Siguendo el ejemplo de
Hell's Tea, me dispongo a hacer mi diccionario de 2010. A ver qué sale, porque lo voy a ir improvisando mientras escribo.
A de Alpedrete: pequeño municipio de la Sierra de Madrid que descubrí hace un par de meses por causas laborales. Aún no me puedo quitar de la cabeza el tono de rosa de la chaqueta de paño de la alcaldesa.
B de Berlín: volví allí en mayo para un evento de búsqueda de empleo que, como podéis ver, no dio sus frutos. También intenté entrar en el departamento de prensa del Parlamento Europeo en esa ciudad dos veces, quedándome en lista de espera dos veces. Aún estoy a tiempo de que alguien muera y me den su plaza.
C de concurso de acreedores: en esas se encuentra una empresa que me debe 500 euros de un trabajo que me chulearon y que además es la misma con la que
Ruth tuvo conflictos laborales.
D de defunción: tres en menos de un mes y dos de ellas el mismo día. Ya vale ¿no? En el trabajo deben de pensar que soy la Muerte, así que no me extrañaría si no me renuevan.
E de enciclopedia: el trabajo con el que empecé el año, que era una enciclopedia de arte en francés. No terminó muy bien que digamos.
F de friki: porque creo que cada día que pasa y voy descubriendo cosas nuevas, como pelis y series, lo soy más.
G de gato: soy alérgica a estos hermosos bichitos pero no soy sensible, lo que significa que pueden estar cerca siempre y cuando no me muerdan o arañen (o yo a ellos). Además, Gamab y yo ya hemos elegido el nombre de nuestro futuro gato, que será la tercera cosa que compraré cuando me independice, detrás de un colchón de 2x2 y una nevera.
H de hora: lo que cada vez pierdo más en el trabajo sin que me hayan subido el sueldo, a pesar de que últimamente estoy haciendo como mínimo el doble de las que tengo por contrato. Como una semana me dé por hacer lo que los controladores aéreos, el miércoles ya no tengo que aparecer por el curro.
I de iMac: por supuesto. Estoy muy contenta con mi cacharro, que me compré con el dinero de los primeros libros de la enciclopedia de arte y con el que maqueté los restantes tomos y he hecho alguna que otra cosilla más.
J de jefe: la que era jefa cuando llegué, y a la que aún sigo llamando así y consultando cuando tengo que hacer algo dudoso, es muy maja y es friki (todos los lunes comentamos el capítulo de The Big Bang Theory y está emocionada porque su novio le regaló por su cumple un cacho libro enorme con cosas de Harry Potter). Hará como un mes, nos trajeron a un jefe nuevo, quitándole responsabilidades a mi jefa, con el que difiero bastante en opiniones, ideas y métodos de trabajo, sobre todo cuando los nuevos métodos de trabajo implican hacer más horas y cobrar lo mismo. Además creo que no le caigo en gracia y se parece al jefazo gordo de The IT Crowd.
K de kilo: los que estoy ganando desde que los horarios de trabajo y los temas familiares me impiden ir a la piscina.
L de libro: porque con lo que tardo en ir y volver de trabajar todos los días da tiempo a leer bastante.
M de Madrid: una de las secciones que me toca gestionar en el trabajo. Ya me conozco todos los modelitos de Espe.
N de no: lo que me han dicho en todas las entrevistas de trabajo que he hecho este año.
O de obras: está claro que las atraigo. Al día siguiente de mudarme en mi piso en Berlín, empezaron las obras. Ahora está en obras la calle en la que está mi trabajo.
P de perfectivo: una de esas cosas del idioma ruso que hacen que me sienta subnormal.
Q de Quark: ya he descubierto la versión 8. También he descubierto que el tío que hizo la nueva maqueta es un cutre.
R de Ruta 66: y ya está, hay cosas que no necesitan explicación.
S de sueldo: no está mal y además he tenido paga extra pero si me pagaran las horas que trabajo de verdad, y no las que se supone que trabajo por contrato, mi vida sería mejor y llegaría a casa menos amargada y deprimida.
T de tortura: lo que más de uno se merece.
U de universidad: hace dos años que la terminé pero ya me he planteado un par de veces hacer un máster. Lo malo es que los que veo por ahí y que están a mi alcance no me gustan.
V de visita: la de La Vaga, que me recibió en el metro de Ópera con un gran abrazo, o la de Patri, que viene mañana a los madriles. A los que no me visitáis también os quiero, no os pongáis celosos.
W de WTF!: lo que pienso muchas veces a lo largo del día.
X de xilófono: así es como llama mi padre al sonido producido cuando mi vecina de arriba tira la guarrerida que ha barrido de la casa por la terraza, justo encima de mis plantas. Es el ruido que me despierta casi todas las mañanas.
Y de yo: porque yo lo valgo y porque, aunque ahora no lo sienta, algún día encontraré el lugar que me corresponde y no llegaré a casa todos los días tarde y amargada ni tendré sólo media nómina a final de mes.
Z de zorrera: la que tengo montada en mi cuarto. Por mucho que pasen los años, siempre seré desordenada. Pero no pasa nada, porque Gamab me gana por mucho.