viernes, 21 de mayo de 2010

Día 5 (27-04-2010)

Hoy por la mañana conduzco yo. Ya iba siendo hora ¿no? Que el coche lo pagamos entre todos. Pasé de Misouri a Kansas, creo que me encontré todas las rotondas de Kansas (dos pero es que aquí son más de poner cruces y semáforos). Terminé Kansas, cosa que no tiene mucho mérito porque la Ruta 66 sólo pasa por tres pueblos, y entramos en Oklahoma. También tuve el honor de encontrarme los primeros tramos de ruta off road (lo que en mi pueblo se llama "camino de cabras"), que primeor eran de arcilla y luego ya pasamos a la gravilla.

Llegados a este tipo de superficie, el coche empezó a culear, por lo que fue Gamab (ya cambiará de nombre en su debido momento) quien tomó el control de la situación (pero no lo hice tan mal). Luego volví a conducir hasta la hora de comer, que lo dejé porque conducir tantas horas seguidas cansa mucho y yo no estoy acostumbrada a hacer trayectos más largos que Fuenlabrada-Fuencarral.

Durante la mañana hicimos una parada en la típica tiendecilla de madera llena de muchas y variadas cosas regentada por un señor mayor. Estuve un rato largo buscando los cebos de pesca, las semillas y demás artículos que uno espera encontrar en un lugar así pero no los vi. Eso sí, el señor tenía un combi tele-deuvedé donde estaba viendo Cars, muy propio para la Ruta 66. Nos preguntó de dónde éramos y nos dijo que estuvo varios años en Europa porque fue veterano de la Segunda Guerra Mundial. También nos advirtió de la inminente llegada de un grupo de jubilados británicos que estaban haciendo la Ruta 66 en autobús (sí, en autobús). Esos no creo que se metieran por caminos de tierra y grava. Salimos de allí justo cuando los británicos invadían la tienda.

Por la tarde encontramos tramos históricos de la ruta, muchos sin pavimentar, pero la mayoría están cortados y hay que dar la vuelta para volver a la carretera. Con estas "excursiones" perdemos mucho tiempo y eso no es bueno, porqueno vamos precisamente sobrados de tiempo según nuestros cálculos.

Pasamos por una ballena azul (ya subiré la foto) donde encontramos un grupo de gente pescando. Aunque está en medio del campo, tiene una caseta con dos restroom, así que el hombre del restroom aprovecha para hacaer una visita, c omo cada vez ue hacemos una parada. Le propongo hacer fotos de todos los restroom de la Ruta 66 y luego editar un libro de arate pero no le gusta la idea. A mí me parece buena, sobre todo después de que un tipo hiciera algo parecido con 26 gasolineras.

Los de la pesca también tienen ganas de hablar. Uno de ellos nos pregunta si somos rumanos, supongo que porque hablamos algo que viene del latín que no suena a francés ni a italiano. Tienen un cubo con peces pequeños que usan de cebo para conseguir peces medianos. Nos explican que los peces medianos los utilizarán como cebo para peces grandes. Ahora comprendo el sentido literal de aquello de que "el pez grande se come al pequeño".

Continuamos hasta el museo de Will Rogers, un hombre que tuvo tiempo de hacer muchas cosas en la vida hasta que se piñó con un avión y después fuimos al museo de las armas. Jamás pensé que diría la frase "mira cari, cositas nazis" en un museo de armas de Oklahoma pero uno nunca sabe de lo que es capaz. Lo sorprendente de este museo (aparte del tanque aparcado a la entrada) es que es una colección privada. El dueño del arsenal había intentado hacerse con todos los modelos de todas las armas que había podido, sobre todo rifles. Armas cortas había muchas menos, sobre todo armas modernas, pero ahí estaba ella... el águila del desierto (como cada año, os recuerdo que mi cumpleaños es el 8 de octubre; Irene ya me regaló la suscripción a la Asociación Nacional del Rifle).

La siguiente parada fue Tulsa, capital garrula de América. Por si alguien tiene curiosidad en saber qué pinta tiene Tulsa, os diré que son cuatro rascacielos en medio de la nada. Después de un lío con los parkímetros, descubrimos que no teníamos que pagar y nos pusimos a buscar el "centro del universo", un punto sobre un puente donde se produce una especie de reververación. Es curioso, porque está a cielo abierto, no hay paredes cerca que produzcan el efecto y funcionaba con todo el mundo menos conmigo.

Seguimos la ruta e hicimos noche en Stroud, un pueblo donde debimos de ser los primeros que iban de un sitio a otro a pie y cruzaban calles. Prueba de ello es que la gente nos miraba y que no había pasos de cebra en ningún punto de la calle principal. Volvimos a tener el problema del horario de cierre de los restaurantes y terminamos en una pizzeria donde encontramos a tres familias (cada una con padre, madre y niños pequeños) vestidos como si fueran equipos de algún deporte, cada uno con su número (el mismo para todos los miembros de una familia) y un dorsal que decía si eran padre, madre o hijo. Creo que lo último era bastante obvio pero allá ellos.

El motel de hoy no tiene wi-fi, así que intentamos rapiñar algo en la pizzería con el iPhone del manso para enviar mails a nuestras familias. La verdad es que el motel era muy cutre y en la otra habitación no tenían toallas. Fuimos a quejarnos al hindú de turno, que hablaba aún peor inglés que nosotros, y les llevó una toalla a los que no tenían ninguna y nos trajo dos toallas (más) a la otra habitación. Lo único que me pude llevar de allí fue una caja de cerillas, que no compensa la diferencia entre lo que pagamos y la cutrez del lugar.

Foto del día: recordad, 8 de octubre.



Foto del día (ahora en serio): la ballena.

9 comentarios:

  1. Oye, pues la ballena se parece mucho a un dragón que hay en un parque cerca de mi casa. ¿Qué lleva en la cabeza, una gorra?
    Yo sugiero mejor hacer un libro artístico con las habitaciones cutres de motel, que me imagino que tendrán su encanto.

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  2. Todo muy correcto. Haga el favor de poner alguna foto más. Gracias.

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  3. @Hell's Tea: quiero ver ese dragón. Sí, la ballena lleva una gorra en la cabeza. Lo mejor de todo (que no se ve desde este ángulo) es que la cola tiene unas escaleras para subirse.

    @S4nTy: me alegro de que esté todo correcto. El tema de las fotos es una odisea personal paralela a la narración de la ruta en la que estamos implicados el Photoshop, 467 fotos de una cámara digital compacta que hace lo que quiere y yo. Cuando haya terminado la fase de filtrado, apaño y clasificación, haré un álbum en Picassa con las que merezcan la pena y colgaré el enlace.

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  4. ¿En algún momento te paraste a pensar si donde estabas, realmente, era un parque temático de las películas norteamericanas...?

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  5. Si Hell's Tea se refiere al dragón de La Elipa, la verdad es que sí, un aire se dan XD (Si no es ese dragón, entonces se parece a dos dragones XD).

    Peligro tienes tú con una de la de la foto de arriba entre las manos... Besos!!!

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  6. @María: pues la verdad es que no pero ahora todo lo que sale en las pelis y las series empieza a cobrar sentido.

    @Vicky: no, sólo la usaría para hacer el bien :P

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  7. @ Vicky: efectivamente, es el famoso dragón de La Elipa.

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  8. Me mola la ballena, pero las armas... ¡más!

    Yo voto por el libro de los restrooms, si lo hace lo compro (si lo maquetas tú, claro)

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  9. Claro, si lo del libro era una estupendísima idea.

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