sábado, 24 de octubre de 2009

Balance

Ya termino, en serio. Supongo que los cinco post anteriores os habrán saturado. Este va a ser cortito, sólo es una lista de cosas que saqué de mis paso por la universidad.

Superpoderes desarrollados:
  • Capacidad inventiva para llenar páginas y páginas con cualquier cosa
  • Fotofobia
  • Criptografía (dadme los apuntes de cualquiera, que yo los transcribo sin problemas)
  • Invisibilidad (¿sabes cuando un alumno levanta la mano y el profesor pasa? Pues eso. También me pasa con los camareros)
  • Hipervelocidad tecleando (demasiadas prácticas en muy poco tiempo)
  • Visión especial para detectar colores, tipografías, dobles espacios, tracks demasiado comprimidos o expandidos y cualquier cosa que pudiera suponer un "motivo de suspenso" para un profesor de diseño. Lástima que la carrera también me costara alguna dioptría extra.
  • Telepatía (desde entonces, puedo mantener conversaciones mentales con mis amigas)
  • Mi cuerpo y mi mente pueden actuar de manera independiente (esto era muy útil cuando tenía que coger apuntes pero necesitaba el cerebro para solucionar algún marrón de otra asignatura o simplemente me faltaban horas de sueño)
También son muy interesantes las cosas que aprendí entrevistando a un profesor de la Escuela Politécnica Superior (campus de Leganés). La entrevista iba sobre resolución de problemas matemáticos con inteligencia artificial pero también me explicó off the reccord cómo funcionan las evaluaciones al profesorado. Por lo visto, sí que las leen y les pasan los resultados a los profesores después del cierre de actas, para que la opinión de los alumnos no influya en las calificaciones. A los docentes que sacan mala nota dos cuatrimestres seguidos, los mandan a Colmenarejo. Para que nos entendamos, es algo así como cuando antiguamente mandaban a los exiliados a Siberia: está lejos, hace fresquete y el viaje en tren hasta allí es largo. Lástima que esta información llegara a mí durante el último curso.

Para que luego digan que en la universidad sólo se aprende a tener mala letra.

6 comentarios:

  1. ¿¿¡¡!!??, ¿Dices en serio lo de Colmenarejo?, eso explica muchas cosas...madre mía, y eso que en Leganés nos tienen por los mimados...

    ResponderEliminar
  2. Yo te digo lo que me han contado, no me he desplazado hasta el lugar de los hechos a comprobarlo. Eso sí, también me contaron que si tú, alumno de Colmenarejo, quieres una tutoría con un profesor de cualquiera de los otros dos campus, dicho profesor está obligado a desplazarse a Colmenarejo. Por el contario, si yo, alumna de Getafe, quiero una tutoría con un profesor de Colmenarejo, ya puedo ir a la biblioteca a por un buen libro, porque el trayecto en Cercanías desde Fuenlabrada es largo.

    ResponderEliminar
  3. Yo la mala letra la traje ya de casa, no necesité la ayuda de la UC3M :-P

    ResponderEliminar
  4. @Irene: he de reconocer que nunca he tenido una letra bonita pero desde que terminé la universidad es muchísimo peor. Sólo le encuentro dos explicaciones: horas y horas de coger apuntes o genética.

    ResponderEliminar
  5. me encanta la comparación Siberia-Colmenarejo

    ResponderEliminar
  6. En Fuenlabrada y Getafe todavía hace gracia. Si te vas a Galapagar pierde efectividad.

    ResponderEliminar

Opinar es gratis