo) para estar como Madonna (tanto la de los Grammy como la de mi gimnasio de barrio con nombre oriental), incluida la hija. Lo dicho: todos necesitamos a alguien a quien admirar.

De momento no sé si me estará sirviendo de algo o no, que sólo llevo desde el lunes pasado. Sospecho que el gimnasio no será fuente de muchos post, porque a las 9.30 de la mañana hay poco material literario que rascar.

7 comentarios:

  1. - Maxima FM esta muy bien y no te quejes que cuando vas en el coche conmigo siempre se escuchó y eso y jamás te quejaste.

    - Estas gorda, asúmelo. Te lo dice tu monitor del gimnasio y te lo digo yo. Por lo menos una talla tienes que perder. (si, yo también estoy gordo)

    A todo esto, algún día volveré al gimnasio, que yo siempre fui al del barrio y no a uno de esos fashion

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  2. Tienes que ir algún día en horario de más afluencia de público para deleitarnos con uno o varios posts de fauna de gimnasio. Yo lo tengo pendiente. Y eso que en mi gimnasio (que es de barrio pero, curiosamente, incluye las palabras "Fitness" y "Club" en su nombre) tiene tres plantas separadas para aerobic, musculación y spinning-cintas-elípticas-waves-escalones-bicicletas convencionales y yo, al ser exclusivamente usuaria de la planta más alta, no veo mucho mazao.

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  3. Yo al final lo dejé porque me aburría mucho.

    Dicen que el pilates va muy bien para la espalda, que es lo que a ti te interesa. Tengo dos amigas haciéndolo y están encantadas.

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  4. @Gamab: no me quejé, sólo te regalé un CD. Yo soy mucho más sutil que un simple lloriqueo. Y está bien que asumas que estás gordo.

    @Profa: si tiene tres plantas e incluye las palabras "fitness" y "club" se puede considerar gimnasio cool.

    @Patri: le veo dos inconvenientes 1) no me atrae el pilates y 2) mis horarios son incompatibles con más clases.

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  5. Un día te pasas y verás que de "cool", rien de tout. Además, todo el glamour que pudiera otorgarle el nombre se fue a la mierda el día que vi a la monitora de bodycombat tirándose de los pelos con una marroquí a la puerta del gimnasio mientras se ponían de puta para arriba.

    También es cierto en un radio más que aceptable hay un par de gimnasios cool: "Siderópolis" y "Vrban Fitness". Creo que en ambos te cobran hasta por pasarte a preguntar.

    Pilates caca. Es tan, pero taaan aburrido... Admiro a las personas a las que les gusta, en serio.

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  6. ¿Tirándose de los pelos? Supongo que consideró excesivo recurrir al bodycombat.

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  7. Tirarse de los pelos quema más calorías. Lo que pasa es que no es muy popular entre la gente.

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