Ayer escuché en el telediario de mediodía que, según una encuesta de ésas que no sé a quién hacen, sólo el 16% de los hogares españoles tienen un belén. ¿Sólo? Pero si montar el belén es divertídisimo. Una vez que te has peleado con las pelusas gigantes del trastero y le has quitado a la caja toda la mierda que ha ido acumulando a lo largo del año, el resto está tirado.
Hay belenes para todos los gustos: de escayola, de plástico, de cerámica, de madera, handmade, de galletas... El de mi casa no entra en ninguna de estas categorías, porque es un belén posmoderno. ¿Y eso cómo se hace? Pues poniendo todo lo que se te ocurra. Eso sí, hay que seguir un criterio; por ejemplo, en mi casa ponemos todo lo que haya salido de un roscón o no sepamos cómo pero ha terminado en la caja del belén. Éste es el resultado:
miércoles, 30 de diciembre de 2009
lunes, 28 de diciembre de 2009
Clásicos navideños (vol. III): comidas y cenas de Navidad
La comida de empresa. La cena de la universidad. La cena con tus amigos. Otra cena con los compañeros de aquel curso de idiomas en el que te matriculaste años ha. Comer con los antiguos compañeros de trabajo... y así hasta un sinfín de cenas y comidas de Navidad que llenan las agendas de la gente en estas fechas tan entrañables. ¿Todas? ¡No! Yo sólo he tenido cena y media y una comida. Eso sí, todas concentradas la misma semana.
Las reuniones sociales comenzaron el miércoles, con la media cena. Fue media porque pasé de la parte cena y fui directamente a medianoche. Allí me esperaban siete informáticos borrachos (el que me corresponde iba especialmente perjudicado) con ganas de irse de copas. No preguntéis por qué pero, por alguna extraña razón pasamos algún tiempo en la calle bebiendo el famoso combinado Rachmaninoff que descubrí gracias a Hell's Tea, mientras debatíamos por qué precio se dejaría sodomizar alguno de los informáticos que me acompañaban. Creo que lo dejamos en 700.000€ ó 3.000 vírgenes. Luego ya decidimos ir a un sitio cerrado donde llegué a la conclusión de que, para eso, salgo por Fuenlabrada, que hay el mismo tipo de gente, la misma música, el garrafón es igual de malo, no me cobran 8€ por la entrada y estoy a cinco minutos de mi camita.
Para ser media cena no estuvo mal, hay que reconocerlo, pero la cena completa del sábado también tuvo lo suyo. Si a eso lo sumamos que la enlacé con una comida al día siguiente (sobremesa y tomar algo por la tarde incluido), os podéis imaginar cómo me he levantado esta mañana. Eso sí, nada de resacas, que una es muy sana.
La cena completa fue con un grupo de treintañeros, todos casados, algunos incluso con hijos, a los que les caí en gracia en la boda de mi prima. La invitación vino por parte de mi prima y su marido, que decidieron añadirme a la lista. Finalmente, fuimos 14 personas, de las que no cabe ninguna duda que yo, a mis 24 añitos, era la más joven. Creo que el más cercano me sacaba 10 años pero aún así me aceptaron. La cena incluía vino, un montón de entrantes, un segundo plato normalillo (en mi caso fue un chuletón de buey medio crudo) y unos postres muy grandes que estaban muy buenos. Después sorteamos los regalos de amigo invisible y no fue del todo mal: solté una de las botellas de Passport de las cestas de navidad y recibí un boli muy bonito a cambio. Para una yonki del material de papelería, un bolígrafo Parker es un buen regalo, aunque sea un modelo de 8 euros.
Después de la cena, el reparto de regalos y las despedidas pertinentes de quienes se tenían que ir a cuidar a sus hijos, nos quedamos la mitad. Fuimos a parar a un karaoke, donde descubrí que, según con quién me compare, no canto tan mal. Luego nos marchamos a casa de mi prima y nos pusimos a ver capítulos repetidos de 'Aquí no hay quien viva' en familia hasta las 4. No sé por qué, pero la penúltima vez que me quedé a dormir en casa de mi prima en fechas similares terminamos viendo 'Loca academia de policía' a horas extrañas, debe de ser una tradición navideña de mi familia.
Por la mañana, el tiempo justo para desayunar, ducharse y salir pitando hacia la comida navideña con algunas de mis excompañeras de la uc3m. El restaurante no estaba mal, si no fuera porque los camareros pasaban de nosotras y nos tocó entre un grupo de matrimonios con muuuuuchos niños pequeños (muchos de los cuales estuvieron a punto de morir extrangulados) y un grupo de mujeres que no hacían más que chillar y reírse a carcajada limpia. Eso de hablar a voces en un restaurante no mola pero mola mucho menos que Blanca diga que dentro de 10 ó 20 años seremos como la mesa de las señoras chillonas. Yo quiero pensar que dentro de 10 ó 20 años seremos gente importante y tendremos algo más de glamour que ese grupo.
Por fin salimos de allí y nos tiramos media tarde esquivando familias felices por el centro de Madrid (sólo a nosotras se nos ocurre organizar una quedada en Sol) y buscando un lugar donde tomar un café que no estuviera hacia arriba de gente. La odisea para encontrar sitio fue entretenida pero al final lo logramos. La sobremesa fue larga, entretenida y productiva (o eso me pareció).
Ahora toca descansar (al menos hasta nochevieja), que a mí las cosas navideñas me agotan.
Las reuniones sociales comenzaron el miércoles, con la media cena. Fue media porque pasé de la parte cena y fui directamente a medianoche. Allí me esperaban siete informáticos borrachos (el que me corresponde iba especialmente perjudicado) con ganas de irse de copas. No preguntéis por qué pero, por alguna extraña razón pasamos algún tiempo en la calle bebiendo el famoso combinado Rachmaninoff que descubrí gracias a Hell's Tea, mientras debatíamos por qué precio se dejaría sodomizar alguno de los informáticos que me acompañaban. Creo que lo dejamos en 700.000€ ó 3.000 vírgenes. Luego ya decidimos ir a un sitio cerrado donde llegué a la conclusión de que, para eso, salgo por Fuenlabrada, que hay el mismo tipo de gente, la misma música, el garrafón es igual de malo, no me cobran 8€ por la entrada y estoy a cinco minutos de mi camita.
Para ser media cena no estuvo mal, hay que reconocerlo, pero la cena completa del sábado también tuvo lo suyo. Si a eso lo sumamos que la enlacé con una comida al día siguiente (sobremesa y tomar algo por la tarde incluido), os podéis imaginar cómo me he levantado esta mañana. Eso sí, nada de resacas, que una es muy sana.
La cena completa fue con un grupo de treintañeros, todos casados, algunos incluso con hijos, a los que les caí en gracia en la boda de mi prima. La invitación vino por parte de mi prima y su marido, que decidieron añadirme a la lista. Finalmente, fuimos 14 personas, de las que no cabe ninguna duda que yo, a mis 24 añitos, era la más joven. Creo que el más cercano me sacaba 10 años pero aún así me aceptaron. La cena incluía vino, un montón de entrantes, un segundo plato normalillo (en mi caso fue un chuletón de buey medio crudo) y unos postres muy grandes que estaban muy buenos. Después sorteamos los regalos de amigo invisible y no fue del todo mal: solté una de las botellas de Passport de las cestas de navidad y recibí un boli muy bonito a cambio. Para una yonki del material de papelería, un bolígrafo Parker es un buen regalo, aunque sea un modelo de 8 euros.
Después de la cena, el reparto de regalos y las despedidas pertinentes de quienes se tenían que ir a cuidar a sus hijos, nos quedamos la mitad. Fuimos a parar a un karaoke, donde descubrí que, según con quién me compare, no canto tan mal. Luego nos marchamos a casa de mi prima y nos pusimos a ver capítulos repetidos de 'Aquí no hay quien viva' en familia hasta las 4. No sé por qué, pero la penúltima vez que me quedé a dormir en casa de mi prima en fechas similares terminamos viendo 'Loca academia de policía' a horas extrañas, debe de ser una tradición navideña de mi familia.
Por la mañana, el tiempo justo para desayunar, ducharse y salir pitando hacia la comida navideña con algunas de mis excompañeras de la uc3m. El restaurante no estaba mal, si no fuera porque los camareros pasaban de nosotras y nos tocó entre un grupo de matrimonios con muuuuuchos niños pequeños (muchos de los cuales estuvieron a punto de morir extrangulados) y un grupo de mujeres que no hacían más que chillar y reírse a carcajada limpia. Eso de hablar a voces en un restaurante no mola pero mola mucho menos que Blanca diga que dentro de 10 ó 20 años seremos como la mesa de las señoras chillonas. Yo quiero pensar que dentro de 10 ó 20 años seremos gente importante y tendremos algo más de glamour que ese grupo.
Por fin salimos de allí y nos tiramos media tarde esquivando familias felices por el centro de Madrid (sólo a nosotras se nos ocurre organizar una quedada en Sol) y buscando un lugar donde tomar un café que no estuviera hacia arriba de gente. La odisea para encontrar sitio fue entretenida pero al final lo logramos. La sobremesa fue larga, entretenida y productiva (o eso me pareció).
Ahora toca descansar (al menos hasta nochevieja), que a mí las cosas navideñas me agotan.
jueves, 24 de diciembre de 2009
Feliz Navidad (y feliz 2010)
Como soy muy apañada y no me gusta tirar de tópicos, he creado mi propia felicitación navideña. Ahí, que se noten los cursos de montaje de vídeo, porque, aunque no lo parezca, el vídeo está editado.
¿Qué me ha dejado 2009?
Nuevas experiencias
Nuevos lugares (y personas)
Proyectos
Bodas...
... bodas...
... y más bodas
Viajes
Sorpresas
Regalos
¿Y en 2010?
Más viajes
Trabajo
Seguir aprendiendo
No olvidar
Seguir intentántdolo - Conseguirlo
Buena compañía
Feliz Navidad y feliz 2010
¿Qué me ha dejado 2009?
Nuevas experiencias
Nuevos lugares (y personas)
Proyectos
Bodas...
... bodas...
... y más bodas
Viajes
Sorpresas
Regalos
¿Y en 2010?
Más viajes
Trabajo
Seguir aprendiendo
No olvidar
Seguir intentántdolo - Conseguirlo
Buena compañía
Feliz Navidad y feliz 2010
Clásicos navideños (vol. II): la cesta
Yo no tengo de eso, porque soy parada. Mi padre tampoco, porque su empresa las suprimió hace tiempo. Pero mi madre es pluriempleada y, de momento, ha traído a casa dos cestas de navidad. La calidad de los productos es diversa, yo creo que lo hacen por compensar. Eso sí, este año el whisky Passport debe de estar de oferta, porque venía en las dos cestas. Y las trufas también.
Finalmente, nos hemos juntado con:
- Dos botellas de tinto (uno de Navarra y otro que tiene pinta de haber salido de la semana del vino de Lidl, que fue hace poco)
- Una botella de rosado (también de Navarra ¿sería un lote?)
- Turrón duro
- Turrón de chocolate
- Dos cajas de trufas
- Una caja de galletas
- Dos paquetes de pasas (¿a alguien le gusta eso?)
- Algo llamado "delicias toledanas"
- Un cava que parece bastante pasable y otro que acabará mezclado con granadina y convertido en cóctel (idea tomada de la boda más larga del mundo)
- Mantecados y mazapanes (to'junto en la misma caja)
- Dos chorizos ibéricos (esto no sé yo si será muy navideño)
- Las ya mencionadas dos botellas de Passport
Y yo me pregunto ¿dónde están los Ferrero Rocher?
Finalmente, nos hemos juntado con:
- Dos botellas de tinto (uno de Navarra y otro que tiene pinta de haber salido de la semana del vino de Lidl, que fue hace poco)
- Una botella de rosado (también de Navarra ¿sería un lote?)
- Turrón duro
- Turrón de chocolate
- Dos cajas de trufas
- Una caja de galletas
- Dos paquetes de pasas (¿a alguien le gusta eso?)
- Algo llamado "delicias toledanas"
- Un cava que parece bastante pasable y otro que acabará mezclado con granadina y convertido en cóctel (idea tomada de la boda más larga del mundo)
- Mantecados y mazapanes (to'junto en la misma caja)
- Dos chorizos ibéricos (esto no sé yo si será muy navideño)
- Las ya mencionadas dos botellas de Passport
Y yo me pregunto ¿dónde están los Ferrero Rocher?
martes, 22 de diciembre de 2009
Clásicos navideños (vol. I): lotería de Navidad
No, no me ha tocado nada en el sorteo de la lotería, aunque un 5º premio (mira que pido poquito) me hubiera solucionado las navidades y parte del mes de enero. Es lo que tiene llevar un montón de tiempo en paro y no tener ni para el abono transporte (que dejen ya de subirlo, por favor), que cualquier cosa te hace el apaño.
Patri ya publicó en su blog unas cuantas historias de la lotería pero yo no quería hablar de estas anécdotas, sino de las situaciones absurdas derivadas de la adquisición de décimos y participaciones. Todos llevamos décimos a medias con alguien, participaciones de las que nosequién ha hecho para la asociación de nosecuantos, décimos del número de toda la vida (que nunca toca) para cambiar...
Pero mis favoritas, sin duda, son las participaciones de dos céntimos y cantidades similares que te regalan en la peluquería, en el mercado, en la pollería o en la droguería de la esquina. Mi tía y mi prima son aficionadas al coleccionismo de estas cosas y, todos los años, se juntan con una cantidad ingente de ellas. Bueno, también acumulan una cantidad ingente de décimos y de participaciones normales, pero eso es porque en esa rama de la familia tenemos cierta predisposición al juego. Ya hablaré otro día de esa anomalía genética y de cómo se manifiesta en cada uno de los miembros de mi familia, desde los juegos de azar hasta los videojuegos.
También tenemos a mi abuela, que todos los días nos amenaza con morirse (pero bien que se toma las pastillas) y todos los años se enfada cuando no le toca nada en la lotería de Navidad. ¿Para que lo quiere si dice que se va a morir? Si me deja herencia, yo encantada de que le toque, oyes. Como es teleadicta, se traga en directo todas las celebraciones en todos los lugares de España y mira a los agraciados con odio visceral. Menos mal que la tele es unidireccional, porque las señoras de 89 años con bastón que te miran mal acojonan mucho.
Y, ahora que hablamos de loterías, mi madre ya tendría que haber vuelto a casa y han caído muchos premios en Madrid. ¿Se habrá fugado a Uruguay?
Patri ya publicó en su blog unas cuantas historias de la lotería pero yo no quería hablar de estas anécdotas, sino de las situaciones absurdas derivadas de la adquisición de décimos y participaciones. Todos llevamos décimos a medias con alguien, participaciones de las que nosequién ha hecho para la asociación de nosecuantos, décimos del número de toda la vida (que nunca toca) para cambiar...
Pero mis favoritas, sin duda, son las participaciones de dos céntimos y cantidades similares que te regalan en la peluquería, en el mercado, en la pollería o en la droguería de la esquina. Mi tía y mi prima son aficionadas al coleccionismo de estas cosas y, todos los años, se juntan con una cantidad ingente de ellas. Bueno, también acumulan una cantidad ingente de décimos y de participaciones normales, pero eso es porque en esa rama de la familia tenemos cierta predisposición al juego. Ya hablaré otro día de esa anomalía genética y de cómo se manifiesta en cada uno de los miembros de mi familia, desde los juegos de azar hasta los videojuegos.
También tenemos a mi abuela, que todos los días nos amenaza con morirse (pero bien que se toma las pastillas) y todos los años se enfada cuando no le toca nada en la lotería de Navidad. ¿Para que lo quiere si dice que se va a morir? Si me deja herencia, yo encantada de que le toque, oyes. Como es teleadicta, se traga en directo todas las celebraciones en todos los lugares de España y mira a los agraciados con odio visceral. Menos mal que la tele es unidireccional, porque las señoras de 89 años con bastón que te miran mal acojonan mucho.
Y, ahora que hablamos de loterías, mi madre ya tendría que haber vuelto a casa y han caído muchos premios en Madrid. ¿Se habrá fugado a Uruguay?
viernes, 18 de diciembre de 2009
Resumen del año
En 2009...
- Aprendí a editar vídeo con Avid
- Remonté "Das Boot" y hasta me gustó
- Conseguí la última beca Argo de la convocatoria 2007-2009
- Me compré el Munchkin
- Por fin vi "Uno de los nuestros", "El Padrino" y "Scarface"
- Constaté que las películas de mafiosos se me hacen pesadas porque son demasiado largas
- Viví en Berlín (y me gustaría haberme quedado allí pero no fue posible)
- Descubrí que a 1.870 kilómetros de Madrid las cosas y las personas se ven de otra manera
- Recorrí 6 veces los 1.870 km que separan Madrid y Berlín
- Fui invitada a 5 bodas
- Asistí a 4 bodas
- Descubrí el Rachmaninoff, el té del infienno y las novelas del Mundodisco, todo gracias a la misma persona
- Hice el Camino de Santiago
- Viajé a Ciudad Real
- Fui al Oktoberfest de Alcalá de Henares, donde, entre otras cosas, robé una jarra de Paulaner de medio litro
- Fui por primera vez a la convocatoria de septiembre de la EOI y aprobé con buena nota, consiguiendo así mi Certificado de Aptitud en alemán
- Me sacaron una muela del juicio
- Me matriculé en ruso y, desde entonces, tengo todas las mañanas de sábado ocupadas
- Decidí celebrar mi cumpleaños, me lo curré mucho y obtuve extraños resultados (en general estuvo muy bien, aunque hubo ciertos intentos de joderme la fiesta que afortunadamente no cuajaron)
- Hice las pruebas del ICEX y llegué hasta el final pero no me admitieron en el máster
- Me metí en un proyecto muy grande y en otro mediano que espero que salgan bien
- Alguien me pidió que lo llevara a Berlín (y le dije que sí, por supuesto)
- La gente me borra de las redes sociales
- Empecé un curso de Premiere (y sigo con él)
- Hice una cena de reencuentro con mis antiguos compañeros del colegio
miércoles, 16 de diciembre de 2009
Estoy en mi derecho
Esta mañana no me apetece hacer nada. No, no es procrastinación, es que bastante tuve ayer. Por esta razón, me he levantado a la hora que me ha dado la gana, he desayunado muy bien (tostada de pan de leña con tomate y súper Cola-Cao) y luego si acaso haré algo de deberes de ruso (pero sólo si acaso). Y ahora os cuento lo de ayer a petición de Patri, que ayer por la tarde pidió post explicativo.
Resulta que en la universidad me dieron un montón de direcciones para buscar trabajo (de las cuales hasta el momento no ha dado resultado ninguna pero eso es otra cuestión). Una de ellas me lleva al boletín de empleo público, que se actualiza cada semana. Si eres informático o de la rama sanitaria, estás de suerte, porque siempre o casi siempre piden algo de eso, pero si eres periodista te mueres de asco. Hasta la semana pasada, que el Instituto de las Artes Escénicas y la Música (INAEM a partir de ahora) decidió abrir la bolsa de empleo con, entre otras cosas, puestos para licenciados en Ciencias de la Información.
Leí la convocatoria, busqué los papeles correspondientes (de ahí l a visita a la uc3m) y allí que me planté. Me faltaba una fotocopia y hasta las 9:30 de la mañana es imposible conseguir una en un radio considerable desde mi casa, así que retrasé la salida hasta esta hora. Con la última fotocopia en mi poder, me dirigí hacia el INAEM, a entregar los papeles.
Llegué bien, sin perderme ni nada, y me mandaron a una cola para compulsar fotocopias. ¿Cómo que compulsar fotocopias? Los que se hayan presentado a más ofertas de empleo público lo sabrán pero yo no tenía ni idea. "Sólo certificados y títulos". Vale, el único original que tengo (el de la fotocopia a las 9:30 de la mañana) es un certificado y todavía no tengo el título, sino dos estupendas acreditaciones con el sello de la universidad. El plan es el siguiente:
Plan 1: compulsar el certificado y colar la fotocopia de las acreditaciones con la excusa de que son eso, acreditaciones, y en la cola me han dicho que sólo compulsan certificados.
Compulso, salgo de esa cola, cojo número y me desespero por la ingente cantidad de personas que tengo delante. A las 12:20, cuando aún me quedan por delante 90 personas, sale una señora a informar de que se pueden mandar los papeles por correo certificado. Cambio de planes.
Plan 2: ir a casa a por los originales, compulsar todo y enviar la solicitud por correo certificado.
Llamo por teléfono a varias personas para saber dónde puedo compulsar los papeles. Las respuestas no son muy alentadoras: en el notario (sí, estoy yo para pagar a un notario) o cada cosa en su sitio (tampoco estoy por la labor de recorrer toda la Comunidad de Madrid). Otro cambio de planes.
Plan 3: ir a casa a por los originales, volver a INAEM a compulsar las fotocopias y enviar la solicitud por correo certificado.
Esto ya no me hace tanta gracia pero ya asumía que iba a perder la mañana. En mi recopilación de originales, encuentro algo más para fotocopiar. Vuelvo a cambiar de planes.
Plan 4: coger los originales, dejar el puñetero último papel a mi madre para que lo lleve a fotocopiar mientras yo voy al INAEM a compulsar las fotocopias (porque este último hallazgo no necesita compulsa) y por la tarde, con calma, ya mandaré el correo certificado.
Cuando por fin volví a casa (ya cerca de las 16:00), mi padre tuvo a bien decirme que el Ayuntamiento y la Guardia Civil también compulsan fotocopias. ¿No podría habérmelo dicho antes? Ya se ha quedado sin corbata para reyes.
Resulta que en la universidad me dieron un montón de direcciones para buscar trabajo (de las cuales hasta el momento no ha dado resultado ninguna pero eso es otra cuestión). Una de ellas me lleva al boletín de empleo público, que se actualiza cada semana. Si eres informático o de la rama sanitaria, estás de suerte, porque siempre o casi siempre piden algo de eso, pero si eres periodista te mueres de asco. Hasta la semana pasada, que el Instituto de las Artes Escénicas y la Música (INAEM a partir de ahora) decidió abrir la bolsa de empleo con, entre otras cosas, puestos para licenciados en Ciencias de la Información.
Leí la convocatoria, busqué los papeles correspondientes (de ahí l a visita a la uc3m) y allí que me planté. Me faltaba una fotocopia y hasta las 9:30 de la mañana es imposible conseguir una en un radio considerable desde mi casa, así que retrasé la salida hasta esta hora. Con la última fotocopia en mi poder, me dirigí hacia el INAEM, a entregar los papeles.
Llegué bien, sin perderme ni nada, y me mandaron a una cola para compulsar fotocopias. ¿Cómo que compulsar fotocopias? Los que se hayan presentado a más ofertas de empleo público lo sabrán pero yo no tenía ni idea. "Sólo certificados y títulos". Vale, el único original que tengo (el de la fotocopia a las 9:30 de la mañana) es un certificado y todavía no tengo el título, sino dos estupendas acreditaciones con el sello de la universidad. El plan es el siguiente:
Plan 1: compulsar el certificado y colar la fotocopia de las acreditaciones con la excusa de que son eso, acreditaciones, y en la cola me han dicho que sólo compulsan certificados.
Compulso, salgo de esa cola, cojo número y me desespero por la ingente cantidad de personas que tengo delante. A las 12:20, cuando aún me quedan por delante 90 personas, sale una señora a informar de que se pueden mandar los papeles por correo certificado. Cambio de planes.
Plan 2: ir a casa a por los originales, compulsar todo y enviar la solicitud por correo certificado.
Llamo por teléfono a varias personas para saber dónde puedo compulsar los papeles. Las respuestas no son muy alentadoras: en el notario (sí, estoy yo para pagar a un notario) o cada cosa en su sitio (tampoco estoy por la labor de recorrer toda la Comunidad de Madrid). Otro cambio de planes.
Plan 3: ir a casa a por los originales, volver a INAEM a compulsar las fotocopias y enviar la solicitud por correo certificado.
Esto ya no me hace tanta gracia pero ya asumía que iba a perder la mañana. En mi recopilación de originales, encuentro algo más para fotocopiar. Vuelvo a cambiar de planes.
Plan 4: coger los originales, dejar el puñetero último papel a mi madre para que lo lleve a fotocopiar mientras yo voy al INAEM a compulsar las fotocopias (porque este último hallazgo no necesita compulsa) y por la tarde, con calma, ya mandaré el correo certificado.
Cuando por fin volví a casa (ya cerca de las 16:00), mi padre tuvo a bien decirme que el Ayuntamiento y la Guardia Civil también compulsan fotocopias. ¿No podría habérmelo dicho antes? Ya se ha quedado sin corbata para reyes.
lunes, 14 de diciembre de 2009
Visita a la Carlos III
Por motivos de papeleo (¡viva la burocracia!) hoy he tenido que visitar otra vez la universidad. Concretamente, a una profesora que tenía que darme una copia de mi anexo de prácticas y a las señoritas becarias (siempre son chicas) de la bolsa de empleo, ese ente que te obligaba a inscribirte sí o sí si querías hacer prácticas, aunque las hubieras encontrado por tu cuenta.
Primero, he ido a recoger mi anexo de prácticas. Por alguna razón, la ubicación de los profesores en los despachos no coincide con la que había cuando yo era estudiante. He bajado a un aula informática y he buscado de nuevo qué despacho corresponde actualmente con esa profesora. He ido al nuevo despacho, siempre dentro de la hora establecida (de 11:00 a 13:00) y he llamado. Han pasado de mí, por lo que he abierto la puerta. Allí estaba el cubano que nos dio clase de Guión Cinematográfico en tercero, tan simpático como siempre (ironía). Le he preguntado si sabía algo de esta señora y me ha contestado con su habitual amabilidad (ironía).
En vista del éxito, y cagándome en todo porque esta tarde tengo examen en el curso para parados y no me he leído las transparencias, he acudido a las señoritas becarias del SOPP. Como era de esperar, todas se me han quedado mirando durante unos segundos sin que nadie se levantara. Finalmente, una de ellas ha asumido que era su turno y se ha acercado al mostrador. Por lo menos la chica ha sido maja y ha cumplido con su cometido. Ha quedado en que cuando lo tuviera me llamaba pero que no sabría para cuándo sería, porque necesitaba la firma de la autoridad competente.
Con tan excelentes resultados (ironía), he regresado a Fuenlabrada. Para no dar la mañana por perdida, he fotocopiado toda la cantidad de papeles que tengo que entregar mañana, menos los anexos de prácticas no conseguidos y seis facturas de mi época freelance que tengo que imprimir.
A eso de la una de la tarde, cuando ya tenía asumido que en la universidad nunca me han hecho ni puñetero caso ni lo harán, ha llamado la señorita becaria con buenas noticias: mis certificados de prácticas están listos. Sólo hay un pequeño problema: ya no me da tiempo a ir a recogerlos antes de irme a clase y por la tarde estoy en el curso. Después de varias llamadas (sin respuesta) a mi madre y otra a mi padre (que estaba ocupado y me ha llamado más tarde), he conseguido que mis progenitores me hagan el favor. En agradecimiento, los calcetines que les voy a regalar por reyes serán de los que no pican.
Ahora sólo tengo que imprimir las facturas y ya estará todo, menos el anexo, que ya no puedo conseguirlo porque la siguiente tutoría de esta señora es los miércoles y ya estaríamos fuera de plazo. Bueno, los dos meses de radio se quedarán sin acreditar pero creo que con lo que ya tengo superaba la puntuación máxima que puedo conseguir en esta categoría. A por las facturas pues.
Archivo, imprimir... y la hoja sale casi en blanco. Tendré que añadir un cartucho de tinta negra a la lista de favores y otro par más de calcetines a los reyes de mis padres.
Primero, he ido a recoger mi anexo de prácticas. Por alguna razón, la ubicación de los profesores en los despachos no coincide con la que había cuando yo era estudiante. He bajado a un aula informática y he buscado de nuevo qué despacho corresponde actualmente con esa profesora. He ido al nuevo despacho, siempre dentro de la hora establecida (de 11:00 a 13:00) y he llamado. Han pasado de mí, por lo que he abierto la puerta. Allí estaba el cubano que nos dio clase de Guión Cinematográfico en tercero, tan simpático como siempre (ironía). Le he preguntado si sabía algo de esta señora y me ha contestado con su habitual amabilidad (ironía).
En vista del éxito, y cagándome en todo porque esta tarde tengo examen en el curso para parados y no me he leído las transparencias, he acudido a las señoritas becarias del SOPP. Como era de esperar, todas se me han quedado mirando durante unos segundos sin que nadie se levantara. Finalmente, una de ellas ha asumido que era su turno y se ha acercado al mostrador. Por lo menos la chica ha sido maja y ha cumplido con su cometido. Ha quedado en que cuando lo tuviera me llamaba pero que no sabría para cuándo sería, porque necesitaba la firma de la autoridad competente.
Con tan excelentes resultados (ironía), he regresado a Fuenlabrada. Para no dar la mañana por perdida, he fotocopiado toda la cantidad de papeles que tengo que entregar mañana, menos los anexos de prácticas no conseguidos y seis facturas de mi época freelance que tengo que imprimir.
A eso de la una de la tarde, cuando ya tenía asumido que en la universidad nunca me han hecho ni puñetero caso ni lo harán, ha llamado la señorita becaria con buenas noticias: mis certificados de prácticas están listos. Sólo hay un pequeño problema: ya no me da tiempo a ir a recogerlos antes de irme a clase y por la tarde estoy en el curso. Después de varias llamadas (sin respuesta) a mi madre y otra a mi padre (que estaba ocupado y me ha llamado más tarde), he conseguido que mis progenitores me hagan el favor. En agradecimiento, los calcetines que les voy a regalar por reyes serán de los que no pican.
Ahora sólo tengo que imprimir las facturas y ya estará todo, menos el anexo, que ya no puedo conseguirlo porque la siguiente tutoría de esta señora es los miércoles y ya estaríamos fuera de plazo. Bueno, los dos meses de radio se quedarán sin acreditar pero creo que con lo que ya tengo superaba la puntuación máxima que puedo conseguir en esta categoría. A por las facturas pues.
Archivo, imprimir... y la hoja sale casi en blanco. Tendré que añadir un cartucho de tinta negra a la lista de favores y otro par más de calcetines a los reyes de mis padres.
viernes, 11 de diciembre de 2009
Procrastinación
La procrastinación podría ser una excusa válida para no haber publicado ni un solo post en más de una semana. Pero no, no es éste el caso. Es cierto que me han ocurrido cosas en este tiempo pero decidí que no era el momento ni el lugar para contarlas aunque, en breve, haré un recopilatorio con algunas historias que tienen un denominador común.
Vayamos de una vez al tema que nos ocupa. Según la señora Wikipedia, "la procrastinación (del latín: pro, adelante, y crastinus, referente al futuro) o posposición es la acción o hábito de postergar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes y agradables". Es decir, eso tan español de "ya lo haré luego, ahora me bajo al bar a tomar una cañita".
Mi caso es totalmente distinto. Yo me propongo hacer las cosas y las hago pero la lista de tareas se ve considerablemente reducida por un ligero cambio en mis hábitos de vida y sueño. Si tengo curso por la tarde, no le veo utilidad al despertador, me levanto tarde y por la noche no tengo sueño, por lo que me duermo a vete tú a saber qué hora y vuelvo a despertarme tarde, iniciando de nuevo el ciclo. Sí, es cierto que nunca he servido para madrugar y que mis últimos trabajos no contribuían a ello porque entraba, como muy pronto, a las 16:00. Se podría decir que tengo "procrastinación mañanera".
Esta es una de las razones de que esté buscando los datos del ejercicio fiscal 2006 (no preguntéis, no sabría cómo explicarlo) en vez de ir a mi querido SOPP a pedirles mi anexo de prácticas. Los viernes, los asuntos administrativos cierran pronto y, ante la perspectiva de ir a la universidad para nada (y que también tengo que ir el lunes, todo sea dicho), he decidido recopilar la información que necesito por otras vías. También he decidido que los reyes le van a traer a mi padre una carpeta clasificadora, porque no es normal que los datos fiscales de su hija estén mezclados con el siniestro del AX y con los folletos turísticos de unas vacaciones en 2003 en Tenerife.
Hale, ya he actualizado.
Vayamos de una vez al tema que nos ocupa. Según la señora Wikipedia, "la procrastinación (del latín: pro, adelante, y crastinus, referente al futuro) o posposición es la acción o hábito de postergar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes y agradables". Es decir, eso tan español de "ya lo haré luego, ahora me bajo al bar a tomar una cañita".
Mi caso es totalmente distinto. Yo me propongo hacer las cosas y las hago pero la lista de tareas se ve considerablemente reducida por un ligero cambio en mis hábitos de vida y sueño. Si tengo curso por la tarde, no le veo utilidad al despertador, me levanto tarde y por la noche no tengo sueño, por lo que me duermo a vete tú a saber qué hora y vuelvo a despertarme tarde, iniciando de nuevo el ciclo. Sí, es cierto que nunca he servido para madrugar y que mis últimos trabajos no contribuían a ello porque entraba, como muy pronto, a las 16:00. Se podría decir que tengo "procrastinación mañanera".
Esta es una de las razones de que esté buscando los datos del ejercicio fiscal 2006 (no preguntéis, no sabría cómo explicarlo) en vez de ir a mi querido SOPP a pedirles mi anexo de prácticas. Los viernes, los asuntos administrativos cierran pronto y, ante la perspectiva de ir a la universidad para nada (y que también tengo que ir el lunes, todo sea dicho), he decidido recopilar la información que necesito por otras vías. También he decidido que los reyes le van a traer a mi padre una carpeta clasificadora, porque no es normal que los datos fiscales de su hija estén mezclados con el siniestro del AX y con los folletos turísticos de unas vacaciones en 2003 en Tenerife.
Hale, ya he actualizado.
viernes, 4 de diciembre de 2009
Manifiesto “En defensa de los derechos fundamentales en internet”
Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que…
1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.
2.- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial – un organismo dependiente del ministerio de Cultura -, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.
3.- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.
4.- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.
5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.
6.- Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.
7.- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.
8.- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.
9.- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.
10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.
Este manifiesto, elaborado de forma conjunta por varios autores, es de todos y de ninguno. Si quieres sumarte a él, difúndelo por Internet.
Y un par de enlaces de regalo:
1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.
2.- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial – un organismo dependiente del ministerio de Cultura -, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.
3.- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.
4.- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.
5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.
6.- Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.
7.- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.
8.- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.
9.- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.
10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.
Este manifiesto, elaborado de forma conjunta por varios autores, es de todos y de ninguno. Si quieres sumarte a él, difúndelo por Internet.
Y un par de enlaces de regalo:
martes, 1 de diciembre de 2009
Seguir adelante
Al igual que Blanca, me he tirado una semana sin publicar nada. Lo sé, es que no tenía nada que contar. Que no significa que no me hayan ocurrido cosas pero no eran cosas para hacer un post, la verdad, aunque a más de uno le encantaría saber cómo y por qué acabé siendo rechazada por una chica en una discoteca con una de las frases que no deberías decir cuando te entren. Pero esto es como lo de dar el cante a la salida de los cursos de formación para desempleados: os jodéis, que no entra en la temática del blog.
Mi búsqueda de empleo sigue. Me gustaría decir que sigue adelante pero lo cierto es que no he logrado ningún progreso y que estoy en el mismo punto. Una cosa es cierta: estoy más organizada que antes y he encontrado nuevos lugares donde buscar. La carpetita de buscar trabajo que recopilé mientras los señores del ICEX decidían que no me daban la beca está siendo muy útil. Tener cerca a gente que te apoya también es muy útil, para qué vamos a negarlo. Aunque tener alguien que me hiciera un contrato estaría mucho mejor.
Parece que últimamente la cosa va de no rendirse y seguir dando la vara hasta conseguir algo. No vale conseguir cualquier cosa, hay que conseguir lo que quieres. No sólo lo digo yo, también lo dicen Patri y la mujer del médico. Aquí me puedo permitir un margen más amplio que ellas, porque yo todavía vivo con mis padres (y me dan la paga todas las semanas, lo cual es muy triste a los 24 años y sé que no debería ir contándolo por la blogocosa).
Ya le he dicho a la mujer del médico que nos tendremos que apoyar mutuamente en los momentos de flaqueza. Voy a ser la primera en levantar los ánimos, con una frase robada de un correo que me mandaron ayer: "La insistencia tiene su premio, aunque tarde en aparecer".
(ahora es cuando viene el autor de la frase y me denuncia por plagio)
Mi búsqueda de empleo sigue. Me gustaría decir que sigue adelante pero lo cierto es que no he logrado ningún progreso y que estoy en el mismo punto. Una cosa es cierta: estoy más organizada que antes y he encontrado nuevos lugares donde buscar. La carpetita de buscar trabajo que recopilé mientras los señores del ICEX decidían que no me daban la beca está siendo muy útil. Tener cerca a gente que te apoya también es muy útil, para qué vamos a negarlo. Aunque tener alguien que me hiciera un contrato estaría mucho mejor.
Parece que últimamente la cosa va de no rendirse y seguir dando la vara hasta conseguir algo. No vale conseguir cualquier cosa, hay que conseguir lo que quieres. No sólo lo digo yo, también lo dicen Patri y la mujer del médico. Aquí me puedo permitir un margen más amplio que ellas, porque yo todavía vivo con mis padres (y me dan la paga todas las semanas, lo cual es muy triste a los 24 años y sé que no debería ir contándolo por la blogocosa).
Ya le he dicho a la mujer del médico que nos tendremos que apoyar mutuamente en los momentos de flaqueza. Voy a ser la primera en levantar los ánimos, con una frase robada de un correo que me mandaron ayer: "La insistencia tiene su premio, aunque tarde en aparecer".
(ahora es cuando viene el autor de la frase y me denuncia por plagio)
martes, 24 de noviembre de 2009
Búsqueda de empleo
Como no podría ser de otra manera, sigo con mi búsqueda de empleo. Aún hay gente que no se lo cree, por la simple razón de la cantidad de tiempo que llevo buscando sin obtener resultados. Ya me lo han insinuado un par de veces con un "¿pero no encuentras nada porque no buscas?" que merecía como respuesta "¿pero tú te crees que a mí me gusta estar sin trabajo y que mi padre me siga dando paga todas las semanas?" pero soy una persona educada y, la mayoría de las veces, estas cosas sólo las pienso.
Ayer seguí el ritual de todos los lunes: consultar Infojobs (donde piden cosas tan absurdas en la sección de Periodismo y Edición como "copy-writer nativo checo" o "teleoperadores bilingües en búlgaro"), leer las ofertas de Periodistas.com (que siempre son las mismas), actualizar algún curriculum en red de los que subo a los portales de empleo de las empresas (y, de paso, mirar si han publicado alguna oferta coherente) y leer el boletín 060 de empleo público. El mailing de curriculums y cartas de presentación directamente es otro tema que hoy no trataremos.
Sí, qué pasa, ya me he lanzado al mundo del empleo público. Pero tranquilos, que no me tendréis que pagar un sueldo de funcionaria con vuestros impuestos, porque ni en las ofertas de empleo público quieren licenciados en Periodismo. Eso sí, los sanitarios y los informáticos estáis de suerte, sois los perfiles más demandados por la Administración Pública. Pero eso no es ninguna novedad. De los primeros siempre ha habido escasez y los segundos estáis en alza en los últimos años.
Llegados a este punto, me planteo varias cosas:
Ayer seguí el ritual de todos los lunes: consultar Infojobs (donde piden cosas tan absurdas en la sección de Periodismo y Edición como "copy-writer nativo checo" o "teleoperadores bilingües en búlgaro"), leer las ofertas de Periodistas.com (que siempre son las mismas), actualizar algún curriculum en red de los que subo a los portales de empleo de las empresas (y, de paso, mirar si han publicado alguna oferta coherente) y leer el boletín 060 de empleo público. El mailing de curriculums y cartas de presentación directamente es otro tema que hoy no trataremos.
Sí, qué pasa, ya me he lanzado al mundo del empleo público. Pero tranquilos, que no me tendréis que pagar un sueldo de funcionaria con vuestros impuestos, porque ni en las ofertas de empleo público quieren licenciados en Periodismo. Eso sí, los sanitarios y los informáticos estáis de suerte, sois los perfiles más demandados por la Administración Pública. Pero eso no es ninguna novedad. De los primeros siempre ha habido escasez y los segundos estáis en alza en los últimos años.
Llegados a este punto, me planteo varias cosas:
- Volver atrás en el tiempo hacia aquel fatídico momento en que decidí hacerme de letras para estudiar periodismo en vez de seguir el camino de la ciencia, que me hubiera llevado a hacer un bachillerato tecnológico en vez de uno de humanidades y más tarde a entrar a ingeniería informática.
- Orientar mi carrera profesional hacia otro tipo de perfil, como, por ejemplo, cajera del Lidl. Otra opción sería comprarse una cabra y un Casio PT pero últimamente el precio de las cabras se ha disparado cosa mala.
- Pedir prestada una tienda de campaña y montar una protesta en alguna calle muy transitada de Madrid. Aún no he decidido bien cual pero, según mi madre, si voy a un barrio pudiente, las señoras de los visones me bajarían calditos y termos de té para que no pase frío. Sólo necesito unas cuantas mantas, una silla de camping y una pancarta muy grande dando penita con un resumen de mi cv, lo mal que me ha tratado el mercado laboral y echarles la culpa de la crisis a las grandes empresas y a la falta de consenso entre grupos políticos. También podría encadenarme a un árbol pero, como no soy Carmen Cervera, es posible que mi protesta no sea tenida en cuenta.
miércoles, 18 de noviembre de 2009
Cursos de formación para trabajadores desempleados
Trabajo no encontraré pero cada vez tengo más cosas que hacer. La última, un curso de señales audiovisuales y Adobe Premiere todas las tardes hasta el 15 de enero (con vacaciones de navidad de por medio, como los niños). Sí, Hell's Tea, ya sé que el Premiere no te gusta un pelo y en algún momento de este post acabaré dándote la razón.
Ayer fue el primer día y, como no podría ser de otra manera, llegué dando el cante: tarde, en mitad de una explicación y con lo más guarro que encontré en el armario. También me marché dando el cante pero eso es un tema que ahora no viene a cuento. Se siente, hay cosas que no se cuentan en el blog :P
La primera parte de la clase fue la presentación del curso y los alumnos. Lo primero que pensé de algunos de mis compañeros fue "joé, cómo controlan algunos". En la segunda parte de la clase se me pasó, cuando ví que no sabían a cuántos cuadros por segundo emite la televisión en Estados Unidos, que tienen un serio problema con los conceptos "entrelazado" y "progresivo" y que intentaban colar palabros que habían oído por ahí y creían que quedarían bien, aunque no vinieran a cuento, como "granja de render".
Hoy, está el día un poco aburrido. El Premiere peta continuamente (Hell's Tea se sentirá realizada ahora mismo, porque no soporta este programa), no podemos copiar los materiales del ordenador del profesor y, como somos impares y soy asocial, soy la única persona de la clase que se sienta sola. Tengo esperanza en mis compañeros de delante, que parecen majetes y se aburren tanto como yo. Si al menos tuviera acceso a Facebook, actualizaría mi estado contando cuánto me aburro pero está capado. Misterios de la vida, tengo acceso a Tuenti, Twitter, Blogger y a todas mis cuentas de correo electrónico.
El profe está entretenido con el técnico, contándole sus penas, y no sé cuál de los dos tiene cara de estar más quemado. Yo seguiré pegándome con el Premiere, a ver si termina de petar de una vez por todas o consigo que reaccione.
Ayer fue el primer día y, como no podría ser de otra manera, llegué dando el cante: tarde, en mitad de una explicación y con lo más guarro que encontré en el armario. También me marché dando el cante pero eso es un tema que ahora no viene a cuento. Se siente, hay cosas que no se cuentan en el blog :P
La primera parte de la clase fue la presentación del curso y los alumnos. Lo primero que pensé de algunos de mis compañeros fue "joé, cómo controlan algunos". En la segunda parte de la clase se me pasó, cuando ví que no sabían a cuántos cuadros por segundo emite la televisión en Estados Unidos, que tienen un serio problema con los conceptos "entrelazado" y "progresivo" y que intentaban colar palabros que habían oído por ahí y creían que quedarían bien, aunque no vinieran a cuento, como "granja de render".
Hoy, está el día un poco aburrido. El Premiere peta continuamente (Hell's Tea se sentirá realizada ahora mismo, porque no soporta este programa), no podemos copiar los materiales del ordenador del profesor y, como somos impares y soy asocial, soy la única persona de la clase que se sienta sola. Tengo esperanza en mis compañeros de delante, que parecen majetes y se aburren tanto como yo. Si al menos tuviera acceso a Facebook, actualizaría mi estado contando cuánto me aburro pero está capado. Misterios de la vida, tengo acceso a Tuenti, Twitter, Blogger y a todas mis cuentas de correo electrónico.
El profe está entretenido con el técnico, contándole sus penas, y no sé cuál de los dos tiene cara de estar más quemado. Yo seguiré pegándome con el Premiere, a ver si termina de petar de una vez por todas o consigo que reaccione.
lunes, 16 de noviembre de 2009
La boda más larga del mundo vol. II: la mesa de los solteros
Todo el mundo sabe que no hay nada casual en la organización de las mesas de una boda. Más allá del tema de "intenta poner a mi tío el sindicalista y a tu primo el que está afiliado a Democracia Nacional lo más alejados posible" o "no sientes a la María y a la Pepa en la misma mesa, que se pelearon el verano pasado en el pueblo y no se pueden ni ver", hay auténticas conspiraciones ocultas en la distribución de los invitados.
La más obvia es lo que extraoficialmente suele llamarse "la mesa de los solteros". Hasta el momento en que tomas asiento y conoces a tus compañeros de mesa, no sabes si te han puesto simplemente en una mesa de gente de tu misma edad, para que puedas hablar con ellos, o si están intentando emparejarte subliminalmente.
Lamentablemente, en la boda más larga del mundo, se dio el segundo caso: me sentaron en la mesa de los solteros. Este hecho se hizo patente en dos momentos clave:
Uno de los machos jóvenes declaró su amor por la hermana de la novia, el otro amenazó con mantener conmigo una conversación en alemán (no, gracias) y el baile se convirtió en una sesión de persecuciones, que aproveché para encontrarle parejas de baile a mi madre, la típica mujer de mediana edad que baila con todo el mundo en las bodas. Finalmente, los hombres se fueron de la boda sin ligar.
¿Todos? ¡No! Pues la hermana de la novia me ha mandado un mail esta mañana contándome las novedades y declarando su intención de pedir el teléfono del tarado que intentó lucirse hablando conmigo en alemán.
La más obvia es lo que extraoficialmente suele llamarse "la mesa de los solteros". Hasta el momento en que tomas asiento y conoces a tus compañeros de mesa, no sabes si te han puesto simplemente en una mesa de gente de tu misma edad, para que puedas hablar con ellos, o si están intentando emparejarte subliminalmente.
Lamentablemente, en la boda más larga del mundo, se dio el segundo caso: me sentaron en la mesa de los solteros. Este hecho se hizo patente en dos momentos clave:
- Cuando ví que la mesa estaba compuesta por dos mujeres mayores de 35 años (ex-compañeras de trabajo de la novia) y dos mujeres menores de 30 años (la hermana de la novia y yo) y por dos hombres mayores de 35 años (amigos del novio) y dos hombres menores de 30 años (familiares del novio). Ni que decir tiene que ninguna de las ocho personas sentadas a esa mesa tenían pareja.
- Cuando uno de los amigos del novio se levantó, copa en mano, y empezó un discurso. Comenzó haciendo recuento de hombres en la mesa (pidiendo la participación de sus congéneres, como en los programas infantiles con público) y terminó preguntando cuántos de ellos habían ido a la boda a ligar, de una forma que me hizo pensar que la cosa terminaría de alguna manera similar a cierta escena de 300.
Uno de los machos jóvenes declaró su amor por la hermana de la novia, el otro amenazó con mantener conmigo una conversación en alemán (no, gracias) y el baile se convirtió en una sesión de persecuciones, que aproveché para encontrarle parejas de baile a mi madre, la típica mujer de mediana edad que baila con todo el mundo en las bodas. Finalmente, los hombres se fueron de la boda sin ligar.
¿Todos? ¡No! Pues la hermana de la novia me ha mandado un mail esta mañana contándome las novedades y declarando su intención de pedir el teléfono del tarado que intentó lucirse hablando conmigo en alemán.
viernes, 13 de noviembre de 2009
Fuenlabrada, ciudad de tarados
Creo que, a estas alturas, todos mis lectores sabrán que vivo en Fuenlabrada. Y creo que, a estas alturas, todos sabemos que es una ciudad (sí, ciudad, no pueblo, tiene 200.000 habitantes y cinco paradas de Metro) que no tiene muy buena fama. Entre la fauna que podemos encontrar en Fuenlabrada hay un sujeto habitual: el que conduce vete tú a saber cómo y de vez en cuando se piña.
Normalmente oigo chirriar de frenos o que alguien derrapa porque baja la calle a la que da mi ventana un poco forzado o porque alguno entra como no debería en la rotonda que hay al final de esta calle. Pero esta noche he oído el telefonillo a las 5:00, mientras unas luces que parpadean se colaban por mi ventana.
Uno de los ya mencionados tarados se ha estampado contra seis coches aparcados. Lo más divertido de todos es que uno de los perjudicados ha sido el coche de mi padre y otro ha sido mi 206, al que le tengo mucho cariño y aprecio (aunque, últimamente, lo tengo un poco abandonado). Qué puntería, oiga. Como mi padre no me deja bajar (y hace mucho frío, todo sea dicho) cuento la historia, que la tengo más reciente. Mis antiguas compañeras de la uc3m se podrán hacer una idea de cómo me siento con la calle cortada, un camión de bomberos, todo lleno de policías, siete coches hostiados delante de casa y sin poder bajar. Al coche de mi padre le han arrancado el paragolpes delantero (y deduzco que tiene un buen golpe en el lado que no veo). Al mío no se qué le han hecho, porque me tapa un árbol y además es azul oscuro, cosa que no favorece la visión nocturna. No habrá sido muy grave, porque acabo de verlo bajar la calle con mi padre dentro.
Inevitablemente, he recordado aquella noche en que mi madre me llamó por teléfono para decirme que mi anterior coche, un AX con el que me llevaba muy mal, estaba hostiado en mitad de la calle. El pobre coche estaba aparcado, sin molestar a nadie, cuando un gilipollas con un coche con mucha más cilindrada y menos carga aerodinámica (y encima amarillo) se dio de lleno contra él. Mi coche voló por encima de los contenedores de basura, se dio la vuelta, aterrizó con el techo y se arrastró un par de metros hasta que un pequeño muro lo frenó. Cuando llegué a casa, los bomberos ya le habían dado la vuelta, con lo cual la foto perdió bastante espectacularidad.
Y esto, amiguitos, es el lugar donde vivo desde hace 24 años y un mes.
Actualización: el responsable de todo el pifostio fue un niñato con un A3 rojo. Luego nos sorprendemos de que los coches rojos y amarillos paguen más de seguro... Al coche de mi padre le arrancaron el paragolpes, como ya dije, y la rueda delantera derecha, que ya hay que ser burrro, porque mi padre lleva un coche grande con unas llantas proporcionales (y de acero) a la medida del vehículo. Mi dosci no tiene nada, el golpe de chapa que le vio la policía me lo dieron en el parking de una cadena de televisión en la que estuve trabajando. Si me lo arreglan, yo pongo cara de pena y digo que sí, que me lo dieron anoche.
Normalmente oigo chirriar de frenos o que alguien derrapa porque baja la calle a la que da mi ventana un poco forzado o porque alguno entra como no debería en la rotonda que hay al final de esta calle. Pero esta noche he oído el telefonillo a las 5:00, mientras unas luces que parpadean se colaban por mi ventana.
Uno de los ya mencionados tarados se ha estampado contra seis coches aparcados. Lo más divertido de todos es que uno de los perjudicados ha sido el coche de mi padre y otro ha sido mi 206, al que le tengo mucho cariño y aprecio (aunque, últimamente, lo tengo un poco abandonado). Qué puntería, oiga. Como mi padre no me deja bajar (y hace mucho frío, todo sea dicho) cuento la historia, que la tengo más reciente. Mis antiguas compañeras de la uc3m se podrán hacer una idea de cómo me siento con la calle cortada, un camión de bomberos, todo lleno de policías, siete coches hostiados delante de casa y sin poder bajar. Al coche de mi padre le han arrancado el paragolpes delantero (y deduzco que tiene un buen golpe en el lado que no veo). Al mío no se qué le han hecho, porque me tapa un árbol y además es azul oscuro, cosa que no favorece la visión nocturna. No habrá sido muy grave, porque acabo de verlo bajar la calle con mi padre dentro.
Inevitablemente, he recordado aquella noche en que mi madre me llamó por teléfono para decirme que mi anterior coche, un AX con el que me llevaba muy mal, estaba hostiado en mitad de la calle. El pobre coche estaba aparcado, sin molestar a nadie, cuando un gilipollas con un coche con mucha más cilindrada y menos carga aerodinámica (y encima amarillo) se dio de lleno contra él. Mi coche voló por encima de los contenedores de basura, se dio la vuelta, aterrizó con el techo y se arrastró un par de metros hasta que un pequeño muro lo frenó. Cuando llegué a casa, los bomberos ya le habían dado la vuelta, con lo cual la foto perdió bastante espectacularidad.
Y esto, amiguitos, es el lugar donde vivo desde hace 24 años y un mes.
Actualización: el responsable de todo el pifostio fue un niñato con un A3 rojo. Luego nos sorprendemos de que los coches rojos y amarillos paguen más de seguro... Al coche de mi padre le arrancaron el paragolpes, como ya dije, y la rueda delantera derecha, que ya hay que ser burrro, porque mi padre lleva un coche grande con unas llantas proporcionales (y de acero) a la medida del vehículo. Mi dosci no tiene nada, el golpe de chapa que le vio la policía me lo dieron en el parking de una cadena de televisión en la que estuve trabajando. Si me lo arreglan, yo pongo cara de pena y digo que sí, que me lo dieron anoche.
martes, 10 de noviembre de 2009
La boda más larga del mundo vol. I: para comer bien, hay que ir al Norte
Antes de empezar, debo aclarar algo para aquellos que no me conozcan en persona: soy 50kg de persona repartidos en 1,60 metros, lo que equivale a un índice de masa corporal de 19,5. Esto es un dato muy importante para todo lo que viene a continuación.
La boda más larga del mundo (14 horas desde que empezó la ceremonia hasta que el maitre del restaurante nos mandó a casa) se convirtió en un fin de semana gastronómico en Asturias. Como sería muy largo relatar todo lo que comí en tres días, me limitaré a hacer un listado.
Viernes
- Comida: menú del día con tres platos y postre
- Pre-cena: castañas asadas, cazuelita con carne guisada y patatas fritas, tres o cuatro culines de sidra.
- Cena de hermanamiento con la novia y sus invitados no-asturianos: en la cena perdí la cuenta pero más o menos recuerdo haber comido mousse de cabracho, chorizos a la sidra, costillas de supongo que vaca (eran enormes para ser de cerdo) con patatas fritas y el variado de postres que podéis ver en la foto. Todo ello regado con sidra casera, como no podría ser de otro modo.
Sábado
- El sábado fue la boda como tal. Según el menú, hubo cóctel, comida y "lunch especial noche".
- Cóctel: mucho jamón (había dos paisanos cortando ibérico de bellota, uno a cada lado de la sala), lomo ibérico, canapés varios, brochetas de pulpo con patata y bacon, dos copas de vino, dos copas de mosto. Los calamares a la romana y las croquetas los pasaron mientras estaba en el baño, qué pena.
- Comida: crema de nécoras, medio bogavante a la plancha, dos lomos de rape en salsa, sorbete de cava y lima, solomillo de ternera al oporto (poco hecho, por supuesto), postre de boda (tarta y algo parecido a una mousse con frutos secos), dos copas de albariño, un pacharán y café solo con hielo. La comida duró 4 horas, con eso está todo dicho.
- "Lunch especial noche": más jamón, sándwich mixto (según el menú, eran "delicias de jamón y queso"), una tabla de quesos asturianos que me pusieron al lado y de la cual acabé con la mitad yo solita, otra copa del albariño y media botella de agua.
- Barra libre: tres vodkas negros con limón y otro vodka normal con limón. También pusieron una fuente de chocolate para m ojar trocitos de fruta y cada vez que pasaba por allí pillaba algo.
Domingo
- Desayuno: barrita con tomate y cola-cao
- Comida: pollo en salsa con patatas y un yogur
- Por la tarde: castañas asadas, un vaso de sidra dulce (sin alcohol) y tres culines de sidra
- Cena: sopa de fideos, más jamón, queso asturiano y dos petit-suisses
Aviso: si estás o has estado a régimen, no leas a partir de aquí. No me hago responsable de cómo te sientas después de seguir leyendo.
A pesar de todo lo listado anteriormente, esta mañana me he pesado en mi báscula de Ikea y sólo he ganado 1,5 kg.
La boda más larga del mundo (14 horas desde que empezó la ceremonia hasta que el maitre del restaurante nos mandó a casa) se convirtió en un fin de semana gastronómico en Asturias. Como sería muy largo relatar todo lo que comí en tres días, me limitaré a hacer un listado.
Viernes
- Comida: menú del día con tres platos y postre
- Pre-cena: castañas asadas, cazuelita con carne guisada y patatas fritas, tres o cuatro culines de sidra.
- Cena de hermanamiento con la novia y sus invitados no-asturianos: en la cena perdí la cuenta pero más o menos recuerdo haber comido mousse de cabracho, chorizos a la sidra, costillas de supongo que vaca (eran enormes para ser de cerdo) con patatas fritas y el variado de postres que podéis ver en la foto. Todo ello regado con sidra casera, como no podría ser de otro modo.
Sábado
- El sábado fue la boda como tal. Según el menú, hubo cóctel, comida y "lunch especial noche".
- Cóctel: mucho jamón (había dos paisanos cortando ibérico de bellota, uno a cada lado de la sala), lomo ibérico, canapés varios, brochetas de pulpo con patata y bacon, dos copas de vino, dos copas de mosto. Los calamares a la romana y las croquetas los pasaron mientras estaba en el baño, qué pena.
- Comida: crema de nécoras, medio bogavante a la plancha, dos lomos de rape en salsa, sorbete de cava y lima, solomillo de ternera al oporto (poco hecho, por supuesto), postre de boda (tarta y algo parecido a una mousse con frutos secos), dos copas de albariño, un pacharán y café solo con hielo. La comida duró 4 horas, con eso está todo dicho.
- "Lunch especial noche": más jamón, sándwich mixto (según el menú, eran "delicias de jamón y queso"), una tabla de quesos asturianos que me pusieron al lado y de la cual acabé con la mitad yo solita, otra copa del albariño y media botella de agua.
- Barra libre: tres vodkas negros con limón y otro vodka normal con limón. También pusieron una fuente de chocolate para m ojar trocitos de fruta y cada vez que pasaba por allí pillaba algo.
Domingo
- Desayuno: barrita con tomate y cola-cao
- Comida: pollo en salsa con patatas y un yogur
- Por la tarde: castañas asadas, un vaso de sidra dulce (sin alcohol) y tres culines de sidra
- Cena: sopa de fideos, más jamón, queso asturiano y dos petit-suisses
Aviso: si estás o has estado a régimen, no leas a partir de aquí. No me hago responsable de cómo te sientas después de seguir leyendo.
A pesar de todo lo listado anteriormente, esta mañana me he pesado en mi báscula de Ikea y sólo he ganado 1,5 kg.
lunes, 9 de noviembre de 2009
Berlín, 20 años sin muro
Hoy, 9 de noviembre de 2009, se cumplen 20 años de la caída del muro de Berlín.
La ciudad fue fundada en el siglo XIII y su nombre no procede de la palabra alemana para "oso" (Bär), el símbolo de la ciudad, sino de una palabra eslava cuyo significado es "terreno pantanoso". A lo largo de la historia, ha sido capital del Reino de Prusia, de la República de Weimar y del III Reich, que diseñó un gran proyecto arquitectónico para convertirla en la capital de Germania.
Después de la Segunda Guerra Mundial, los aliados se repartieron la ciudad, quedando ésta dividida en cuatro sectores de ocupación: el este para la Unión Soviética, el suroeste para Estados Unidos, el noroeste para Francia y el centro para Gran Bretaña. En 1948, los tres sectores occidentales de Berlín se unificaron, se constituyó la República Federal de Alemania y se estableció el marco alemán como moneda oficial de la RFA. La Unión Soviética respondió a esta maniobra con un bloqueo, que fracasó por la creación de un puente aéreo para el suministro de la ciudad.
El resto del país también quedó dividido en dos: la República Federal de Alemania (RFA, afín al bloque capitalista) y la República Democrática de Alemania (RDA, afín al bloque comunista). Berlín occidental, perteneciente a la RFA, quedaba en medio de la RDA. Por esta razón, la zona oeste de la ciudad fue utilizada como vía de escape por la población de Berlín para escapar la RFA.
La RDA perdía población. Sobre todo población joven y laboralmente activa. Para evitar el éxodo masivo de ciudadanos, las autoridades comunistas decidieron colocar vallas alrededor de la zona occidental. El 13 de agosto de 1961, Berlín amanecía divido físicamente. Más tarde se levantaron dos muros, uno exterior y otro interior, que cubrían un total de 144 kilómetros. Entre los dos muros se dispusieron todas las medidas de seguridad necesarias: guardias armados, torres de vigilancia (aún se puede ver alguna en pie) sensores de movimiento, focos potentes que iluminaban la zona y una superficie de arena, donde quedarían marcadas las huellas de cualquier intruso.
El muro atravesaba calles y edificios. Las primeras evasiones se efectuaron desde las ventanas de las casas cercanas al muro, que más tarde fueron desalojadas y cerradas. Los habitantes de la zona occidental podían acercarse al muro, tocarlo, pintar en él... pero no los ciudadanos de Berlín este. Los guardias fronterizos tenían orden de disuadir a tiros a cualquiera que intentara aproximarse desde el lado oriental. Este perímetro de seguridad era conocido como "la franja de la muerte".
En 1989, algunos países del bloque comunista habían abierto sus fronteras, siguiendo la política de apertura del entonces presidente de la URSS Mijail Gorbachov. El primero de ellos fue Hungría, convirtiéndose así en el primer puente de salida hacia occidente. En toda la Europa comunista hubo concentraciones pidiendo la apertura de las fronteras. En Alemania, las protestas comenzaron el Leipzig, con una periodicidad semanal, y cada vez ganaban más apoyo popular.
En vista de la situación, las autoridades políticas de la RDA convocaron una rueda de prensa para anunciar el proyecto de una nueva ley que permitiera viajar al extranjero y suavizar las protestas. El elegido para representar al gobierno fue Günter Schabovski, periodista y miembro del Politburo. Después de la elección, Schabovski desapareció durante varios días y se ausentó de las reuniones de preparación de la rueda de prensa.
El 9 de noviembre de 1989 se celebró la rueda de prensa. Schabovski se limitó a leer el comunicado oficial que le fue entregado. Después de la lectura, comenzaron las preguntas de los periodistas. El comunicado no especificaba cuándo se abrirían las fronteras. Como el señor Schabovski no había asistido a las reuniones, se limitó a buscar una fecha en el documento. La única que encontró fue la fecha de redacción del mismo (9 de noviembre de 1989) y decidió que esa misma fecha era la entrada en vigor de la inexistente ley de apertura de las fronteras. El teletipo de Asociated Press fue contudente: "La RDA abre sus fronteras". Así mismo dio la información el informativo de la ARD (la principal cadena alemana de televisión, por aquel entonces sólo en el lado occidental). La noticia hizo que miles de berlineses salieran a la calle.
Los berlineses del este colapsaron los checkpoints. Al otro lado, los habitantes de Berlín occidental preparaban el recibimiento con productos capitalistas (como latas de Coca-Cola) y cantando "el muro tiene que caer". Los guardias fronterizos estaban perdidos. Uno de ellos llamó a su superior. "Haga usted lo que deba" fue la única directriz que recibió. Preguntó quién llevaba pasaporte, obtuvo cuatro respuestas afirmativas, hizo números y decidió abrir el checkpoint de par en par.
28 años después de la construcción del primer muro, Berlín volvía a ser una sola ciudad. La Puerta de Brandeburgo, que durante años quedó aislada entre el muro interior y el exterior, se convirtió en símbolo de la reunificación. Casi un año después (3 de octubre de 1990) se hizo efectiva la reunificación de Alemania.
Así es como me lo contaron.
Imágenes:
La ciudad fue fundada en el siglo XIII y su nombre no procede de la palabra alemana para "oso" (Bär), el símbolo de la ciudad, sino de una palabra eslava cuyo significado es "terreno pantanoso". A lo largo de la historia, ha sido capital del Reino de Prusia, de la República de Weimar y del III Reich, que diseñó un gran proyecto arquitectónico para convertirla en la capital de Germania.
Después de la Segunda Guerra Mundial, los aliados se repartieron la ciudad, quedando ésta dividida en cuatro sectores de ocupación: el este para la Unión Soviética, el suroeste para Estados Unidos, el noroeste para Francia y el centro para Gran Bretaña. En 1948, los tres sectores occidentales de Berlín se unificaron, se constituyó la República Federal de Alemania y se estableció el marco alemán como moneda oficial de la RFA. La Unión Soviética respondió a esta maniobra con un bloqueo, que fracasó por la creación de un puente aéreo para el suministro de la ciudad.
El resto del país también quedó dividido en dos: la República Federal de Alemania (RFA, afín al bloque capitalista) y la República Democrática de Alemania (RDA, afín al bloque comunista). Berlín occidental, perteneciente a la RFA, quedaba en medio de la RDA. Por esta razón, la zona oeste de la ciudad fue utilizada como vía de escape por la población de Berlín para escapar la RFA.
La RDA perdía población. Sobre todo población joven y laboralmente activa. Para evitar el éxodo masivo de ciudadanos, las autoridades comunistas decidieron colocar vallas alrededor de la zona occidental. El 13 de agosto de 1961, Berlín amanecía divido físicamente. Más tarde se levantaron dos muros, uno exterior y otro interior, que cubrían un total de 144 kilómetros. Entre los dos muros se dispusieron todas las medidas de seguridad necesarias: guardias armados, torres de vigilancia (aún se puede ver alguna en pie) sensores de movimiento, focos potentes que iluminaban la zona y una superficie de arena, donde quedarían marcadas las huellas de cualquier intruso.
El muro atravesaba calles y edificios. Las primeras evasiones se efectuaron desde las ventanas de las casas cercanas al muro, que más tarde fueron desalojadas y cerradas. Los habitantes de la zona occidental podían acercarse al muro, tocarlo, pintar en él... pero no los ciudadanos de Berlín este. Los guardias fronterizos tenían orden de disuadir a tiros a cualquiera que intentara aproximarse desde el lado oriental. Este perímetro de seguridad era conocido como "la franja de la muerte".
En 1989, algunos países del bloque comunista habían abierto sus fronteras, siguiendo la política de apertura del entonces presidente de la URSS Mijail Gorbachov. El primero de ellos fue Hungría, convirtiéndose así en el primer puente de salida hacia occidente. En toda la Europa comunista hubo concentraciones pidiendo la apertura de las fronteras. En Alemania, las protestas comenzaron el Leipzig, con una periodicidad semanal, y cada vez ganaban más apoyo popular.
En vista de la situación, las autoridades políticas de la RDA convocaron una rueda de prensa para anunciar el proyecto de una nueva ley que permitiera viajar al extranjero y suavizar las protestas. El elegido para representar al gobierno fue Günter Schabovski, periodista y miembro del Politburo. Después de la elección, Schabovski desapareció durante varios días y se ausentó de las reuniones de preparación de la rueda de prensa.
Los berlineses del este colapsaron los checkpoints. Al otro lado, los habitantes de Berlín occidental preparaban el recibimiento con productos capitalistas (como latas de Coca-Cola) y cantando "el muro tiene que caer". Los guardias fronterizos estaban perdidos. Uno de ellos llamó a su superior. "Haga usted lo que deba" fue la única directriz que recibió. Preguntó quién llevaba pasaporte, obtuvo cuatro respuestas afirmativas, hizo números y decidió abrir el checkpoint de par en par.
28 años después de la construcción del primer muro, Berlín volvía a ser una sola ciudad. La Puerta de Brandeburgo, que durante años quedó aislada entre el muro interior y el exterior, se convirtió en símbolo de la reunificación. Casi un año después (3 de octubre de 1990) se hizo efectiva la reunificación de Alemania.
Así es como me lo contaron.
Imágenes:
- Pariser Platz, Unter den Linden y Torre de la Televisión (2009)
- Restos del muro al lado del Ministerio de Hacienda, antigua sede de la Luftwaffe (2009)
- Checkpoint Charlie (2009)
- East Side Gallery y Torre de la Televisión (2009)
- Puerta de Brandeburgo (2009)
(más fotos)
viernes, 6 de noviembre de 2009
La boda más larga del mundo
Gente, os dejo sin mi presencia durante unos días, que tengo que ir a la boda más larga del mundo. No, no es que me hayan invitado a una boda gitana tradicional, de ésas que se tiran nosecuantos días de cogorza. Una amiga de la familia (entiéndase por familia mis padres y yo) se casa en Gijón y tenemos cena el viernes, ceremonia religiosa el sábado a mediodía, comida el sábado (con la sobremesa y el baile correspondientes) y cena el sábado (con la sobremesa y el baile correspondientes de nuevo). Yo veo una laguna: el desayuno del sábado. Y, ya que se ponen, podrían haber tenido un detalle con el desayuno del domingo.
Y ya que tiramos pa'l norte, hacemos una visita a otros amigos de mis padres que viven cerca de Cangas. Viendo el plan, no sé si sobreviviré para ver cómo no han hecho ni puto caso a la reclamación que puse al ICEX (martes 10 de noviembre).
Y ya que tiramos pa'l norte, hacemos una visita a otros amigos de mis padres que viven cerca de Cangas. Viendo el plan, no sé si sobreviviré para ver cómo no han hecho ni puto caso a la reclamación que puse al ICEX (martes 10 de noviembre).
jueves, 5 de noviembre de 2009
"Con lo que tú vales"
La noticia de la semana en mi entorno ha sido mi no admisión en las Becas ICEX. Desde el punto de vista periodístico (¿deformación profesional?) manda narices que algo que no ha ocurrido sea noticia, pero dejémoslo estar. El caso es que me tocó avisar a todos mis amigos, conocidos y familiares y actualizar este blog y mis perfiles en las redes sociales con el no-acontecimiento.
La respuesta fue casi unánime y se podría resumir en "lo siento, estaba convencido/a de que te iban a admitir" seguido de "qué pena, con lo que tú vales". No sé por qué, esta frase se ha extendido a lo largo y ancho de mi vida diaria y no hago más que escucharla.
A ver, yo sé que se me coge cariño y tal, cosa que no entiendo, porque soy más borde que House y el tipo de Miénteme juntos, pero tampoco necesito que nadie compense mi falta de trabajo alimentando mi ego. Aunque, desde que no tengo trabajo, mi pobre ego se siente un poco herido y ya no es lo que era. Y si durante el desayuno lees este reportaje, ya ni te cuento dónde debe estar mi ego. Si mi ego es tan vago como yo, no habrá ido muy lejos.
El caso es que me ha dado por preguntarme cuánto valgo. Como no tengo ni puñetera idea de tasación, dejo los comentarios abiertos a todo tipo de valoraciones. Con mis estudios (dos licenciaturas), mi formación complementaria (dos idiomas en condiciones aparte del materno y otro en proceso de aprendizaje y dos cursos de formación complementaria) y mi experiencia profesional (dos años en periodismo y medios de comunicación), ¿cuánto me pagaríais al mes? Los comentarios están abiertos.
La respuesta fue casi unánime y se podría resumir en "lo siento, estaba convencido/a de que te iban a admitir" seguido de "qué pena, con lo que tú vales". No sé por qué, esta frase se ha extendido a lo largo y ancho de mi vida diaria y no hago más que escucharla.
A ver, yo sé que se me coge cariño y tal, cosa que no entiendo, porque soy más borde que House y el tipo de Miénteme juntos, pero tampoco necesito que nadie compense mi falta de trabajo alimentando mi ego. Aunque, desde que no tengo trabajo, mi pobre ego se siente un poco herido y ya no es lo que era. Y si durante el desayuno lees este reportaje, ya ni te cuento dónde debe estar mi ego. Si mi ego es tan vago como yo, no habrá ido muy lejos.
El caso es que me ha dado por preguntarme cuánto valgo. Como no tengo ni puñetera idea de tasación, dejo los comentarios abiertos a todo tipo de valoraciones. Con mis estudios (dos licenciaturas), mi formación complementaria (dos idiomas en condiciones aparte del materno y otro en proceso de aprendizaje y dos cursos de formación complementaria) y mi experiencia profesional (dos años en periodismo y medios de comunicación), ¿cuánto me pagaríais al mes? Los comentarios están abiertos.
lunes, 2 de noviembre de 2009
Otro post sobre las becas ICEX
Hoy salía la lista de los candidatos que han pasado la última prueba para las becas ICEX. Se lo han tomado con calma, se han ido a comer y, hace un ratillo, he entrado a ver si había algo nuevo. He abierto la página y nada. He leído un par de mails que tenía por ahí y, por si acaso, he recargado la página. Bien, el mensajito de "el listado provisional será publicado..." ha cambiado por otra página con un enlace al listado en pdf.
Hago clic. Error 404.
Hago clic. Error 404.
Hago clic. Eror 404.
Y así varias veces.
Por fin funciona, busco mi número de DNI y... lo siento chicos, esta vez el post no termina como todos esperábamos.
Hago clic. Error 404.
Hago clic. Error 404.
Hago clic. Eror 404.
Y así varias veces.
Por fin funciona, busco mi número de DNI y... lo siento chicos, esta vez el post no termina como todos esperábamos.
domingo, 1 de noviembre de 2009
La noche de los muertos vivientes
Así estaba yo anoche, muerta viviente. Y no era mi disfraz, venía muriéndome desde que la profe de ruso dijo "vamos a conjugar verbos" en vez de "buenos días". Ya resumí el día de ayer, no hace falta extenderse más en los antecedentes. Afortunadamente he sobrevivido a los últimos días y puedo contarlo.
Como lo de dormir la siesta fue imposible (al menos descansé, que ya es algo) empecé con los preparativos del disfraz. Este año no me apetecía pensar y me disfracé de bruja. Cuando salí del baño "peinada" y maquillada parecía la panadera de Sweeney Todd con ropa de estar por casa. Mi madre me dio la razón cuando se cruzó conmigo por el pasillo y me dijo que parecía Helena Bonham Carter. Por desgracia el maquillaje, el pelo y mi salud física fueron perdiendo consistencia a lo largo de la noche y cuando volví a casa parecía recién fugada de Azkaban.
Como mi desgaste físico no interesa y además era predecible, vamos a lo que interesa: los tarados que nos encontramos anoche. Lo pongo después de un "Laura, éste va de cabeza a tu blog" pronunciado por una de mis amigas en plena Gran Vía. Sólo voy a contar dos situaciones, porque hoy estoy vaga.
Situación 1
Tarado #1 - Chicas, no vayáis para allá, que hay una tía borracha enseñando las tetas [vale, gracias majete]
Situación 2
Dos chavales disfrazados de no se sabe qué (creo que de niñas poseídas sin afeitar pero no estoy segura del todo) bajan por la Gran Vía. En las escaleras de un cine, hay un grupo de 6 chicas haciendo tiempo.
Tarados #2 y #3 - ¡¡Buuuuuuuuuuu!!!
Las chicas les miran fijamente.
Tarado #2 - Espera, espera. Otra vez.
Vuelven unos pasos atrás y hablan un poco entre ellos.
Tarados #2 y #3 - ¡¡¡¡¡¡¡¡¡Buuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!!!!!!!!!
Y voy a dejar esto, que me espera un tarde muy larga intentando quitarme de encima media hora de cardados, un bote de laca y medio tarro de gel fijador para que mi pelo vuelva a ser liso.
Como lo de dormir la siesta fue imposible (al menos descansé, que ya es algo) empecé con los preparativos del disfraz. Este año no me apetecía pensar y me disfracé de bruja. Cuando salí del baño "peinada" y maquillada parecía la panadera de Sweeney Todd con ropa de estar por casa. Mi madre me dio la razón cuando se cruzó conmigo por el pasillo y me dijo que parecía Helena Bonham Carter. Por desgracia el maquillaje, el pelo y mi salud física fueron perdiendo consistencia a lo largo de la noche y cuando volví a casa parecía recién fugada de Azkaban.
Como mi desgaste físico no interesa y además era predecible, vamos a lo que interesa: los tarados que nos encontramos anoche. Lo pongo después de un "Laura, éste va de cabeza a tu blog" pronunciado por una de mis amigas en plena Gran Vía. Sólo voy a contar dos situaciones, porque hoy estoy vaga.
Situación 1
Tarado #1 - Chicas, no vayáis para allá, que hay una tía borracha enseñando las tetas [vale, gracias majete]
Situación 2
Dos chavales disfrazados de no se sabe qué (creo que de niñas poseídas sin afeitar pero no estoy segura del todo) bajan por la Gran Vía. En las escaleras de un cine, hay un grupo de 6 chicas haciendo tiempo.
Tarados #2 y #3 - ¡¡Buuuuuuuuuuu!!!
Las chicas les miran fijamente.
Tarado #2 - Espera, espera. Otra vez.
Vuelven unos pasos atrás y hablan un poco entre ellos.
Tarados #2 y #3 - ¡¡¡¡¡¡¡¡¡Buuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!!!!!!!!!
Y voy a dejar esto, que me espera un tarde muy larga intentando quitarme de encima media hora de cardados, un bote de laca y medio tarro de gel fijador para que mi pelo vuelva a ser liso.
sábado, 31 de octubre de 2009
Cuando los astros se alinean... para putearte
¿No tuvistéis suficiente estrés con los palacios de congresos? Pues los últimos días no han tenido desperdicio. Tengo miedo, porque aún no ha terminado el fin de semana y me gustaría vivir hasta el lunes, para averiguar si pasé la entrevista del ICEX (es decir, que el lunes habrá otro post sobre la puñetera beca).
El miércoles lo pasé hecha polvo en casa. Eso me pasa por coger cosas que no son mías. Como por la noche tenía que ir a ver a Les Luthiers (jijiji), me dopé todo lo que pude. Al día siguiente tenía fiebre y no salí de la cama en toda la mañana pero, según predije, al final del telediario de la noche ya estaba sana, sólo me quedaba alguna tosecilla leve. Como estaba estupendamente y una de mis amigas quería quedar el viernes, salí. Mi amiga vive en Alcalá de Henares, yo vivo en Fuenlabrada y la quedada implicaba trasladarse hasta Alcalá (estoy haciendo mucho turismo por la Comunidad de Madrid).
Creo que no medité lo suficiente antes de tomar la decisión, porque salir de cañas por Alcalá con los horarios que tiene mi amiga (nos juntamos en la estación de tren a eso de las 23:30) no es del todo compatible con una clase de ruso de 4 horas al día siguiente por la mañana. Según mis cálculos, las horas de sueño deberían ser igual o superiores a la suma de las horas de clase y los traslados. Bueno, pues me han faltado unas dos horas y media para poder igualar las cuentas. Hay personas que duermen 4 horas diarias y luego están estupendamente pero no es el caso.
Con mi cara de zombie, unas ojeras muy adecuadas para Halloween y pensando que la clase de hoy no sería para tanto, he cogido los transportes públicos pertienentes rogando no perder ninguno y llegar a tiempo, porque he apurado los minutos de sueño todo lo que he podido y más. En clase me esperaba un regalito: salir a la pizarra para repasar los plurales (mi letra es horrible con el alfabeto latino, pensad cómo será con el cirílico) y horas (o siglos, he perdido la noción espacio-tiempo) conjugando verbos. El descanso me ha sentado de maravilla pero mejor me ha sentado el desayuno. Aunque lo más prudente será volver al té y no pedir café en ese bar nunca más.
Después de comer he intentado dormir. Estaba yo dispuesta a echarme una siesta de pijama y orinal, como se suele decir (pero sin orinal, yo soy más de wáter) y a los pocos minutos de acomodarme en la cama ha sonado mi móvil. Como sea otro puto mensajito de Movistar publi lo tiro por la ventana. Eran mi prima y su marido, preguntando qué tal la beca (a esperarse al lunes, como todo el mundo). Al rato ha sido un pájaro hiperactivo. Después mi amiga de Alcalá, preguntando qué tal llegué a casa. Luego mi madre ha tirado nosequé en la cocina y he rematado la tarde con unos niños que llamaban al timbre pidiendo caramelos.
Con la tasa de antiamericanismo por las nubes, mucho sueño y aún más mala leche, he decidido rendirme y buscar los trastos para el disfraz de Halloween, porque yo tengo mucha moral y hace días cometí la imprudencia de secundar una moción sobre la participación en este evento tan chorra.
Si el lunes no doy señales de preocuparme por las becas, será porque no logré sobrevivir.
El miércoles lo pasé hecha polvo en casa. Eso me pasa por coger cosas que no son mías. Como por la noche tenía que ir a ver a Les Luthiers (jijiji), me dopé todo lo que pude. Al día siguiente tenía fiebre y no salí de la cama en toda la mañana pero, según predije, al final del telediario de la noche ya estaba sana, sólo me quedaba alguna tosecilla leve. Como estaba estupendamente y una de mis amigas quería quedar el viernes, salí. Mi amiga vive en Alcalá de Henares, yo vivo en Fuenlabrada y la quedada implicaba trasladarse hasta Alcalá (estoy haciendo mucho turismo por la Comunidad de Madrid).
Creo que no medité lo suficiente antes de tomar la decisión, porque salir de cañas por Alcalá con los horarios que tiene mi amiga (nos juntamos en la estación de tren a eso de las 23:30) no es del todo compatible con una clase de ruso de 4 horas al día siguiente por la mañana. Según mis cálculos, las horas de sueño deberían ser igual o superiores a la suma de las horas de clase y los traslados. Bueno, pues me han faltado unas dos horas y media para poder igualar las cuentas. Hay personas que duermen 4 horas diarias y luego están estupendamente pero no es el caso.
Con mi cara de zombie, unas ojeras muy adecuadas para Halloween y pensando que la clase de hoy no sería para tanto, he cogido los transportes públicos pertienentes rogando no perder ninguno y llegar a tiempo, porque he apurado los minutos de sueño todo lo que he podido y más. En clase me esperaba un regalito: salir a la pizarra para repasar los plurales (mi letra es horrible con el alfabeto latino, pensad cómo será con el cirílico) y horas (o siglos, he perdido la noción espacio-tiempo) conjugando verbos. El descanso me ha sentado de maravilla pero mejor me ha sentado el desayuno. Aunque lo más prudente será volver al té y no pedir café en ese bar nunca más.
Después de comer he intentado dormir. Estaba yo dispuesta a echarme una siesta de pijama y orinal, como se suele decir (pero sin orinal, yo soy más de wáter) y a los pocos minutos de acomodarme en la cama ha sonado mi móvil. Como sea otro puto mensajito de Movistar publi lo tiro por la ventana. Eran mi prima y su marido, preguntando qué tal la beca (a esperarse al lunes, como todo el mundo). Al rato ha sido un pájaro hiperactivo. Después mi amiga de Alcalá, preguntando qué tal llegué a casa. Luego mi madre ha tirado nosequé en la cocina y he rematado la tarde con unos niños que llamaban al timbre pidiendo caramelos.
Con la tasa de antiamericanismo por las nubes, mucho sueño y aún más mala leche, he decidido rendirme y buscar los trastos para el disfraz de Halloween, porque yo tengo mucha moral y hace días cometí la imprudencia de secundar una moción sobre la participación en este evento tan chorra.
Si el lunes no doy señales de preocuparme por las becas, será porque no logré sobrevivir.
jueves, 29 de octubre de 2009
Me cago en Madrid (a.k.a. Por qué es importante ir con tiempo a los sitios)
Buenos días gente. Buenos por decir algo, porque sigo con mi catarrazo y estoy como si me hubieran metido la cabeza en una prensa de Gutenberg. Los obreros del ascensor rompiendo paredes desde las 8 de la mañana (encima son puntuales, la madre que los parió) no ayudan a que me sienta mejor.
Anoche fui a ver a Les Luthiers (jijiji). En las entradas ponía que era en el Palacio de Congresos y hacia allí que me dirigí. Llegamos 10 minutos antes de la hora que ponía en las entradas, un poco justo pero bien. En la puerta del Palacio de Congresos había dos señores y otro grupo de gente que subía las escaleras a la vez que nosotros.
Señor del Palacio de Congresos - Llegáis tarde
Laura - Todavía son menos diez
Señor - No es aquí
(por favor dígame que lo siguiente es "es por la otra puerta")
Señor - Es en el IFEMA
(joder, y nosotros en la Castellana)
Chica preocupada - ¿En serio?
Pues sí, iba en serio. Y además hemos aparcado a hacer puñetas ¡yuju! Volvemos al coche y tiramos hacia el Juan Carlos I. Mientras tanto, yo iba pensando por qué Madrid tiene dos palacios de congresos y está cerrando cines, teatros y salas de conciertos. No deja de ser algo inquietante, al igual que la señalización. De pronto, en una rotonda, el cartelito amarillo con el logo del IFEMA y la flecha que marca la dirección desaparece. Encontramos el camino de casualidad (o porque cuando naces en un hospital de Madrid te implantan un chip en el cerebro con el plano del metro y otro para que sepas orientarte en una ciudad mal señalizada).
De pronto veo un cartelote azul. "Este parque se riega con agua reciclada". No, ése no, el de al lado. "Parking auditorio". ¿Será ahí? Sin saber cómo ni por qué, circulamos por una especie de camino de cabras paralelo a una vía de tren. ¿Por aquí pasan trenes? Mira, un parking pero sin auditorio. Preguntamos a una pareja que está fuera del coche de cháchara (si estuvieran dentro los dejaría atender tranquilamente a sus cosas). No tienen ni puñetera idea de dónde está el auditorio. Cambio de ruta: salimos de donde quiera que nos hayamos metido, volvemos a la última rotonda (que para algo están, aparte de para atraer todo tipo de pirulas e infracciones) y buscamos el Palacio de Congresos.
Ya no hay tiempo para buscar sitio en la calle. Al parking. Planta -1: no se ve sitio. Planta -2: no se ve sitio. Planta -3 (ya empieza a hacer calor): no se ve sitio. Planta -4 (creo que he oído las calderas del infienno): no se ve sitio. Planta -5 (¿eso ha sido un grito?): no se ve sitio. Planta -6 (hola, señor de rojo con rabo y cuernos): mira, aquí sí hay sitio. Y todavía queda otra planta por debajo... vale, salgamos ya del inframundo.
Salgo del ascensor y me doy de bruces con una puerta cerrada. Pues qué gracia ¿no? Ah, no, que hay que salir a la calle y entrar por la puerta principal. Pues vale. Una acomodadora nos muestra amablemente el camino hasta nuestros asientos. Me acomodo, cojo el programa... bien, sólo nos hemos perdido dos canciones (a buscar mañana en YouTube) y una de ellas sólo era un fragmento. Veo una luz a mis espaldas... mira, no hemos sido los últimos en llegar.
Anoche fui a ver a Les Luthiers (jijiji). En las entradas ponía que era en el Palacio de Congresos y hacia allí que me dirigí. Llegamos 10 minutos antes de la hora que ponía en las entradas, un poco justo pero bien. En la puerta del Palacio de Congresos había dos señores y otro grupo de gente que subía las escaleras a la vez que nosotros.
Señor del Palacio de Congresos - Llegáis tarde
Laura - Todavía son menos diez
Señor - No es aquí
(por favor dígame que lo siguiente es "es por la otra puerta")
Señor - Es en el IFEMA
(joder, y nosotros en la Castellana)
Chica preocupada - ¿En serio?
Pues sí, iba en serio. Y además hemos aparcado a hacer puñetas ¡yuju! Volvemos al coche y tiramos hacia el Juan Carlos I. Mientras tanto, yo iba pensando por qué Madrid tiene dos palacios de congresos y está cerrando cines, teatros y salas de conciertos. No deja de ser algo inquietante, al igual que la señalización. De pronto, en una rotonda, el cartelito amarillo con el logo del IFEMA y la flecha que marca la dirección desaparece. Encontramos el camino de casualidad (o porque cuando naces en un hospital de Madrid te implantan un chip en el cerebro con el plano del metro y otro para que sepas orientarte en una ciudad mal señalizada).
De pronto veo un cartelote azul. "Este parque se riega con agua reciclada". No, ése no, el de al lado. "Parking auditorio". ¿Será ahí? Sin saber cómo ni por qué, circulamos por una especie de camino de cabras paralelo a una vía de tren. ¿Por aquí pasan trenes? Mira, un parking pero sin auditorio. Preguntamos a una pareja que está fuera del coche de cháchara (si estuvieran dentro los dejaría atender tranquilamente a sus cosas). No tienen ni puñetera idea de dónde está el auditorio. Cambio de ruta: salimos de donde quiera que nos hayamos metido, volvemos a la última rotonda (que para algo están, aparte de para atraer todo tipo de pirulas e infracciones) y buscamos el Palacio de Congresos.
Ya no hay tiempo para buscar sitio en la calle. Al parking. Planta -1: no se ve sitio. Planta -2: no se ve sitio. Planta -3 (ya empieza a hacer calor): no se ve sitio. Planta -4 (creo que he oído las calderas del infienno): no se ve sitio. Planta -5 (¿eso ha sido un grito?): no se ve sitio. Planta -6 (hola, señor de rojo con rabo y cuernos): mira, aquí sí hay sitio. Y todavía queda otra planta por debajo... vale, salgamos ya del inframundo.
Salgo del ascensor y me doy de bruces con una puerta cerrada. Pues qué gracia ¿no? Ah, no, que hay que salir a la calle y entrar por la puerta principal. Pues vale. Una acomodadora nos muestra amablemente el camino hasta nuestros asientos. Me acomodo, cojo el programa... bien, sólo nos hemos perdido dos canciones (a buscar mañana en YouTube) y una de ellas sólo era un fragmento. Veo una luz a mis espaldas... mira, no hemos sido los últimos en llegar.
miércoles, 28 de octubre de 2009
Aviso: post aburrido y de relleno, fruto de una mañana de aburrimiento
Aparte de continuar el rastreo de webs del programa Opea, hoy me han colocado un andamio al lado del ventanuco del baño, así que tengo que ir con mucho cuidado. Estoy empezando a pensar que atraigo las situaciones ridículas. Bueno, ya lo sospechaba hace tiempo pero que me ocurran cosas absurdas sin necesidad de salir de casa roza lo preocupante.
El caso es que esta mañana me he levantado hecha polvo y con un trancazo del copón. No tengo fiebre pero me he tomado un Frenadol, por si acaso. Normalmente no me tomo nada y con dormir un poco ya estoy como un roble (la ciencia debería estudiar mi sistema inmunológico) pero he decidido recurrir a la química porque esta noche voy a ver a Les Luthiers (¡bieeeeeeeeen!). Hasta entonces, tengo que ocupar el día con algo. ¿Leer? Se me han acabado las lecturas. ¿Deberes de ruso? Hoy no, que estoy malita. ¿Trabajar en algo? Hoy no tengo nada que hacer. Así que he decidido echar algo de tiempo en eso del Intelné.
Como ya he dicho, he seguido el rastreo de webs del Programa Opea y estoy haciendo una carpetita muy mona (de verdad, de esas de cartoncillo con gomas) con mis cosas de buscar curro, para tenerlo todo organizado y localizable. Pero también he cambiado algunas cosillas en mi blog (la barra lateral, esa parte de los blogs que nunca lee nadie) y he entrado, con invitación de mi querido Drenas, en Toma 69, otro blog.
Que nadie piense mal, es un blog de cine. Aunque, aviso, contiene spoilers. Más que contenerlos, va de eso, así que luego no vengáis a decirme que os he jodido la película de turno. Me parece que me va a gustar esto de destripar pelis (hale, ya he hecho publicidad del blog).
Como ya he dicho, también he cambiado la barra lateral, donde he añadido la dirección del nuevo blog, un anuncio (Drenas, no te quejes, que hoy te estoy dando muuucha publicidad) y me he currado un perfil. Bueno, el perfil me lo curré ayer, que tampoco tenía mucho que hacer.
Aparte de continuar el rastreo de webs del programa Opea, hoy me han colocado un andamio al lado del ventanuco del baño, así que tengo que ir con mucho cuidado. Estoy empezando a pensar que atraigo las situaciones ridículas. Bueno, ya lo sospechaba hace tiempo pero que me ocurran cosas absurdas sin necesidad de salir de casa roza lo preocupante.
El caso es que esta mañana me he levantado hecha polvo y con un trancazo del copón. No tengo fiebre pero me he tomado un Frenadol, por si acaso. Normalmente no me tomo nada y con dormir un poco ya estoy como un roble (la ciencia debería estudiar mi sistema inmunológico) pero he decidido recurrir a la química porque esta noche voy a ver a Les Luthiers (¡bieeeeeeeeen!). Hasta entonces, tengo que ocupar el día con algo. ¿Leer? Se me han acabado las lecturas. ¿Deberes de ruso? Hoy no, que estoy malita. ¿Trabajar en algo? Hoy no tengo nada que hacer. Así que he decidido echar algo de tiempo en eso del Intelné.
Como ya he dicho, he seguido el rastreo de webs del Programa Opea y estoy haciendo una carpetita muy mona (de verdad, de esas de cartoncillo con gomas) con mis cosas de buscar curro, para tenerlo todo organizado y localizable. Pero también he cambiado algunas cosillas en mi blog (la barra lateral, esa parte de los blogs que nunca lee nadie) y he entrado, con invitación de mi querido Drenas, en Toma 69, otro blog.
Que nadie piense mal, es un blog de cine. Aunque, aviso, contiene spoilers. Más que contenerlos, va de eso, así que luego no vengáis a decirme que os he jodido la película de turno. Me parece que me va a gustar esto de destripar pelis (hale, ya he hecho publicidad del blog).
Como ya he dicho, también he cambiado la barra lateral, donde he añadido la dirección del nuevo blog, un anuncio (Drenas, no te quejes, que hoy te estoy dando muuucha publicidad) y me he currado un perfil. Bueno, el perfil me lo curré ayer, que tampoco tenía mucho que hacer.
lunes, 26 de octubre de 2009
Cosas de parados
Hoy he vuelto a mis tareas de parada. He decidido hacer un receso para contarlo mientras escucho la crítica cinematográfica de El planeta de los simios, cortesía de uno de los operarios que están haciendo la obra del ascensor en mi bloque ("¿Los humamos esclavos? ¡Venga, coño!"). Cuando tengamos el ascensor instalado y operativo, las visitas dejarán de quejarse por tener que subir a pie hasta el segundo, pero mis sobremesas no serán tan entretenidas (aviso a Hell's Tea y a otras mentes perversas: absténganse de hacer chistes con lo que podré hacer cuando tenga ascensor).
El caso es que, cuando fui a Forempleo, me apunté a un programa que no sabía de qué iba. Me llamaron la semana pasada y me citaron para el viernes, vi de qué iba la cosa y me han vuelto a citar hoy. Se llama Programa Opea y se trata de que la universidad te orienta en la búsqueda de trabajo. En contra de todo pronóstico, funciona bien y la mujer que me ha atendido es muy maja y realmente muestra interés por ayudar y por la persona a la que está ayudando (me ha preguntado qué tal con el ICEX y hemos estado hablando de ello un buen rato).
Después de una hora, he salido de allí con un montón de papeles con direcciones de webs de empleo en el extranjero, instituciones europeas y directorios de empresas relacionadas con mi formación. Es una pena que no estén actualizados y que algunas webs ya no existan, porque realmente es útil (ya veremos más adelante si también es efectivo). Ahora me toca revisar todas las webs una por una, a ver si existen, cargan y sirven a mis propósitos. Mi idea es tenerlo todo revisado y filtrado para tener un plan de fuga en caso de que el ICEX decida que no merece la pena pagarme un máster.
El caso es que, cuando fui a Forempleo, me apunté a un programa que no sabía de qué iba. Me llamaron la semana pasada y me citaron para el viernes, vi de qué iba la cosa y me han vuelto a citar hoy. Se llama Programa Opea y se trata de que la universidad te orienta en la búsqueda de trabajo. En contra de todo pronóstico, funciona bien y la mujer que me ha atendido es muy maja y realmente muestra interés por ayudar y por la persona a la que está ayudando (me ha preguntado qué tal con el ICEX y hemos estado hablando de ello un buen rato).
Después de una hora, he salido de allí con un montón de papeles con direcciones de webs de empleo en el extranjero, instituciones europeas y directorios de empresas relacionadas con mi formación. Es una pena que no estén actualizados y que algunas webs ya no existan, porque realmente es útil (ya veremos más adelante si también es efectivo). Ahora me toca revisar todas las webs una por una, a ver si existen, cargan y sirven a mis propósitos. Mi idea es tenerlo todo revisado y filtrado para tener un plan de fuga en caso de que el ICEX decida que no merece la pena pagarme un máster.
domingo, 25 de octubre de 2009
Epílogo
Haciendo repaso de la semana temática, me doy cuenta de que he dejado muchos temas fuera. Decidí dedicar cada día a un curso y algunos temas sólo se mencionan de pasada. Entre ellos se encuentran el punto de desinformación, las prácticas en empresa, reprografía, las revisiones de examen (aunque el post de segundo lo ocupa casi por completo una revisión) y las evaluaciones al profesorado. De la encuesta de inserción laboral ya se ha encargado María.
Empezaremos por las evaluaciones al profesorado. Las encuestas de evaluación al profesorado son esas hojas amarillentas de lectura óptica que los profesores pasan a los alumnos cada final de cuatrimestre no se sabe muy bien para qué. El procedimiento es simple: puntuar de 1 a 5 distintos aspectos de la asignatura y del profesor. Al final de la hoja hay un hueco para observaciones y sugerencias que los alumnos no suelen rellenar por pereza. Los resultados se recogen antes de los exámenes y se envían a los profesores tras el cierre de actas, para que los exámenes interfieran lo menos posible en esta valoración. Hasta ahí todo claro. Lo que nadie sabe es:
Como ya hablé sobre el punto de desinformación en un post anterior, voy a terminar con reprografía. Reprografía es ese lugar misterioso donde el tiempo va a otro ritmo y donde acaba todo el material que los profesores no quieren dar en clase. Que digo yo, tampoco cuesta tanto explicar ciertas cosas ¿verdad? El transcurso del tiempo dentro de reprografía es un misterio: da igual la cantidad de gente que haya, vas a tardar 20 minutos. ¿Que estás tú solo en la cola? 20 minutos. ¿Qué hay 400 personas? 20 minutos. Como tus descansos duran 10 minutos, vas a llegar tarde invariablemente a la siguiente clase que, paradójicamente, es la que da el profesor que te ha dejado el material que acabas de comprar (y que te mirará mal por llegar 10 minutos tarde). También es una fuente inagotable de misterios, como por qué las hojas siempre están grapadas al revés, por qué a tus claves siempre les faltan páginas (el caso de El año pasado en Marienbad, en el que faltaban páginas pero las que se fotocopiaron estaban por triplicado, va un paso más allá), por qué todas las chicas que trabajan allí son chonis (menos un cuatrimestre, que tuvimos una medio punk) o por qué los profesores se saltan la cola cuando más gente hay.
Ahora sí ha terminado la semana temática uc3m. Aunque sospecho que a Blanca le tendremos que dar otra semana más para que pueda terminar su post por capítulos.
Por cierto, el primero que aguante hasta el final la secuencia de El año pasado en Marienbad que he enlazado en el párrafo sobre reprografía recibirá un regalo.
Empezaremos por las evaluaciones al profesorado. Las encuestas de evaluación al profesorado son esas hojas amarillentas de lectura óptica que los profesores pasan a los alumnos cada final de cuatrimestre no se sabe muy bien para qué. El procedimiento es simple: puntuar de 1 a 5 distintos aspectos de la asignatura y del profesor. Al final de la hoja hay un hueco para observaciones y sugerencias que los alumnos no suelen rellenar por pereza. Los resultados se recogen antes de los exámenes y se envían a los profesores tras el cierre de actas, para que los exámenes interfieran lo menos posible en esta valoración. Hasta ahí todo claro. Lo que nadie sabe es:
- Que el porcentaje de asistencia se refiere al profesor. Eso de poner el 100% de asistencia para tirarse el rollo es un error, queridos amigos.
- Qué pasa cuando un profesor saca una mala calificación. En teoría, después de dos evaluaciones negativas cambian al profesor de grupo o de campus, por lo que pueden pasar cursos hasta que un profesor inútil abandone la universidad. Ni que decir tiene que determinados profesores no se van a largar por muchas evaluaciones negativas que les hagan (seguro que todos tenemos en mente a algún docente concreto mientras leemos esto).
- Que las observaciones que escribimos en el recuadrito de abajo le llegan al profesor junto con la puntuación. Afortunadamente, las evaluaciones son anónimas pero he visto cosas como "we love you" o "es muy salado y se parece a Garci ¿o a Pablo Motos?".
Como ya hablé sobre el punto de desinformación en un post anterior, voy a terminar con reprografía. Reprografía es ese lugar misterioso donde el tiempo va a otro ritmo y donde acaba todo el material que los profesores no quieren dar en clase. Que digo yo, tampoco cuesta tanto explicar ciertas cosas ¿verdad? El transcurso del tiempo dentro de reprografía es un misterio: da igual la cantidad de gente que haya, vas a tardar 20 minutos. ¿Que estás tú solo en la cola? 20 minutos. ¿Qué hay 400 personas? 20 minutos. Como tus descansos duran 10 minutos, vas a llegar tarde invariablemente a la siguiente clase que, paradójicamente, es la que da el profesor que te ha dejado el material que acabas de comprar (y que te mirará mal por llegar 10 minutos tarde). También es una fuente inagotable de misterios, como por qué las hojas siempre están grapadas al revés, por qué a tus claves siempre les faltan páginas (el caso de El año pasado en Marienbad, en el que faltaban páginas pero las que se fotocopiaron estaban por triplicado, va un paso más allá), por qué todas las chicas que trabajan allí son chonis (menos un cuatrimestre, que tuvimos una medio punk) o por qué los profesores se saltan la cola cuando más gente hay.
Ahora sí ha terminado la semana temática uc3m. Aunque sospecho que a Blanca le tendremos que dar otra semana más para que pueda terminar su post por capítulos.
Por cierto, el primero que aguante hasta el final la secuencia de El año pasado en Marienbad que he enlazado en el párrafo sobre reprografía recibirá un regalo.
sábado, 24 de octubre de 2009
Balance
Ya termino, en serio. Supongo que los cinco post anteriores os habrán saturado. Este va a ser cortito, sólo es una lista de cosas que saqué de mis paso por la universidad.
Superpoderes desarrollados:
Para que luego digan que en la universidad sólo se aprende a tener mala letra.
Superpoderes desarrollados:
- Capacidad inventiva para llenar páginas y páginas con cualquier cosa
- Fotofobia
- Criptografía (dadme los apuntes de cualquiera, que yo los transcribo sin problemas)
- Invisibilidad (¿sabes cuando un alumno levanta la mano y el profesor pasa? Pues eso. También me pasa con los camareros)
- Hipervelocidad tecleando (demasiadas prácticas en muy poco tiempo)
- Visión especial para detectar colores, tipografías, dobles espacios, tracks demasiado comprimidos o expandidos y cualquier cosa que pudiera suponer un "motivo de suspenso" para un profesor de diseño. Lástima que la carrera también me costara alguna dioptría extra.
- Telepatía (desde entonces, puedo mantener conversaciones mentales con mis amigas)
- Mi cuerpo y mi mente pueden actuar de manera independiente (esto era muy útil cuando tenía que coger apuntes pero necesitaba el cerebro para solucionar algún marrón de otra asignatura o simplemente me faltaban horas de sueño)
Para que luego digan que en la universidad sólo se aprende a tener mala letra.
viernes, 23 de octubre de 2009
Quinto día, quinto curso
Mi último año de universidad fue un caos total y absoluto. Entre semana seguía con mis actividades frecuentes, menos el trabajo de freelance. Los fines de semana los pasaba trabajando a jornada completa en un medio de comunicación explotador de becarios por 250€ de mierda. Allí le encontré sentido a la frase "cuanto más poderoso es un ejército, peor es la comida".
Pero el caos no vino por mis horarios, sino porque tenía que hacer el proyecto final de carrera, además de los miles de millones de prácticas de rigor (marca de la casa de ésta nuestra universidad). Mi intención era entregar el proyecto en la convocatoria de junio y terminar así mis dos licenciaturas lo antes posible. Extrañamente, no me quedó nada para septiembre, aunque casi. Supondría un pequeño esfuerzo pero era posible... hasta que los ordenadores de las salas de montaje se infectaron con un gusano, que pasó de pen drive en pen drive y a otros ordenadores, entre ellos el mío.
Para hacer más amena toda esta historia, el profesor que nos daba la asignatura en la que teníamos que usar esas salas era el mismo que se ocupaba de todo lo relacionado con ellas. Es decir, estaba al corriente de la infección y era su misión erradicarla pero no lo hizo. Como dejar el tema ahí sería muy simple, añadiré que también era mi tutor del proyecto. ¿Seguimos? Me costó un triunfo conseguir las tres tutorías obligatorias: una para contarle mi proyecto, otra en un pasillo porque pasaba de darme cita y una tercera en la que no me hizo caso. A la única pregunta que pude hacer en aquella tutoría me contestó: "¿Es que Xxxxx y Xxxxxx no os han enseñado nada de Flash?" y me quedé con la duda.
En aquel preciso instante decidí que mi nuevo tutor sería Google, que no me va a poner pegas por preguntar cosas que no me han enseñado. Y un poco más tarde decidí que presentaba en septiembre. Más que nada, porque el ordenador en el que estaba haciendo el proyecto (PC con Windows XP) cascó por el puñetero gusano y en el portátil (iBook con 10.4) sólo tenía instalado el QuarkXPress (programa de maquetación) y el Photoshop y no encontré a nadie que tuviera el Flash para Tiger.
Convencí a mi padre para que comprara un ordenador nuevo, porque el PC no volvió a ser el mismo, por mucha limpieza que le hicimos. Le instalé todos los programas necesarios para el proyecto (Flash, Photoshop, Premiere, un compresor de vídeo y un editor cutre de audio) y me dispuse a pasar el verano más desesperante de mi vida. La beca de los fines de semana se terminó y encontré otra mucho mejor: cinco días en semana (lo que no necesariamente significa librar fines de semana) con jornada intensiva de tarde-noche. Mi horario podía ser de 16:00 a 23:00, de 17:30 a 00:30 o de 18:30 a 01:30. Puntualizaré que éste último era para acontecimientos especiales, como un partido de Champion. Buenafuente me hacía compañía mientras preparaba la cena y luego mi vecina me despertaba a las 8:30 de la mañana. Desde entonces veo a Buenafuente con otros ojos y odio a mi vecina de arriba.
El 24 de septiembre de 2008 presenté mi proyecto final de carrera. Allí se quedaron los millones de prácticas, los fallos informáticos, los archivos que se corrompen solos (cosas de QuarkXPress y de las salas de redacción), aquella asignatura de la que nos quitaron el examen porque el profesor no hablaba español suficiente como para que nos enteráramos de algo en clase y las largas colas de reprografía (¿por qué todas las chicas de reprografía son chonis?). Nada más salir de la universidad, mis padres me esperaban para ir a por una cámara de fotos. Después hice la maleta y a las pocas horas estaba en Barajas, facturando mi maleta para irme de vacaciones a Roma. Creo que me lo gané ¿no?
Y las frases de rigor:
Pero el caos no vino por mis horarios, sino porque tenía que hacer el proyecto final de carrera, además de los miles de millones de prácticas de rigor (marca de la casa de ésta nuestra universidad). Mi intención era entregar el proyecto en la convocatoria de junio y terminar así mis dos licenciaturas lo antes posible. Extrañamente, no me quedó nada para septiembre, aunque casi. Supondría un pequeño esfuerzo pero era posible... hasta que los ordenadores de las salas de montaje se infectaron con un gusano, que pasó de pen drive en pen drive y a otros ordenadores, entre ellos el mío.
Para hacer más amena toda esta historia, el profesor que nos daba la asignatura en la que teníamos que usar esas salas era el mismo que se ocupaba de todo lo relacionado con ellas. Es decir, estaba al corriente de la infección y era su misión erradicarla pero no lo hizo. Como dejar el tema ahí sería muy simple, añadiré que también era mi tutor del proyecto. ¿Seguimos? Me costó un triunfo conseguir las tres tutorías obligatorias: una para contarle mi proyecto, otra en un pasillo porque pasaba de darme cita y una tercera en la que no me hizo caso. A la única pregunta que pude hacer en aquella tutoría me contestó: "¿Es que Xxxxx y Xxxxxx no os han enseñado nada de Flash?" y me quedé con la duda.
En aquel preciso instante decidí que mi nuevo tutor sería Google, que no me va a poner pegas por preguntar cosas que no me han enseñado. Y un poco más tarde decidí que presentaba en septiembre. Más que nada, porque el ordenador en el que estaba haciendo el proyecto (PC con Windows XP) cascó por el puñetero gusano y en el portátil (iBook con 10.4) sólo tenía instalado el QuarkXPress (programa de maquetación) y el Photoshop y no encontré a nadie que tuviera el Flash para Tiger.
Convencí a mi padre para que comprara un ordenador nuevo, porque el PC no volvió a ser el mismo, por mucha limpieza que le hicimos. Le instalé todos los programas necesarios para el proyecto (Flash, Photoshop, Premiere, un compresor de vídeo y un editor cutre de audio) y me dispuse a pasar el verano más desesperante de mi vida. La beca de los fines de semana se terminó y encontré otra mucho mejor: cinco días en semana (lo que no necesariamente significa librar fines de semana) con jornada intensiva de tarde-noche. Mi horario podía ser de 16:00 a 23:00, de 17:30 a 00:30 o de 18:30 a 01:30. Puntualizaré que éste último era para acontecimientos especiales, como un partido de Champion. Buenafuente me hacía compañía mientras preparaba la cena y luego mi vecina me despertaba a las 8:30 de la mañana. Desde entonces veo a Buenafuente con otros ojos y odio a mi vecina de arriba.
El 24 de septiembre de 2008 presenté mi proyecto final de carrera. Allí se quedaron los millones de prácticas, los fallos informáticos, los archivos que se corrompen solos (cosas de QuarkXPress y de las salas de redacción), aquella asignatura de la que nos quitaron el examen porque el profesor no hablaba español suficiente como para que nos enteráramos de algo en clase y las largas colas de reprografía (¿por qué todas las chicas de reprografía son chonis?). Nada más salir de la universidad, mis padres me esperaban para ir a por una cámara de fotos. Después hice la maleta y a las pocas horas estaba en Barajas, facturando mi maleta para irme de vacaciones a Roma. Creo que me lo gané ¿no?
Y las frases de rigor:
- "Tenemos que escucharlo sin sonido" (Periodismo Institucional)
- "Son conejas. ¿Se dice conejas?" (profesor de Gestión y Promoción de Contenidos Audiovisuales que espero que a estas alturas ya domine el castellano como lengua extranjera)
- "Uno de los mayores puntos de encuentro de parejas gays son los baños de El Corte Inglés. ¡Que lo he visto yo!" (Periodismo Institucional)
- "Como Dios la trajo al mundo: sin ningún tipo de vello púbico" (Producción Audiovisual)
- "Mercados cariñosos. ¡Te quiero, mercado!" (Periodismo Institucional)
- "¡Cansino! ¡Que España no se rompe!" (Periodismo Institucional)
- "¿Ustedes no han ido a los viajes esos de los jubilados donde te venden?" (profesor de Periodismo Institucional ignorando la edad media del alumnado)
- "Diga lo que diga Llamazares, nadie le cree. Pobrecito, es que es así, es su desgracia" (Periodismo Institucional)
- Profesor: "Aula Global está raro" - Alumno: "Lleva raro cinco años, es un sistema casposo que no funciona" (viva la intranet)
- "Los planes anuales habitualmente se hacen para un año" (Periodismo Institucional)
- "La economía del lenguaje significa que todos acabaremos hablando en andaluz" (Medios, Receptores y Usuarios)
- "Yo como logosímbolo funciono mejor que César" (Postproducción Digital)
- "Olvidaros de la práctica 3, que se ha perdido en las profundidades de Aula Global" (Periodismo Institucional)
- "Yo también soy persona" (Postproducción Digital)
jueves, 22 de octubre de 2009
Fase n: entrevista
460 candidatos, 253 plazas para el máster (más 30 suplentes, porque siempre se descuelga alguno), 230 becas de prácticas. Éstas son las cifras con las que me he encontrado esta mañana, cuando un señor muy majete nos ha recibido en una sala muy grande a todos los candidatos citados a las 11:00.
El camino hasta allí ha sido accidentado: me he hecho una carrera en los pantys antes de salir de casa (sí, me he puesto falda y para rematar me he quitado el piercing de la nariz en un intento por parecer una persona seria y adulta), he perdido un tren, casi me paso de parada en el metro intentando ayudar a un señor británico (le he dado un plano de metro y que se busque él las correspondencias) y casi me pierdo pero al final he llegado sana, salva y con tiempo de sobra. He esperado un rato, hasta que han salido a llamarnos. Hemos pasado a la ya mencionada sala grande, donde nos han explicado un poco en qué consistía la entrevista y hemos entregado la documentación. Después nos hemos dividido y han llevado a cada uno a donde sería su entrevista.
Mi tribunal estaba compuesto por dos mujeres de la empresa que hace las pruebas de selección. En otros tribunales había, además, una persona del ICEX, pero no ha sido éste el caso. Parecían majas pero me han despachado rápido. Las preguntas me han parecido muy típicas: por qué esta beca, qué destinos prefieres y por qué, qué pasa si no te damos el destino que quieres (literalmente "¿qué harías si te destinan a Kazajstán?"), dónde has trabajado anteriormente, cuéntanos cosas malas y cosas buenas sobre ti... Mi teoría: eran las 11:00 del tercer día de entrevistas y ya están hartas de preguntar a todo el mundo lo mismo y de escuchar las mismas respuestas, con las variaciones correspondientes dependiendo de la formación del candidato.
Después he desayunado tranquilamente, he vuelto a casa cojeando del pie izquierdo (falta de costumbre + resbalón en las escaleras del metro = tobillo resentido), he comprado el pan, he ayudado a una vecina a cerrar la puerta del trastero, he hablado por teléfono con mi tía, he recogido un certificado del catastro para mi padre y, cuando me han dejado, he recogido mi caos de habitación, resultado de las prisas y de la búsqueda de unos pantys que no estuvieran rotos a horas en las que todavía no soy persona. Por si alguien se lo está preguntando, soy persona a partir de las 10:00; antes de esa hora, sólo soy zombie (un ente autónomo capaz de ejecutar acciones y emitir sonidos pero carente de cerebro).
No sabría decir qué tal ha salido, porque la calificación de esta fase (sí, ponen nota) no depende de mí y no es una prueba objetiva, como el psicotécnico o el examen de inglés. Habrá que esperar hasta el 2 de noviembre para saber si he pasado la entrevista y dos semanas más para saber si tengo plaza en el máster. Que digo yo, ¿para qué sirve pasar la entrevista si luego no te cogen en el máster?
El camino hasta allí ha sido accidentado: me he hecho una carrera en los pantys antes de salir de casa (sí, me he puesto falda y para rematar me he quitado el piercing de la nariz en un intento por parecer una persona seria y adulta), he perdido un tren, casi me paso de parada en el metro intentando ayudar a un señor británico (le he dado un plano de metro y que se busque él las correspondencias) y casi me pierdo pero al final he llegado sana, salva y con tiempo de sobra. He esperado un rato, hasta que han salido a llamarnos. Hemos pasado a la ya mencionada sala grande, donde nos han explicado un poco en qué consistía la entrevista y hemos entregado la documentación. Después nos hemos dividido y han llevado a cada uno a donde sería su entrevista.
Mi tribunal estaba compuesto por dos mujeres de la empresa que hace las pruebas de selección. En otros tribunales había, además, una persona del ICEX, pero no ha sido éste el caso. Parecían majas pero me han despachado rápido. Las preguntas me han parecido muy típicas: por qué esta beca, qué destinos prefieres y por qué, qué pasa si no te damos el destino que quieres (literalmente "¿qué harías si te destinan a Kazajstán?"), dónde has trabajado anteriormente, cuéntanos cosas malas y cosas buenas sobre ti... Mi teoría: eran las 11:00 del tercer día de entrevistas y ya están hartas de preguntar a todo el mundo lo mismo y de escuchar las mismas respuestas, con las variaciones correspondientes dependiendo de la formación del candidato.
Después he desayunado tranquilamente, he vuelto a casa cojeando del pie izquierdo (falta de costumbre + resbalón en las escaleras del metro = tobillo resentido), he comprado el pan, he ayudado a una vecina a cerrar la puerta del trastero, he hablado por teléfono con mi tía, he recogido un certificado del catastro para mi padre y, cuando me han dejado, he recogido mi caos de habitación, resultado de las prisas y de la búsqueda de unos pantys que no estuvieran rotos a horas en las que todavía no soy persona. Por si alguien se lo está preguntando, soy persona a partir de las 10:00; antes de esa hora, sólo soy zombie (un ente autónomo capaz de ejecutar acciones y emitir sonidos pero carente de cerebro).
No sabría decir qué tal ha salido, porque la calificación de esta fase (sí, ponen nota) no depende de mí y no es una prueba objetiva, como el psicotécnico o el examen de inglés. Habrá que esperar hasta el 2 de noviembre para saber si he pasado la entrevista y dos semanas más para saber si tengo plaza en el máster. Que digo yo, ¿para qué sirve pasar la entrevista si luego no te cogen en el máster?
Cuarto día, cuarto curso
Cuarto fue el año de la desbandada. Aquel curso, un montón de compañeros (bueno, más bien compañeras, los hombres nunca abundaron) se fueron de Erasmus. Yo me quedé aquí, sufriendo la UC3M y cuadrando mis horarios como buenamente pude. Para quien no me conozca, diré que yo siempre he hecho un montón de cosas: natación, escuela de idiomas, trabajar, colaborar con una asociación de estudiantes... Los días más divertidos eran los martes: seis horas de clase, natación de 17:00 a 18:00, alemán de 18:00 a 20:00 y conversación en alemán de 20:00 a 21:00. Cuando llegaba a casa, tenía que ponerme a trabajar (cosas de ser freelance) o con las prácticas de la unversidad. Muchos días aparecía a las tantas, porque a la profe de conversación se le ocurría que podríamos ir a tomar algo y no estaba yo como para decir que no a un rato de vida social. Por si fuera poco, me presenté voluntaria para crear la revista de la EOI (que sólo tuvo un número, menos mal).
Este año fue cuando se desarrolló la competitividad de la clase, dando lugar a un pequeño poso de mal rollo entre distintos grupitos. Vale que no estás obligado a ser amigo del alma de todas y cada una de las personas a las que conoces pero no era cómodo que digamos. Aparte de eso, tuvimos problemas con la universidad, que se olvidaba de asignarnos profesores o los que nos asignaba pasaban de nosotros. Por ejemplo, Sistema Global de Medios. El hombre llegó a clase el primer día, nos contó las normas de la asignatura (sólo recuerdo "asistencia obligatoria") y nos dio un calendario con fechas de entrega de trabajos. No nos dio temario. No nos dio apuntes. No nos dio clase. Se limitaba a pasar una hoja para que firmáramos y a hacer tutorías individuales para los trabajos finales, pero obligaba a todo el mundo a quedarse, no sólo al tutorizado. En una de estas horas inútiles, me levanté y me fui. Lo siento, no iba a perder el tiempo escuchando cómo una compañera no encontraba documentación actualizada sobre nosequé tema.
Por fin la universidad hizo algo por nosotros: nombrar un vicedecano responsable de la carrera. Ya estaba bien que durante tres años nadie se hubiera ocupado de ver cómo funcionaba una titulación nueva ni de si había algo que cambiar. Claro, que las cosas tampoco cambiaron con nuestra nueva vicedecana. Nos reunimos con ella para presentarle todas nuestras quejas (acumuladas durante tres largos años) y nos contestó "sois un grupo experimental y conflictivo". Dimitió un año después.
Viéndolo desde la distancia, me doy cuenta de que aquel año no fue muy allá para mí. Sólo suspendí una asignatura (que aprobé en septiembre con un 9 :D e incluso me terminó gustando) pero apenas tenía vida más allá de la unviersidad y mis veintisiete trillones de actividades extra. Menos mal que volví a ser persona, aunque me costó año y pico más. Pero voy a dejar para el post del último curso cómo recuperé mi vida.
Sólo he podido rescatar tres frases del año académico 2006-2007, sed comprensivos:
Aviso: hoy tengo la entrevista en el Instituto de Comercio Exterior. Ya redactaré el post explicativo correspondiente.
Este año fue cuando se desarrolló la competitividad de la clase, dando lugar a un pequeño poso de mal rollo entre distintos grupitos. Vale que no estás obligado a ser amigo del alma de todas y cada una de las personas a las que conoces pero no era cómodo que digamos. Aparte de eso, tuvimos problemas con la universidad, que se olvidaba de asignarnos profesores o los que nos asignaba pasaban de nosotros. Por ejemplo, Sistema Global de Medios. El hombre llegó a clase el primer día, nos contó las normas de la asignatura (sólo recuerdo "asistencia obligatoria") y nos dio un calendario con fechas de entrega de trabajos. No nos dio temario. No nos dio apuntes. No nos dio clase. Se limitaba a pasar una hoja para que firmáramos y a hacer tutorías individuales para los trabajos finales, pero obligaba a todo el mundo a quedarse, no sólo al tutorizado. En una de estas horas inútiles, me levanté y me fui. Lo siento, no iba a perder el tiempo escuchando cómo una compañera no encontraba documentación actualizada sobre nosequé tema.
Por fin la universidad hizo algo por nosotros: nombrar un vicedecano responsable de la carrera. Ya estaba bien que durante tres años nadie se hubiera ocupado de ver cómo funcionaba una titulación nueva ni de si había algo que cambiar. Claro, que las cosas tampoco cambiaron con nuestra nueva vicedecana. Nos reunimos con ella para presentarle todas nuestras quejas (acumuladas durante tres largos años) y nos contestó "sois un grupo experimental y conflictivo". Dimitió un año después.
Viéndolo desde la distancia, me doy cuenta de que aquel año no fue muy allá para mí. Sólo suspendí una asignatura (que aprobé en septiembre con un 9 :D e incluso me terminó gustando) pero apenas tenía vida más allá de la unviersidad y mis veintisiete trillones de actividades extra. Menos mal que volví a ser persona, aunque me costó año y pico más. Pero voy a dejar para el post del último curso cómo recuperé mi vida.
Sólo he podido rescatar tres frases del año académico 2006-2007, sed comprensivos:
- "Uno puede ser culpable de degollar a alguien y estar muy contento" (Teoría y Análisis de la Narrativa Audiovisual)
- "La típica escena de 'yo te salpico, tú me salpicas, qué bien lo pasamos'" (Teoría y Análisis de la Narrativa Audiovisual)
- "No vale decir 'el enano ése estuvo cuarenta años'" (Historia del Periodismo en España)
Aviso: hoy tengo la entrevista en el Instituto de Comercio Exterior. Ya redactaré el post explicativo correspondiente.
miércoles, 21 de octubre de 2009
Tercer día, tercer curso
Y pasé a tercero (curso 2005-2006). Los conjuntos, que estábamos repartidos entre Periodismo y Comunicación Audiovisual, nos juntamos en un solo grupo a partir de este curso. Entonces nos dimos cuenta de por qué nos habían separado: no cabíamos en el edificio que inauguraron en año en que comenzamos la carrera. Como no tenían aulas, nos dieron lo primero que tenían a mano: una sala sin ventanas, a la que apodamos cariñosamente "el zulo". Nos costó un tiempo pero conseguimos que nos sacaran de allí, aunque tuviéramos que dar cada clase en un aula diferente.
Aparte de los malabarismos con las aulas, también sabían hacer cosas muy divertidas con los horarios. Para que cuadrara el plan de estudios, tercero debía tener 14 asignaturas entre troncales y obligatorias, en lugar de las 12 habituales. Aún no sé cómo, pero aquel curso aprobé 12 asignaturas en primera convocatoria (las otras dos, en septiembre), un curso de humanidades de dos créditos (cosas absurdas de la UC3M sin las que no te dan el título), me saqué el carnet de conducir y aprobé los exámenes de la EOI en junio.
No recuerdo que me sucediera nada traumático, aunque aprendí que pasártelo bien viendo cómo Uma Thurman vestida de Bruce Lee descuartiza a gente con una katana no te convierte en un perturbado y un sádico y que incluso puede ser sano. También aprendí que puedo tragarme cualquier tipo de película, por aburrida, lenta o larga que sea, sin apenas tener secuelas psíquicas, que no sirvo para hacer análisis de contenido (formales sí, me salen de puta madre) y lo más importante de todo: que 63 puñaladas no son ensañamiento (siempre y cuando te maten a partir de la número 60).
Los profesores de este curso eran muy carismáticos, por eso os voy a dejar tantísimas frases (y eso que he filtrado unas cuantas).
Aparte de los malabarismos con las aulas, también sabían hacer cosas muy divertidas con los horarios. Para que cuadrara el plan de estudios, tercero debía tener 14 asignaturas entre troncales y obligatorias, en lugar de las 12 habituales. Aún no sé cómo, pero aquel curso aprobé 12 asignaturas en primera convocatoria (las otras dos, en septiembre), un curso de humanidades de dos créditos (cosas absurdas de la UC3M sin las que no te dan el título), me saqué el carnet de conducir y aprobé los exámenes de la EOI en junio.
No recuerdo que me sucediera nada traumático, aunque aprendí que pasártelo bien viendo cómo Uma Thurman vestida de Bruce Lee descuartiza a gente con una katana no te convierte en un perturbado y un sádico y que incluso puede ser sano. También aprendí que puedo tragarme cualquier tipo de película, por aburrida, lenta o larga que sea, sin apenas tener secuelas psíquicas, que no sirvo para hacer análisis de contenido (formales sí, me salen de puta madre) y lo más importante de todo: que 63 puñaladas no son ensañamiento (siempre y cuando te maten a partir de la número 60).
Los profesores de este curso eran muy carismáticos, por eso os voy a dejar tantísimas frases (y eso que he filtrado unas cuantas).
- "Podéis pintar y hacemos Altamira" (profesor de Filosofía Política pensando en alto sobre "el zulo")
- "Antes de Marx, no había marxismo" (Filosofía Política)
- "Podemos cambiar de sexo, podemos cambiar de familia y Michael Jackson cambia de raza" (Filosofía Política)
- "Hay veces en las que el subtexto ya no... y entonces te llamo hijoputa" (Guión Cinematográfico)
- "La gente normal, es decir, los no-periodistas" (Periodismo Local)
- "La película es una batallita de orcos" (profesor de Gestión de la Empresa Informativa resume El Señor de los Anillos)
- "Madonna es petarda porque ella quiere ser petarda" (Teoría y Crítica del Cine y la Televisión Contemporánea)
- "En la época isabelina, las mujeres no podían subir al escenario... hasta que llegó Gwyneth Paltrow y lo cambió todo" (Teoría y Crítica del Cine y la Televisión Contemporánea)
- "Uma Thurman ha matado a 40 japoneses pero es una broma" (resumen de Kill Bill vol. I en Teoría y Crítica del Cine y la Televisión Contemporánea)
- "Y llegan a una casa muy siniestrosa en la que vive una encantadora familia caníbal" (resumen de La Matanza de Texas en Teoría y Crítica del Cine y la Televisión Contemporánea)
martes, 20 de octubre de 2009
Segundo día, segundo curso
Mi segundo año de carrera (curso 2004-2005) lo terminé traumatizada y con menos pelo. No, no se me cayó, simplemente me pillé tal rebote que, en un arrebato de locura, fui corriendo a la peluquería. Pero no adelantemos acontecimientos, que eso es del segundo cuatrimestre.
Por alguna extraña razón, todas y cada una de las asignaturas de aquel año tenían prácticas, incluso Geografía Descriptiva y Humana (cuyo examen duró más de 4 horas, por cierto, yo no sé a qué aspiraba ese señor). Aquel año no es que tuviéramos mucha vida social, más allá de la universidad y de los trabajos. Incluso quedábamos los fines de semana y los días que no teníamos clase para poder terminar a tiempo las prácticas en grupo. ¿Y los festivos y puentes? A leer todos los libros que nos mandaban y los cientos de miles de fotocopias que nos dejaban en reprografía.
En cuanto al profesorado, tuvimos de todo: un señor clasista que nos dijo que si nos parecía caro un manual de 70€ que sólo servía para su asignatura no estudiáramos (en otro grupo dijo que no le parecía bien que las clases medias pudieran acceder a los estudios superiores), otro con forma de limón que mandaba trabajos rarísimos (pocas veces me he sentido tan gilipollas como aquella vez que tuve que recortar formas de países en papel milimetrado y pegarlas después en una cartulina azul tabarca), una que se limitaba a ponernos documentales en vídeo y luego se marchaba (y que se pilló una baja por lumbago), otra con la voz tan aguda que se cascaban un par cristales cada vez que abría la boca... pero esto no es nada comparado con el ser al que voy a dedicar este post: la maligna, a la que tuvimos que sufrir durante el segundo cuatrimestre (el cucaracho y el retorno de la sosa os los dejo a vosotras, chicas).
Esta mujer daba una asignatura de la que, en mi humilde opinión, no tenía ni puñetera idea. No sabía usar el Power Point, por lo que nos traía las transparencias en Word con letra supergigante. Y tampoco sabía lo que era un salto de página y se tiraba toooooda la clase bajando líneas con la flechita del teclado. Bueno, el día que explicaba, porque apenas pudimos coger apuntes de esa asignatura. ¿A qué dedicaba las clases entonces? Pues, entre otras cosas, a sus idas de olla y a acosar al delegado. Yo creo que el pobre chaval no ha vuelto a dormir desde aquel día que la tipa ésta se le sentó delante en una postura de todo menos cómoda y empezo a mirarle lascivamente. El resto del tiempo, era simplemente desesperante y daba las dos horas enteras y si un triste descanso de cinco minutos, lo que hacía que muchos sintiéramos ganas de recurrir al suicidio.
Pero lo mejor de todo fue el examen. Le habíamos preguntado millones de veces cómo sería y ella aún no lo había decidido. Nos dijo algo así como "no sé por qué os preocupa tanto el examen". Copón, pues porque si lo suspendemos tenemos que verte el careto otra vez en septiembre. Finalmente, se dignó a darnos una respuesta:
Profesora - El examen constará de tres partes: un test, dos preguntas cortas y una pregunta larga.
Alumna - ¿El test será multirrespuesta?
[varios segundos de silencio]
Profesora - Sí. Tú tienes tres opciones: la A, la B y la C, y eliges una.
Llegó el día del examen. La señora se planta delante de la clase y nos suelta: "Bueno, el examen ha cambiado un poco". ¿Un poco? "El test lo he quitado y las tres preguntas se han convertido en una sola. ¡Pero os dejo elegir!". Vale, me estás diciendo que, como no te ha dado la gana preparar el examen, has sacado dos temas a boleo de entre todo el material infumable y sin sentido que has dejado en reprografía y que me vas a poner la nota que te dé la gana. Pero gracias por dejarme elegir la pregunta.
Efectivamente, nos puso la nota que le dio la gana. Jamás he visto tanta gente en una revisión de examen. Fíjate lo bien que corrigió, que una alumna que no se había presentado sacó un notable. Entré a la revisión con mi 3 (seguro que esto lo hizo el universo para compensar aquel examen para el que aprobé sólo con leerme el temario el día de antes y poder recobrar así su equilibrio). Para empezar, la mujercilla no hacía más que llamarme María. Pero eso no fue lo mejor, lo mejor fue cuando le pedí ver mi examen, ella me lo dejó y vi que no tenía ni una sola marca de bolígrafo.
Laura - Perdón, hay una cosa que no entiendo.
Profesora - Dime, María
L - Me llamo Laura (por tercera vez)
P - Ay, perdona
L - ¿Qué es lo que he hecho mal?
P - Esto... (buscando a toda prisa en el cuadernillo de examen). ¡Sí, aquí!
L - ¿Qué?
P - Ésta palabra no existe
L - ¿Qué palabra?
P - Blog [sí, estáis leyendo en un blog que a alguien que tienen un blog le han dicho que no existe la palabra blog]. No se dice blócgs [ella pronunciaba así de bien]
L - Entonces, ¿cómo se dice?
P - We'lós
Supongo que querría decir "weblog" pero en ese momento estaba sumida en mi propia indignación, pensando en la reclamación que le iba a poner y en pedir una doble corrección de examen. Fui al punto de desinformación de la Facultad de Comunicación, desde donde me mandaron al punto de información de Ciencias Sociales y Jurídicas. Una vez allí, me dijeron que la reclamación tenía que ponerla en Comunicación. No sé con qué cara miré al pobre becario pero me hizo el favor de recoger la reclamación muy amablemente, aunque fuera para el Departamento de Comunicación. Escribí la reclamación de forma educada (faltaría más), aproveché la misma para pedir la doble corrección y, con el mismo impulso que me llevó hasta el punto de desinformación, pasé por la peluquería esa misma tarde y me corté el pelo a la altura del lóbulo de la oreja (menos mal que el pelo crece).
Varias semanas más tarde (por no decir mes y pico) recibí un certificado de la universidad, en el que decía que, tras haber consultado la profesora, ésta había afirmado que no hubo ninguna irregularidad en la corrección de los exámenes. A ver, no te va a decir "no me dio la gana corregir los exámenes de segundo ¿qué pasa? Es que son ochenta y tantos alumnos y escriben mucho". Como la palabra de la profesora tenía más peso que todas las reclamaciones que le pusieron, creyeron su versión y denegaron las dobles correcciones.
Por lo que supe más tarde, echaron a esta profesora de la UC3M. Al curso siguiente estaba dando clases en otra universidad pública, de la que a partir de aquel día me alegré de no ser alumna, aunque me pillara más cerca de casa y nunca me haya gustado madrugar.
Y, para terminar, algunas frases que me amenizaron el año. Así os desintoxicáis un poco del truñazo que acabo de soltar en un momento.
Por alguna extraña razón, todas y cada una de las asignaturas de aquel año tenían prácticas, incluso Geografía Descriptiva y Humana (cuyo examen duró más de 4 horas, por cierto, yo no sé a qué aspiraba ese señor). Aquel año no es que tuviéramos mucha vida social, más allá de la universidad y de los trabajos. Incluso quedábamos los fines de semana y los días que no teníamos clase para poder terminar a tiempo las prácticas en grupo. ¿Y los festivos y puentes? A leer todos los libros que nos mandaban y los cientos de miles de fotocopias que nos dejaban en reprografía.
En cuanto al profesorado, tuvimos de todo: un señor clasista que nos dijo que si nos parecía caro un manual de 70€ que sólo servía para su asignatura no estudiáramos (en otro grupo dijo que no le parecía bien que las clases medias pudieran acceder a los estudios superiores), otro con forma de limón que mandaba trabajos rarísimos (pocas veces me he sentido tan gilipollas como aquella vez que tuve que recortar formas de países en papel milimetrado y pegarlas después en una cartulina azul tabarca), una que se limitaba a ponernos documentales en vídeo y luego se marchaba (y que se pilló una baja por lumbago), otra con la voz tan aguda que se cascaban un par cristales cada vez que abría la boca... pero esto no es nada comparado con el ser al que voy a dedicar este post: la maligna, a la que tuvimos que sufrir durante el segundo cuatrimestre (el cucaracho y el retorno de la sosa os los dejo a vosotras, chicas).
Esta mujer daba una asignatura de la que, en mi humilde opinión, no tenía ni puñetera idea. No sabía usar el Power Point, por lo que nos traía las transparencias en Word con letra supergigante. Y tampoco sabía lo que era un salto de página y se tiraba toooooda la clase bajando líneas con la flechita del teclado. Bueno, el día que explicaba, porque apenas pudimos coger apuntes de esa asignatura. ¿A qué dedicaba las clases entonces? Pues, entre otras cosas, a sus idas de olla y a acosar al delegado. Yo creo que el pobre chaval no ha vuelto a dormir desde aquel día que la tipa ésta se le sentó delante en una postura de todo menos cómoda y empezo a mirarle lascivamente. El resto del tiempo, era simplemente desesperante y daba las dos horas enteras y si un triste descanso de cinco minutos, lo que hacía que muchos sintiéramos ganas de recurrir al suicidio.
Pero lo mejor de todo fue el examen. Le habíamos preguntado millones de veces cómo sería y ella aún no lo había decidido. Nos dijo algo así como "no sé por qué os preocupa tanto el examen". Copón, pues porque si lo suspendemos tenemos que verte el careto otra vez en septiembre. Finalmente, se dignó a darnos una respuesta:
Profesora - El examen constará de tres partes: un test, dos preguntas cortas y una pregunta larga.
Alumna - ¿El test será multirrespuesta?
[varios segundos de silencio]
Profesora - Sí. Tú tienes tres opciones: la A, la B y la C, y eliges una.
Llegó el día del examen. La señora se planta delante de la clase y nos suelta: "Bueno, el examen ha cambiado un poco". ¿Un poco? "El test lo he quitado y las tres preguntas se han convertido en una sola. ¡Pero os dejo elegir!". Vale, me estás diciendo que, como no te ha dado la gana preparar el examen, has sacado dos temas a boleo de entre todo el material infumable y sin sentido que has dejado en reprografía y que me vas a poner la nota que te dé la gana. Pero gracias por dejarme elegir la pregunta.
Efectivamente, nos puso la nota que le dio la gana. Jamás he visto tanta gente en una revisión de examen. Fíjate lo bien que corrigió, que una alumna que no se había presentado sacó un notable. Entré a la revisión con mi 3 (seguro que esto lo hizo el universo para compensar aquel examen para el que aprobé sólo con leerme el temario el día de antes y poder recobrar así su equilibrio). Para empezar, la mujercilla no hacía más que llamarme María. Pero eso no fue lo mejor, lo mejor fue cuando le pedí ver mi examen, ella me lo dejó y vi que no tenía ni una sola marca de bolígrafo.
Laura - Perdón, hay una cosa que no entiendo.
Profesora - Dime, María
L - Me llamo Laura (por tercera vez)
P - Ay, perdona
L - ¿Qué es lo que he hecho mal?
P - Esto... (buscando a toda prisa en el cuadernillo de examen). ¡Sí, aquí!
L - ¿Qué?
P - Ésta palabra no existe
L - ¿Qué palabra?
P - Blog [sí, estáis leyendo en un blog que a alguien que tienen un blog le han dicho que no existe la palabra blog]. No se dice blócgs [ella pronunciaba así de bien]
L - Entonces, ¿cómo se dice?
P - We'lós
Supongo que querría decir "weblog" pero en ese momento estaba sumida en mi propia indignación, pensando en la reclamación que le iba a poner y en pedir una doble corrección de examen. Fui al punto de desinformación de la Facultad de Comunicación, desde donde me mandaron al punto de información de Ciencias Sociales y Jurídicas. Una vez allí, me dijeron que la reclamación tenía que ponerla en Comunicación. No sé con qué cara miré al pobre becario pero me hizo el favor de recoger la reclamación muy amablemente, aunque fuera para el Departamento de Comunicación. Escribí la reclamación de forma educada (faltaría más), aproveché la misma para pedir la doble corrección y, con el mismo impulso que me llevó hasta el punto de desinformación, pasé por la peluquería esa misma tarde y me corté el pelo a la altura del lóbulo de la oreja (menos mal que el pelo crece).
Varias semanas más tarde (por no decir mes y pico) recibí un certificado de la universidad, en el que decía que, tras haber consultado la profesora, ésta había afirmado que no hubo ninguna irregularidad en la corrección de los exámenes. A ver, no te va a decir "no me dio la gana corregir los exámenes de segundo ¿qué pasa? Es que son ochenta y tantos alumnos y escriben mucho". Como la palabra de la profesora tenía más peso que todas las reclamaciones que le pusieron, creyeron su versión y denegaron las dobles correcciones.
Por lo que supe más tarde, echaron a esta profesora de la UC3M. Al curso siguiente estaba dando clases en otra universidad pública, de la que a partir de aquel día me alegré de no ser alumna, aunque me pillara más cerca de casa y nunca me haya gustado madrugar.
Y, para terminar, algunas frases que me amenizaron el año. Así os desintoxicáis un poco del truñazo que acabo de soltar en un momento.
- "Se me ha puesto todo de punta" (Fotoperiodismo)
- "Si no se finje, no les puede ir bien" (Fundamentos de la Economía)
- Profesor: "Los ricos también entran en el reino de los cielos. De hecho, entran más que la gente normal" - Alumna: "Sí, porque untan a San Pedro" (Fundamentos de la Economía)
- "Si no vas al gimnasio, te conviertes en un paria de la tierra" (Historia del Mundo Actual)
- "¿Y por qué siempre viene alguien y te mata?" - "Por gilipollas" (conversación con una compañera acerca de las leyendas urbanas)
- "¡Que diga que no se lo sabe, no que se invente cosas!" (acerca de la extraña conducta de algunos profesores durante las explicaciones)
- "¿A otros profesores también se les atranca la llave?" (Comunicación Corporativa)
- "Perdón, no miréis, que os vais a marear" (Comunicación Corporativa)
- "Desechad sucesos tipo 'Niño se traga un cocodrilo'" (Relato Informativo I)
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