martes, 20 de octubre de 2009

Segundo día, segundo curso

Mi segundo año de carrera (curso 2004-2005) lo terminé traumatizada y con menos pelo. No, no se me cayó, simplemente me pillé tal rebote que, en un arrebato de locura, fui corriendo a la peluquería. Pero no adelantemos acontecimientos, que eso es del segundo cuatrimestre.

Por alguna extraña razón, todas y cada una de las asignaturas de aquel año tenían prácticas, incluso Geografía Descriptiva y Humana (cuyo examen duró más de 4 horas, por cierto, yo no sé a qué aspiraba ese señor). Aquel año no es que tuviéramos mucha vida social, más allá de la universidad y de los trabajos. Incluso quedábamos los fines de semana y los días que no teníamos clase para poder terminar a tiempo las prácticas en grupo. ¿Y los festivos y puentes? A leer todos los libros que nos mandaban y los cientos de miles de fotocopias que nos dejaban en reprografía.

En cuanto al profesorado, tuvimos de todo: un señor clasista que nos dijo que si nos parecía caro un manual de 70€ que sólo servía para su asignatura no estudiáramos (en otro grupo dijo que no le parecía bien que las clases medias pudieran acceder a los estudios superiores), otro con forma de limón que mandaba trabajos rarísimos (pocas veces me he sentido tan gilipollas como aquella vez que tuve que recortar formas de países en papel milimetrado y pegarlas después en una cartulina azul tabarca), una que se limitaba a ponernos documentales en vídeo y luego se marchaba (y que se pilló una baja por lumbago), otra con la voz tan aguda que se cascaban un par cristales cada vez que abría la boca... pero esto no es nada comparado con el ser al que voy a dedicar este post: la maligna, a la que tuvimos que sufrir durante el segundo cuatrimestre (el cucaracho y el retorno de la sosa os los dejo a vosotras, chicas).

Esta mujer daba una asignatura de la que, en mi humilde opinión, no tenía ni puñetera idea. No sabía usar el Power Point, por lo que nos traía las transparencias en Word con letra supergigante. Y tampoco sabía lo que era un salto de página y se tiraba toooooda la clase bajando líneas con la flechita del teclado. Bueno, el día que explicaba, porque apenas pudimos coger apuntes de esa asignatura. ¿A qué dedicaba las clases entonces? Pues, entre otras cosas, a sus idas de olla y a acosar al delegado. Yo creo que el pobre chaval no ha vuelto a dormir desde aquel día que la tipa ésta se le sentó delante en una postura de todo menos cómoda y empezo a mirarle lascivamente. El resto del tiempo, era simplemente desesperante y daba las dos horas enteras y si un triste descanso de cinco minutos, lo que hacía que muchos sintiéramos ganas de recurrir al suicidio.

Pero lo mejor de todo fue el examen. Le habíamos preguntado millones de veces cómo sería y ella aún no lo había decidido. Nos dijo algo así como "no sé por qué os preocupa tanto el examen". Copón, pues porque si lo suspendemos tenemos que verte el careto otra vez en septiembre. Finalmente, se dignó a darnos una respuesta:
Profesora - El examen constará de tres partes: un test, dos preguntas cortas y una pregunta larga.
Alumna - ¿El test será multirrespuesta?
[varios segundos de silencio]
Profesora - Sí. Tú tienes tres opciones: la A, la B y la C, y eliges una.

Llegó el día del examen. La señora se planta delante de la clase y nos suelta: "Bueno, el examen ha cambiado un poco". ¿Un poco? "El test lo he quitado y las tres preguntas se han convertido en una sola. ¡Pero os dejo elegir!". Vale, me estás diciendo que, como no te ha dado la gana preparar el examen, has sacado dos temas a boleo de entre todo el material infumable y sin sentido que has dejado en reprografía y que me vas a poner la nota que te dé la gana. Pero gracias por dejarme elegir la pregunta.

Efectivamente, nos puso la nota que le dio la gana. Jamás he visto tanta gente en una revisión de examen. Fíjate lo bien que corrigió, que una alumna que no se había presentado sacó un notable. Entré a la revisión con mi 3 (seguro que esto lo hizo el universo para compensar aquel examen para el que aprobé sólo con leerme el temario el día de antes y poder recobrar así su equilibrio). Para empezar, la mujercilla no hacía más que llamarme María. Pero eso no fue lo mejor, lo mejor fue cuando le pedí ver mi examen, ella me lo dejó y vi que no tenía ni una sola marca de bolígrafo.
Laura - Perdón, hay una cosa que no entiendo.
Profesora - Dime, María
L - Me llamo Laura (por tercera vez)
P - Ay, perdona
L - ¿Qué es lo que he hecho mal?
P - Esto... (buscando a toda prisa en el cuadernillo de examen). ¡Sí, aquí!
L - ¿Qué?
P - Ésta palabra no existe
L - ¿Qué palabra?
P - Blog [sí, estáis leyendo en un blog que a alguien que tienen un blog le han dicho que no existe la palabra blog]. No se dice blócgs [ella pronunciaba así de bien]
L - Entonces, ¿cómo se dice?
P - We'lós

Supongo que querría decir "weblog" pero en ese momento estaba sumida en mi propia indignación, pensando en la reclamación que le iba a poner y en pedir una doble corrección de examen. Fui al punto de desinformación de la Facultad de Comunicación, desde donde me mandaron al punto de información de Ciencias Sociales y Jurídicas. Una vez allí, me dijeron que la reclamación tenía que ponerla en Comunicación. No sé con qué cara miré al pobre becario pero me hizo el favor de recoger la reclamación muy amablemente, aunque fuera para el Departamento de Comunicación. Escribí la reclamación de forma educada (faltaría más), aproveché la misma para pedir la doble corrección y, con el mismo impulso que me llevó hasta el punto de desinformación, pasé por la peluquería esa misma tarde y me corté el pelo a la altura del lóbulo de la oreja (menos mal que el pelo crece).

Varias semanas más tarde (por no decir mes y pico) recibí un certificado de la universidad, en el que decía que, tras haber consultado la profesora, ésta había afirmado que no hubo ninguna irregularidad en la corrección de los exámenes. A ver, no te va a decir "no me dio la gana corregir los exámenes de segundo ¿qué pasa? Es que son ochenta y tantos alumnos y escriben mucho". Como la palabra de la profesora tenía más peso que todas las reclamaciones que le pusieron, creyeron su versión y denegaron las dobles correcciones.

Por lo que supe más tarde, echaron a esta profesora de la UC3M. Al curso siguiente estaba dando clases en otra universidad pública, de la que a partir de aquel día me alegré de no ser alumna, aunque me pillara más cerca de casa y nunca me haya gustado madrugar.

Y, para terminar, algunas frases que me amenizaron el año. Así os desintoxicáis un poco del truñazo que acabo de soltar en un momento.
  • "Se me ha puesto todo de punta" (Fotoperiodismo)
  • "Si no se finje, no les puede ir bien" (Fundamentos de la Economía)
  • Profesor: "Los ricos también entran en el reino de los cielos. De hecho, entran más que la gente normal" - Alumna: "Sí, porque untan a San Pedro" (Fundamentos de la Economía)
  • "Si no vas al gimnasio, te conviertes en un paria de la tierra" (Historia del Mundo Actual)
  • "¿Y por qué siempre viene alguien y te mata?" - "Por gilipollas" (conversación con una compañera acerca de las leyendas urbanas)
  • "¡Que diga que no se lo sabe, no que se invente cosas!" (acerca de la extraña conducta de algunos profesores durante las explicaciones)
  • "¿A otros profesores también se les atranca la llave?" (Comunicación Corporativa)
  • "Perdón, no miréis, que os vais a marear" (Comunicación Corporativa)
  • "Desechad sucesos tipo 'Niño se traga un cocodrilo'" (Relato Informativo I)

12 comentarios:

  1. Creo que se de qué profesora hablas. Orsonbuels también sacó un 8 sin presentarse al examen. Y el pobre fue y se lo dijo a la profesora "...mire creo que ha habido un error...". Qué majete. Y la tía, qué zorrón.

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  2. Aaaaay la Maligna y su 'chechi-chechi'. Momentos memorables...

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  3. @La mujer del médico: como para no saberlo, si era todo un personaje. ¿De dónde la sacaron?

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  4. Yo también la recuerdo, con sus collares, bolsos y zapatos perfectamente conjuntados. Y su "curiosa forma de hablar", se deleitaba cada vez que decía el nombre de alguna consultora (Deloitttteeeee).

    Quiero aportar una frase más de aquel año, de la clase de Historia:
    Alumna: Perdona, tengo una duda acerca de...
    Profesora: Yo no estoy aquí para solucionar dudas, eso lo miras en un libro o manual de Historia.
    Y tan tranquila dio al play y puso el documental de turno.

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  5. La de Historia también era una buena pieza. Recuerdo que se cogió una baja (total, para lo que hacía...) y nos mandaron un sustituto que, en un solo día, nos dio un montón de apuntes.

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  7. Ay, qué risa me ha dado leyendo y recordando las explicaciones de La Maligna (lo siento, el apodo se merecía las mayúsculas), además del cambio radical de examen (gracias por incluirlo, Laura, es que esa definición de multirrespuesta es digna de la RAE).
    Otras perlas de esta mujer fueron bajar la nota (o incluso suspender, no recuerdo bien) por poner "fraguar" en el examen. Eso sí que es surrealista y no los cuadros de Dalí :-P

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  8. ¿Por poner "fraguar" en el examen? Eso me recuerda a un examen de Historia de 3º de BUP en el que me quitaron 0,25 por poner "medrar", ya que el profe no sabía el significado.

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  9. jo, pues he tardado en saber quien era hasta lo de la revisión... Es q tiendo a olvidar los malos momentos (memoria selectiva q tengo). Yo me merecía un 6 y suspendí con un 4, y aún no sé porqué, porq no me dio la razón y no tenía tp nada en rojo, y además le hize el trabajo sobre el libro ese peñazo q nos mandó... Creo q por pimera vez la charlie hizo justicia y la echaron por incopetente, y ya en septiembre aprobó a todos, claro. La acababan de echar de esa "gran consultora que se quemó". Eso dice todo ya.
    Y la de historia: vaya personaje!!! Como siempre, el sustituto era mejor.

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  10. @Irene: pues si vio que habías puesto "fraguar" es porque al menos leyó esa parte.

    @Mery: ¿a que le queda bien "La Maligna"? Es que era mala mala mala. Yo también le hice el trabajo del libro coñazo y le entregué un trabajo sobre la comunicación interna en una empresa, con anexo y todo. ¡Hasta me curre una carpetilla para el anexo! Pero nada, no hubo manera, la señora me atribuyó la invención del blog.

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  11. Ya sé que la cosa es seria porque durante cinco años nos hicieron la vida bastante... triste (por decir algo suave) pero leyendo cosas como esta es que no puedo evitar troncharme XD

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  12. Si todo el mundo sabe que se escribe vloj! (o en su defecto guerloj!)

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