Es el tiempo exacto que he tardado en hartarme de la vida contemplativa. No he podido evitarlo y ya me he puesto a quedar con gente, he organizado apuntes de los idiomas varios que tengo que estudiar este verano (sólo organizar, que aún queda mucho), he ido a la biblioteca a por material para entretenerme unos cuantos días, he mandado unas cartas que tenía pendientes, he retomado la vida sana y el ejercicio (véase ir a la piscina) y he empezado un portfolio de mis grandes éxitos laborales (entre los que no se encuentra la web de mi jefe, Diox me libre).
Lo sé, soy un estrés de persona. Pero se siente, tendréis que quererme tal como soy.
eh, pues has aguantado bastante...
ResponderEliminaren realidad hice trampa
ResponderEliminarpero la hiciste de manera elegante...
ResponderEliminarpor supuesto, porque yo soy muy elegante (incluso haciendo trampa)
ResponderEliminarLo de las trampas es lo de menos. Mira al tipo este exreservafederal, haciendo la misma trampa que todo el mundo, pero a lo grande, con glamour, con estilo...
ResponderEliminarPues a mí me encantaría dedicarme a la vida contemplativa, cervecera, piscinera, playera y campera. Ya ves!! Eso si, cobrando, jaja.
ResponderEliminarClaro, si te subvencionan mola llevar esa vida. Lo malo es cuando ves que no puedes irte de vacaciones, no puedes ir a cumpleaños (porque el que cumple años se ha empeñado en ir a una discoteca grande) y tienes que ir restringiendo las salidas de los fines de semana por falta de presupuesto.
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